Al Horford fue una de las sorpresas del verano en la NBA. Es cierto que es difícil quedarse con uno o dos movimientos que realmente fuesen inesperados, aunque si hay que elegir la marcha de Horford a los Philadelphia 76ers entra sin duda en la lista.
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En junio se filtró que Horford rechazaría su opción de jugador de 25 millones de dólares para renegociar una extensión con los Boston Celtics que fuese favorable para el equipo. Sin embargo con los días comenzó el distanciamiento y Horford terminó marchándose a uno de los rivales directos de Boston.
"Cuando terminó la pasada temporada todos nos sentimos decepcionados. Di algunos pasos atrás para mirar en qué dirección iba la franquicia y qué estaba pasando. Y todos sentíamos que Kyrie (Irving) se iba a marchar. Era como, quizás se queda, pero luego teníamos muy claro que no, que se iba a marchar", cuenta Horford.
La salida del dominicano pilló desprevenida a la directiva verde. En Philadelphia le ofrecían un contrato de cuatro años y 109 millones (parcialmente garantizado) muy difícil de rechazar, además de una situación muy competitiva para los próximos años.
"Estoy aquí porque quiero un campeonato. Busco el título", le cuenta al Boston Herald.
"Pensé en mi carrera y en los años que me quedan. Hubo ciertas cosas que quisimos conseguir la temporada pasada como equipo y otras que necesitábamos. Teníamos todas las piezas, pero no lo conseguimos y pasamos página. Tampoco sabía si iba a ser una espera de dos años o cómo iba a ser. Era eso y las razones financieras. Cuando empezamos a negociar y no coincidimos en ciertas cifras, ahí es cuando decidí que tenía que abrirme a la Agencia Libre", dice Horford.
Cuando el pívot rechaza la opción de jugador y comienza a negociar con Boston se habla de un contrato de tres años. Finalmente ese cuarto año que ofrecen los Sixers termina siendo clave en su firma, pese a que del montante final de 109 kilos hay 97 garantizados.
"Desde su punto de vista creo que hicieron todo lo que tenía sentido para ellos. He sentido que siempre señalaban mi edad y lo entiendo, tengo 33 años. Hicieron lo que consideraron mejor para ellos y fue duro porque realmente estaba dentro de Boston, de lo que supone ser un Celtic. Tuve que pensar en lo que tenía sentido para mí. Fueron tres años muy buenos, pero nos quedamos cortos en el objetivo de alzar un 'banner'. Mi decisión se basó en competir por el campeonato y maximizar mi situación financiera".
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Pero, ¿qué hubiese pasado si Kyrie Irving se hubiese quedado en Boston? Horford dice que "no sabe que hubiese pasado". Cree que se hubiesen tenido que dar cambios importantes "porque estaba claro que ese grupo no funcionaba".
Y cambio de pregunta, si hubiese sabido que Kemba Walker firmaba con los Celtics, ¿seguiría en Boston? "No quiero quedarme en el pasado, pero sí, hubiese sido totalmente diferente". Da para pensar.
En Philadelphia se presenta un panorama distinto. Al lado de uno de los mejores pívots de la liga como Joel Embiid, Horford jugará más como cuatro que como cinco, papel que lleva ejerciendo los últimos años en Massachusetts.
Los Sixers abren la temporada el 23 de octubre precisamente ante los Celtics en Philadelphia. Será un debut especial para Horford. Más todavía el 12 de diciembre, día que regresa al TD Garden con la elástica de Philly.
"Entiendo el significado de la rivalidad y obviamente mi marcha es una decepción, lo respeto. Entiendo que la gente no esté contenta. No la tendré con nadie que guarde sentimientos negativos por mi marcha. Creo que di todo lo que tenía. Sobre la pista, tratando de ser un líder, ayudando a los demás, haciendo trabajo extra... Sin resentimiento, pero decepcionado. Entiendo que la gente esté decepcionada, yo también lo estoy. No ganamos el título, no llegamos donde queríamos llegar".
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.