La agencia libre de Brandon Ingram: ¿qué debe hacer New Orleans Pelicans?

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A la hora de hablar de los mejores agentes libres de este año, normalmente se deja afuera a jugadores como Anthony Davis o Brandon Ingram, ya que se da por sentado que continuarán en sus respectivos equipos. Pero mientras que con AD no parecen quedar dudas, la historia con Ingram tiene algunos temas interesantes que valen la pena analizar. Sobre todo teniendo en cuenta el reciente cambio de entrenador de los New Orleans Pelicans, con la llegada de Stan Van Gundy al banco.

Lo primero que hay que aclarar es la situación contractual de Ingram. El alero es agente libre restringido, lo cual quiere decir que si bien otros equipos además de New Orleans pueden hacerle una oferta para incorporarlo, los Pelicans siempre tendrán la ventaja de igualar esas cifras y retener al jugador, si así lo desean.

El otro punto muy importante es saber cuál es el máximo que pueden ofrecerle los Pelicans a su joven perimetral. Para los jugadores de primer a sexto año, grupo en el que entra Ingram, el salario máximo para el primer año de un contrato tiene un top del 25% del límite salarial de esa temporada. El problema es que aún no sabemos a ciencia cierta cuál será ese número en la 2020-2021, pero si por ejemplo se estableciera en 110 millones, estaríamos hablando de 27,5 millones en la 2020-2021 para el alero.

A partir de ahí, los equipos pueden ofrecer un aumento anual de 8%, lo cual en base a esos 27,5 millones iniciales dejarían un contrato máximo para Ingram en cinco años y alrededor de 160 millones de dólares.

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La primera pregunta es... ¿vale Brandon Ingram ese contrato máximo? Bueno, para eso hay varios factores a tener en cuenta. El primero es, lógicamente, la producción propia. El ex Lakers viene de tener a los 22 años la mejor temporada de su carrera, promediando 23,8 puntos, 6,1 rebotes y 4,2 asistencias, con un 46,3% de campo, un 39,1% en triples y 85,1% en libres. Su progreso tirador fue notable y le ganó un lugar en el All-Star de Chicago.

Claro que en términos de impacto general, la tarea de Ingram genera más dudas: con él en cancha, los Pelicans tuvieron un +/- negativo de  -1,4, mientras que registró un Net Rating neutral de 0. Es decir, New Orleans no tuvo ni peores ni mejores resultados cuando él jugó, comparado a cuando descansó. Esas cifras no son siempre del todo significativas, pero sí despiertan algunos interrogantes. Normalmente la presencia de los jugadores de contratos máximos se siente, tal como sucedió por ejemplo con su compañero Zion Williamson, quien en su año de novato tuvo un Net Rating de +7,6.

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Los problemas de Ingram llegan principalmente en el costado defensivo. De los 12 jugadores que integraron la rotación de Alvin Gentry con frecuencia en la 2019-2020, el alero tuvo el tercer peor rating defensivo del equipo: New Orleans permitió 111,3 puntos por cada 100 posesiones con él en cancha, apareciendo apenas por encima de dos malos marcadores como Jahlil Okafor y JJ Redick. Si tenemos en cuenta que buena parte de sus minutos llegaron compartiendo campo con buenos marcadores como Jrue Holiday, Lonzo Ball o Derrick Favors, los números asustan todavía más.

De todas maneras, no es solamente la producción propia la que debe guiar la mano de New Orleans a la hora de su oferta, sino también el encaje de Ingram con el propio Zion. A no confundirse: más allá de la juventud y el progreso de B.I., el futuro de la franquicia está en manos de Williamson y es clave que formen el mejor equipo posible a su alrededor. Después de todo, ya vimos lo que sucedió con Anthony Davis, a quien nunca supieron rodear de buena manera, ayudando a generar su deseo de abandonar la franquicia.

¿Cómo encaja Ingram con Zion? Su progreso como triplero es decisivo, porque Williamson necesita tiradores a su alrededor. Además, en el tiempo que jugaron juntos, ambos demostraron ser compatibles. Estas son sus estadísticas proyectadas a 36 minutos, mientras compartieron cancha: números de All-Stars en ambos casos.

Jugador Puntos Rebotes Asistencias
Zion Williamson 26,1 7,8 2,6
Brandon Ingram 22,3 6,6 5,2

Las dudas crecen en defensa. Ya hablamos de los problemas de Ingram, mientras que hoy Zion también tiene grandes dificultades allí. Sin embargo, la 2019-2020 le ha dado el visto bueno a la dupla en ese costado del campo: cuando jugaron al mismo tiempo, los Pelicans tuvieron un rating defensivo de apenas 99,6 puntos, el cual no es bueno... es extraordinario. Y si bien es cierto que la muestra es pequeña (408 minutos), no deja de ser una marca esperanzadora para New Orleans. Especialmente porque si bien ambos tienen deficiencias en la marca en el presente, también tienen todas las herramientas físicas y atléticas como para ser muy superiores en el corto o mediano plazo.

El Net Rating general de la dupla, un +8,2 en esos 22 partidos que compartieron, nos da el veredicto definitivo: la 2019-2020 mostró que Zion e Ingram no solo pueden complementarse, sino también ser extremadamente efectivos. Los Pelicans tuvieron muchos problemas durante la temporada anterior, pero cuando juntaron a sus dos estrellas, rindieron al nivel de los mejores conjuntos de la competencia. Sostenible o no, esa es la evidencia que tiene la franquicia hoy en día, cuando tiene que tomar una decisión en el mercado.

En un escenario ideal, New Orleans le sacaría algunos millones a ese salario máximo analizado previamente. Después de todo, Ingram todavía tiene preguntas para responder en su desarrollo como una súperestrella y especialmente, demostrar que puede ser uno de los dos mejores jugadores de un equipo competitivo. Su récord de 103-149 tras los primeros cuatro años de su carrera, sin apariciones en Playoffs, no deja de prender una alarma. Un contrato por cinco años y de 140 a 145 millones parecería tener sentido para ambos lados, especialmente porque el máximo con el que podría firmar por otro equipo son cuatro años y alrededor de unos 118 millones, dependiendo del límite salarial.

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En los mercados de Agencia Libre, las franquicias no solo deben negociar de acuerdo a lo pretendido por el jugador, sino también teniendo en cuenta qué otras ofertas puede tener sobre la mesa. Y en ese tipo de comparaciones, el equipo más reciente del agente libre siempre va a tener la ventaja. Tal es el caso de los Pelicans.

¿Es Ingram una garantía de súperestrellato? No. Pero la 2019-2020 estuvo llena de señales positivas, tanto desde el rendimiento propio a una temprana edad, como desde la producción del equipo cuando lo juntaron con Zion. Y por otro lado, si no es Ingram... ¿podrían incorporar un alero de mejor nivel, en un mercado relativamente pequeño como New Orleans? Seguramente no. 

Los Pelicans necesitan acumular talento y evitar un Anthony Davis 2.0 con Zion. Y para ello, hoy no tienen mejor opción que abrir la billetera y esperar que la apuesta por Ingram de resultado.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Juan Estevez Photo

Juan es productor de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.