Las 10 jugadas que explican cómo Orlando Magic eliminó a los Chicago Bulls de Michael Jordan en 1995

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Jordan Shaq

Entre 1991 y 2003, Michael Jordan disputó 26 series de Playoffs, con un récord prácticamente inmaculado de 25-1. La única derrota llegó en 1995, el año de su regreso a la NBA tras su retiro en 1993, y tuvo a Orlando Magic de Shaquille O'Neal y Penny Hardaway como responsable.

Fue un golpe gigante, aún con el asterisco del poco tiempo que llevaba MJ de vuelta en las canchas, de parte de un equipo que parecía destinado a tomar la liga en su poder.

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¿Cómo hicieron los de la Florida para derribar esa barrera de invencibilidad que tenía Jordan? Lo analizamos a través de 10 jugadas claves del definitorio sexto partido, en el que Orlando termino de sellar el 4-2, con su victoria por 108-102.

El dominio de Shaq

Desde el arranque mismo del partido, la estrategia de Orlando saltó a la vista: llevar la bola al poste bajo para Shaquille O'Neal, pivote que en apenas su tercer año en la liga, ya era el máximo anotador de la misma (29,3 puntos).

Shaq había tenido algunos problemas para superar a las diferentes propuestas defensivas de Chicago en los cinco juegos previos, pero fue dominante en el sexto: terminó con 27 puntos y 13 rebotes, estableciendo las máximas del duelo en ambos rubros.

Remedio contra la doble marca

Sabiendo que defender a Shaq uno contra uno con Luc Longley era poco menos que un suicidio, Chicago envió doble marcas constantes para el pivote de Orlando. El problema fue que Magic ya estaba preparado para esta estrategia y tenía a un excelente grupo de tiradores rodéandolo.

Orlando anotó 12 triples en el Juego 6, con tres jugadores sumando cuatro cada uno: Anfernee Hardaway, Dennis Scott y Nick Anderson.

Números que serían correctos hoy en día, pero que eran sensacionales para 1995. Para poner en contexto, Chicago anotó apenas 31 triples sumando los seis partidos. ¿Su producción en este choque? Un flojo 5 de 14.

El mejor Pippen

Aunque no tuvo una buena serie (19 puntos, 41% de campo), el Scottie Pippen del Juego 6 combinó las dos versiones del alero: el complemento ideal para Jordan, aprovechando la atención que la defensa rival ponía en Su Majestad, pero también tomando el rol de esa primera opción ofensiva en la que se había transformado, desde el retiro de MJ en 1993.

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Pippen fue el mejor jugador de Chicago en el sexto encuentro, terminando con 26 puntos, 12 rebotes, 6 asistencias, 2 robos y un 8-15 de campo. Si el partido llegó parejo al cierre, fue en gran parte gracias a su labor.

Penny vs. MJ

Orlando no solo logró superar a Chicago en lo basquetbolístico, sino que además dio una enorme muestra de personalidad para un plantel extremadamente joven: Shaq estaba en su tercera campaña, Penny en la segunda y Dennis Scott tenía solo 26 años.

Los tres superaron los 20 puntos en el Juego 6, de diferentes maneras: Shaq con su fuerza bruta en la pintura, Scott desde el perímetro y Hardaway mostrando todo su talento, con un detalle no menor: era defendido por un Jordan extremadamente intenso y agresivo en ese costado (sumó 4 robos y 4 tapas).

Aunque por momentos Penny sufrió con la marca de MJ, el balance terminó siendo más que positivo: 21 puntos, 7 asistencias, 2 rebotes, 2 robos, 1 tapa y 4-8 en triples.

Flashes de Su Majestad

Jordan, quien había vuelto de su primer retiro solo dos meses atrás, no tuvo la mejor actuación anotadora, terminando con 24 puntos, 8-19 de cancha y 7-10 en libres, además de totalizar 6 pérdidas.

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Sin embargo, como ya marcamos, su trabajo defensivo fue excepcional (9 rebotes, 4 robos y 4 tapas) y resultó fundamental para que los Bulls pasaran al frente en el último cuarto, luego de haber estado abajo durante casi toda la noche.

Incluso dejándonos algunas joyitas, sacando de adentro su versión Air Jordan.

¿Todo controlado?

Con ese empuje defensivo de Jordan y sus compañeros, los Bulls tomaron el control del partido en los minutos finales y gracias a un triple de BJ Armstrong, pasaron al frente por 102-94, restando tres minutos.

Cuando Brian Hill solicitó un tiempo muerto, la serie parecía destinada a volver a Orlando para un séptimo duelo.

Vuelven los triples

Faltando 2:40, los Bulls mantenían la ventaja de ocho en el marcador, hasta que esta bomba de Nick Anderson despertó a los Magic.

Desconcentración defensiva de Kukoc y acierto del alero, para devolverle la confianza perdida a la visita.

Jordan no, Anderson sí

El cierre de los Bulls fue un recital de errores, especialmente en ataque, y no anotaron un solo punto desde el mencionado triple de Armstrong.

Restando poco más de un minuto, Jordan lanzó un air ball en uno de sus clásicos dobles a media distancia e inmediatamente Anderson respondió desde el mismo sector, dándole la delantera a los Magic (103-102).

Poco apoyo

Claro que la responsabilidad del mal final de Chicago no cayó solamente en Jordan. Pippen falló un par de lanzamientos cercanos al aro, mientras que Longley hizo lo propio, en la que terminó siendo la jugada más importante de la noche.

Jordan atrajo la marca y descargó para el australiano, quien increíblemente terminó errando una bandeja con poca oposición. Rebote de Shaq y minuto de Orlando.

La última chance

Tras la reposición, Scott anotó uno de dos libres, dejándole la puerta abierta a una última oportunidad para los Bulls. 104-102 abajo, con 26 segundos en el reloj. La bola, lógicamente en manos de Michael Jordan.

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Sin embargo, esta vez el ídolo no pudo hacer milagros. La defensa de los Magic colapsó la pintura ante su penetración, cerrando el aro con esa montaña apellidada O'Neal y obligando a Jordan a un pase exigido, que terminó en manos de Orlando

Los dirigidos por Hill liquidaron la serie desde la línea, enmudeciendo por algunos meses a un United Center que pronto recuperaría la gloria de antaño.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Juan Estevez Photo

Juan es productor de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.