Atlanta Hawks y su rápido rearme para ser un equipo de Playoffs

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El desembarco de Trae Young en Atlanta Hawks en 2018 y su progresiva adaptación a la NBA tuvo como resultado un inesperado buen año en lo colectivo para los de Georgia, no tanto en lo que a resultados se refiere pues finalizaron en 12ª posición en el Este con un balance de 29-53, pero dieron muestra de poder ser un proyecto a futuro que tener en cuenta, creciendo alrededor de un base llamado a ser una estrella. El destino quiso que el arranque de la 2019-2020 fuese un completo desastre para los de Lloyd Pierce. Primero perdieron a John Collins por sanción y más tarde al propio Young por una lesión menor en uno de sus tobillos que afectó a su rendimiento y promedios.

Para cuando recuperaron a Collins la temporada ya estaba perdida, con 6-25 de marca y muy lejos del objetivo de Playoffs por lo que la gerencia tuvo que hacer una serie de movimientos que relanzasen el proyecto. En una agresiva maniobra, los Hawks se hicieron con el pívot Clint Capela a cambio de Evan Turner y su primera ronda del Draft de 2020, que se convertiría más tarde en Aleksej Pokusevski, rumbo a los Wolves así como una segunda ronda de 2026 para los Rockets en una operación que involucró a 4 franquicias. Con la llegada del jugador suizo Atlanta encontraba al fin el interior sobre el que estructurar su juego en consonancia con Young, así como añadir una pieza con experiencia en postemporada y versatilidad ofensiva.

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El desafortunado desenlace de la campaña por la crisis sanitaria dejó a los de Georgia sin opciones de probar su nueva incorporación en pista, pero la gerencia no frenó en sus labores, focalizándose en la próxima Agencia Libre en la que apostarían todo su capital para darle una nueva imagen y un impulso a su plan de regresar a lo más alto de la Conferencia Este.

Rumbo a un mercado sin grandes nombres como en otras ocasiones era el momento de que los Hawks fuesen agresivos, conquistando con amplios salarios a jugadores perceptibles de ello y que pudiesen encajar en su filosofía. De este modo se pusieron dos objetivos claros a nivel global: rodear a Trae Young de los mejores tiradores exteriores y acompañarle de un reemplazo de nivel en el puesto de base.

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La primera cuestión respondía a una necesidad no tanto del base sino del equipo en general pues la juventud e inexperiencia de piezas como Cam Reddish, De'Andre Hunter o Kevin Huerter había impedido que las brillantes actuaciones de Young se tradujesen en victorias por lo que apuntalar no solo talento ofensivo, sino veteranía y experiencia era una obligación si Atlanta aspiraba a dar el siguiente paso. Fue por ello que Travis Schlenk, General Manager del equipo, puso la mira en dos figuras del mercado: Danilo Gallinari y Bogdan Bogdanovic.

El primero vendría a aportar versatilidad en ataque, pudiendo combinar las posiciones de 3 y 4, abriendo el campo por su perfil tirador y que, al mismo tiempo, permitirá a los Hawks disfrutar de un anotador curtido en sus más de 10 temporadas en la NBA. El italiano llegó a través de un sign&trade con Oklahoma City Thunder por el cual los Hawks enviaron una segunda ronda de 2025 y que unirá a ambas partes para las próximas 3 temporadas a cambio de 61 millones de dólares. “Danilo marca muchas casillas en las que hemos priorizado. Queríamos agregar veteranos productivos y tiradores de alto nivel a nuestro grupo y él proporciona ambas. Con su tamaño, es uno de los anotadores más versátiles y eficientes de la liga y ha demostrado ser el tipo de veterano que quieres en tu vestuario", dijo Travis Schlenk.

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Mientras, el escolta serbio tardó más en recalar en Atlanta por su condición de agente libre restringido, alcanzando un acuerdo de 4 temporadas a cambio de 72 millones de dólares. De nuevo, una apuesta a un alto coste salarial, pero realizada en un jugador que aportará no solo en la cuestión anotadora donde ha dado muestras de sobra de tener un talento único para el lanzamiento exterior, sino también en la función creativa, dando apoyo a Young en los momentos importantes de los encuentros y liberándole de la presión defensiva. "Bogdan tiene un gran sentido del juego, y esperamos que se adapte perfectamente a nosotros con su conjunto de habilidades ofensivas de alto nivel, experiencia y dureza", comentó el GM de los Hawks en su presentación. “No es ningún secreto que una de nuestras mayores áreas de enfoque en la agencia libre fue agregar profundidad de tiro y calidad. Con Bogdan como parte de nuestro grupo entrante, sentimos que esas son ahora áreas de fortaleza".

La segunda cuestión clave para la mejora del equipo que se marcaron los Hawks venía a responder una problemática que había acompañado a Trae Young durante todo el curso y es que el base tuvo el dudoso honor de ser el jugador que más pérdidas cometió por partido el pasado curso (4,8). Este dato no quiere decir que sea un mal pasador, ni mucho menos, sino que en una conjunción entre receptores poco hábiles, fagocitación ofensiva y una toma de decisiones mejorable el jugador formado en Oklahoma no pudo despuntar de la manera que le hubiese gustado.

Por ello, la franqucia ha realizado dos movimientos con el propósito de rodear al All-Star de recambios naturales o bien de piezas con las que pueda compartir las funciones de manejador. Así llegaron Rajon Rondo (15M, dos años) y Kris Dunn (9,5M, dos años). El primero por una cuestión de veteranía y galones que debería servirle a Young como mentor y guía, mientras que el segundo llega para aportar un perfil defensivo ya que Dunn fue uno de los jugadores con más robos y deflections del pasado curso en los Bulls.

La meta y el fin de Atlanta Hawks está claro: volver a los Playoffs. Y para conseguirlo han realizado una ambiciosa apuesta a tres años en lo salarial y deportivo para aprovechar el gran momento que viven sus piezas jóvenes y rodearlas de jugadores experimentados que les nutran. No obstante, queda por resolver la cuestión defensiva ya que en el hipotético quinteto titular no hay un jugador siquiera que destaque precisamente por sus aptitudes en este ámbito, cabe recordar que Atlanta fue la tercera peor defensa de toda la competición el pasado curso, encajando 114,4 puntos por 100 posesiones y que dos de sus fichajes (Gallinari y Bogdanovic) firmaron números similares en eficiencia defensiva con 111 y 110 respectivamente.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Sergio Rabinal Photo

Sergio es productor senior de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.