NBA Draft 2020: ¿Cómo juega Obi Toppin? Perfil y scouting de un cuatro moderno

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Toppin

Con la temporada de la NCAA finalizada abruptamente, debido a la expansión del Coronavirus, los mejores prospectos del baloncesto universitario empiezan a declararse elegibles para el Draft 2020 de la NBA. Entre ellos, por estas horas apareció el nombre de Obi Toppin, ala-pívot surgido de Dayton, quien confirmó su decisión a través de las redes sociales.

¿Quién es y cómo juega Toppin, uno de los proyectos más importantes de cara al Draft? Lo analizamos a continuación.

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Información personal

Obi Toppin es un ala-pívot de 2,06 metros y 100 kilogramos, nacido en Brooklyn el 4 de marzo de 1998. Su trayectoria dista bastante de la mayoría de otros proyectos, ya que no recibió ofrecimientos de becas al finalizar su carrera en el High School, lo cual lo llevó a disputar un año en un posgrado con la Mt. Zion Preparatory School. Allí, ayudado por un importante crecimiento de estatura, comenzó a descatarse y llamar la atención de diferentes universidades. Finalmente, optó por los Dayton Flyers.

Toppin ya mostró grandes condiciones en su campaña de freshman: 14,4 puntos y 5,6 rebotes, con un espectacular 67% de campo. Sin embargo, fue en la 2019-2020 donde definitivamente se anotó entre los jugadores más determinantes de la competición: 20 puntos, 7,5 rebotes, 1,2 tapones, 63% de campo y 39% en triples. Al punto tal que recibió el honor de ser nombrado como el AP Player of the Year.

Fortalezas

Toppin

A la hora de analizar a Toppin, no se puede comenzar por otro factor que no sean sus increíbles condiciones naturales. El neoyorquino no solo tiene un perfil físico ideal para un ala-pívot, sino que además es un atleta de élite, al nivel de los mejores de la NBA.

Los números de Toppin como finalizador cerca del aro hablan por si solos: de acuerdo a Hoop-Math, lanzó un extraordinario 83% en esa clase de disparos, que para ser francos, fueron en gran parte mates.

Se trata de un blanco ideal para alley-oops y una amenaza constante a la hora de correr el parqué. El ex Dayton juega literalmente por encima del aro.

Desde que se tiene registro (1992) en las conferencias grandes, apenas tres jugadores tuvieron un porcentaje en tiros de dos superior al de Toppin (69% en su carrera), con al menos 500 intentos totales: Udoka Azubuike, actual figura de Kansas (75%), Michael Bradley (70%) y Jelani McCoy (69%).

La diferencia es que entre esos tres jugadores mencionados, se combinaron para anotar 12 triples totales (todos en manos de Bradley) durante 265 partidos en la NCAA. Toppin, en cambio, se ha consolidado como un triplero capaz y peligroso: anotó 43 de 103 en Dayton, para un excelente 42%. No muchos intentos (1,6 por partido), pero eficiente y con margen para fortalecer esa parte de su juego.

Contar con un jugador capaz de dañar tanto en el pick and roll, como en el pick and pop, es un arma importantísima para cualquier ofensiva NBA.

Defensivamente, el de Brooklyn tiene un potencial muy interesante, con su combinación de físico, explosión y velocidad. Cuando está concentrado y jugando con energía, puede defender el perímetro, rebotear a un muy buen ritmo o proteger el aro con tapones en las ayudas (1,4 por cada 40 minutos).

A su vez, Toppin muestra ciertas condiciones como para imaginarlo como algo más que un finalizador/tirador en ofensiva: su juego de poste bajo está verde, pero con ciertos destellos de calidad, es un correcto pasador y ocasionalmente puede atacar a rivales más pesados desde el bote, aprovechando su pasado como base (durante la etapa de secundaria).

Debilidades

Toppin

Fuera de la edad (22 años), que seguramente será un condicionante para varios equipos, hay áreas en las que Toppin aún debe progresar. Para empezar, su entrega defensiva no es la mejor. Ya marcamos su buen potencial en ese costado, pero lo cierto es que a pesar de ser un jugador más maduro que la mayoría de sus pares, muestra ciertos lapsus claros en el campo propio: es más espectacular que efectivo, no tiene los mejores fundamentos y va a ser dominado por rivales más fuertes.

Más allá de que Azubuike es una mole y uno de los mejores jugadores de poste bajo de la NCAA, lo mucho que le costó contenerlo puede ser un adelanto de los problemas que tendría Toppin en la NBA, especialmente en situaciones de small-ball, jugando como cinco.

En el otro costado, Toppin fue extremadamente eficaz a nivel universitario pero probablemente se vea obligado a ampliar su repertorio en el profesionalismo: su juego de espaldas es limitado, no es demasiado creativo con el drible y su gran porcentaje en triples llega en un bajo número de intentos, tomando casi todos esos lanzamientos en recibir y tirar, con tiempo y espacio.

Toppin deberá demostrar en la NBA que puede mantener esos buenos números desde el perímetro, a pesar de la mayor distancia de la línea y de no tener la mecánica de tiro más pura o fluida.

Por último, su bajo promedio de rebotes ofensivos en la NCAA, presagia que no tendrá un impacto importante en esa área a nivel NBA.

Posición de Draft proyectada: Pick de Lotería (Top 14).

Comparación NBA: John Collins, Kenyon Martin con tiro.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Juan Estevez Photo

Juan es productor de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.