Las expectativas se ponen realmente altas cada vez que un jugador es elegido con la primera selección del Draft de la NBA. Se espera rápido un rendimiento brillante de esos jugadores elegidos como los primeros de su camada y en muchos casos esto termina perjudicando al desarrollo del deportista, que si no logra responder queda etiquetado como un "bust", un jugador que no sirve, un error que puede costar el trabajo de los gerentes de la franquicia que "desaprovechó" su oportunidad de saltar a los primeros planos por esa mala elección.
Andrew Wiggins llegó a Minnesota Timberwolves en 2014 siendo el pick 1, no elegido por ellos sino por Cleveland Cavaliers. Y con esas mismas expectativas de ser la pieza que empezaba en grande la reconstrucción de un Minnesota que para entonces ya llevaba 10 temporadas consecutivas sin poder acceder a los Playoffs. Su paso por ahí no fue tan malo como marcarlo como "bust", pero no llenó el hambre en los T-Wolves como se esperaba.
El canadiense jugó 442 partidos en Minnesota promediando 19,7 puntos (45% en tiros de campo), 4,3 rebotes y 2,3 asistencias, números muy buenos para alguien que se marchó de ahí antes de cumplir 25 años, antes de entrar a la mejor fase de su carrera. Sin embargo cuando salió traspasado nadie pareció lamentárselo demasiado allí sino que la llegada de D'Angelo Russell ilusionó más: la dupla de Wiggins con Karl-Anthony Towns nunca terminó de funcionar, el equipo estuvo temporada tras temporada de Andrew entre las peores defensas de la liga y el alero era más cuestionado por su contrato (firmó 147 millones por 5 años en 2018) que celebrado por su juego.
En ese contexto los Warriors se fijaron en él. Vieron que era alguien que podía terminar cayendo mejor que Russell en el esquema de una franquicia que ya daba por perdida la temporada 2019-2020 tras varias lesiones. Y encima llegaba con el añadido de una selección de primera ronda del Draft (que terminó siendo Jonathan Kuminga). Un traspaso que analizado hoy, casi dos años después, parece haber sido un gran negocio para Golden State porque están sabiendo explotar a Wiggins para que muestre su mejor versión.
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Por caso, en su última presentación Wiggins logró su mejor marca como tirador de tres puntos: 8 aciertos en 10 intentos para ganarle a Orlando Magic.
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— Golden State Warriors (@warriors) December 7, 2021
Eight treys tonight for @22wiggins pic.twitter.com/6xb59Sda5H
Esta marca frente a los de Florida es apenas un detalle en toda la pintura de su evolución como tirador: Wiggins está acertando un 41,6% de sus tiros de tres puntos en esta campaña mientras que en sus años en Minnesota nunca pudo pasar del 35% (de hecho se fue de ahí con 520 aciertos en 1566 intentos, un flojo 33,2% de efectividad). Cuando llegó a la NBA prácticamente no tenía el tiro exterior en sus herramientas: en su octava temporada como profesional ya lo ha pulido bastante y hoy es regular con eso, usándolo en buen volumen (5,2 intentos de triple por partido).
Wiggins está por ejemplo teniendo casi el mismo porcentaje de eFG (estadística que ajusta el porcentaje de tiros de campo para darle mayor importancia a los triples que a los dobles) que Stephen Curry: 56,5% para el ex Minnesota y 57,4% para Steph, uno de los mejores tiradores de la historia de la NBA, sino el mejor. Y aunque Jordan Poole comenzó la temporada amenazando ser la gran revelación de los Warriors, algo que en parte se está dando, es Wiggins el segundo máximo anotador del equipo con sus 18,7 puntos por encuentro.
El entrenador Steve Kerr cree entender el secreto de esta evolución: "Lo más importante que estoy viendo de Andrew es que simplemente está recibiendo el balón y tirándolo. Siempre fue un buen tirador de tres puntos, pero más que nada desde el drible. Con nosotros mejoró cuando está solo, para recibir y tirar".
"La clave de estar en este equipo, jugando con Steph (Curry) y con Draymond (Green), es que ellos te van a conseguir tiros abiertos, buenas oportunidades. Nunca tuve tantos tiros abiertos en toda mi carrera", comentó Wiggins al respecto. En esta campaña está intentando 4,2 triples de catch and shoot por partido, encestando el 43% de ellos. En la última campaña completa que jugó en Minnesota lanzó 3,4 por partido, metiendo el 36%.
Las estadísticas avanzadas como el PER (17,3, puesto 60 en la NBA), los win shares por 48 minutos (.155, 44° en la liga) o las win shares defensivas (1,2, 11° en la NBA) también reflejan el impacto positivo de Wiggins en esta campaña. No a nivel de All-NBA o ni siquiera de All-Star, si al nivel de un complemento para este Curry candidato al MVP.
"No creo que sea posible no querer a Andrew Wiggins. Simplemente es un ser humano tan bueno. Realmente es un placer estar a su alrededor. Sus compañeros lo aman, es fácil dirigirlo. Lo que sea que le pidas lo acata y lo hace. Realmente pienso que él está disfrutando estar aquí. Pienso que encontró un buen nicho con ese grupo de chicos y ellos aprecian todo lo que él hace por nosotros. No lo sé, pienso que ha encajado muy bien y que está jugando a un nivel muy alto". Esas palabras le dedicó recientemente Kerr a Wiggins diciendo eso que se ve a leguas de distancia: que Wiggins encontró su lugar en Golden State. Basta con ver algunos datos de esta temporada:
- Mejor porcentaje de campo de su carrera (48,8%)
- Mejor porcentaje de triple de su carrera (41,6%, 5,2 intentos)
- Mejor TS% de su carrera (59,1%)
- Mejor PER de su carrera (17,3)
- Menor promedio de minutos de su carrera (30,3)
- 10° en la liga en triples catch and shoot (mínimo de 4 intentos), con 43%
"Amo a mis compañeros, amo ganar", certificó Wiggins semanas antes. Lo disfruta. Nunca pasó por una situación así: solo jugó una vez Playoffs con un equipo de Minnesota que se clasificó en la última jornada en 2018 y que perdió 4-1 en Primera Ronda. El año pasado se quedó con la espina, siendo Golden State eliminado en el Play-In tras desaprovechar dos oportunidades.
Ahora que Klay Thompson está por regresar, el protagonismo ofensivo de Wiggins tendrá que caer en el promedio de tiros y puntos, pero su importancia para el equipo seguirá siendo grande. Es el alero versátil de dos metros del molde que en su momento Golden State disfrutó con Harrison Barnes pero mejorado, ese jugador que brinda polifuncionalidad, que puede trabajar contra una estrella rival en defensa y que no necesita mucho el balón para anotar.
Wiggins ya está cerca de cumplir 27 años y puede que nunca llegue a ser una gran estrella de la liga. Pero si este equipo de Golden State llega alto, habrá hecho lo suyo para ser recordado de forma positiva y no como una decepción. Mientras tanto, sigue evolucionando y este miércoles cuenta con otra opción para demostrarlo.
Cómo ver Golden State Warriors vs. Portland Trail Blazers
- Horario: 21:00 hs. CDMX | 00:00 hs. Argentina | 04:00 hs. España
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- Televisión: ESPN (Latinoamérica)
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