La lesión sufrida por Trae Young en el tobillo derecho durante el encuentro ante Milwaukee Bucks el pasado 28 de diciembre hacían de Atlanta Hawks una presa mucho más débil en un momento crítico para el proyecto y la franquicia. Las derrotas se sucedían noche tras noche y la sensación de incapacidad ante sus rivales era evidente. Un severo correctivo en Chicago ante los Bulls ampliaba la racha negativa de derrotas a diez, cada vez más cerca de igualar los peores registros de la franquicia en quince años.
MÁS | ¡Vota aquí a tus jugadores favoritos para el NBA All-Star Game 2020!
Sin embargo y a pesar de todas las bajas, los Hawks encontraron la manera de sobreponerse a todos sus problemas y carencias para volver a la senda del triunfo, imponiéndose por 101 a 93 a los Orlando Magic. A domicilio y tras una primera parte muy irregular, los de Lloyd Pierce finalmente despertaron de la mano de De'Andre Hunter y Kevin Huerter en un desenlace emocionante donde el desacierto de Evan Fournier corrió a su favor.
Un arranque desafortunado con desajustes en el juego interior causados por Bruno Fernando obligaron a Pierce a cambiar el plan de partido, apostando por secundarios como Alex Len o Brandon Goodwin. El acierto de este último desde la larga distancia mantuvieron al equipo en la primera mitad con una precisión increíble, encajando 3 de sus 4 lanzamientos y finalizando con 21 puntos como máximo anotador. Si bien en la segunda mitad Goodwin se centró en tareas más redistributibas acabando con 6 asistencias, el base fue el factor X que hizo despertar a los jugadores clave de Atlanta.
MÁS | Ricky Rubio, clave en la remontada de Phoenix Suns, suma otro doble-doble
Inmersos en un juego rápido y de toma de decisiones rápidas, los de Georgia encontraron en el tercer cuarto la vía para tumbar a los Magic: la pintura. El sistema de ayudas y de defensa del bloqueo directo de Orlando se vino abajo tras el descanso. Focalizados en detener a Goodwin y su peligro exterior desprotegieron la zona, dejando a Hunter y Len espacio suficiente para anotar y colocar un parcial de 27-15 que les pondría en disposición de ganar.
Atlanta fue capaz de remontar una desventaja de 18 puntos, pasando de un 37-55 adverso llegados al segundo cuarto a que Allen Crabbe pusiese el 71-70 con un triple a pase de Goodwin. Un trayecto complicado en donde los ajustes desde el banquillo resultaron claves, impulsando un incremento en la actividad reboteadora para acabar con 52 (por solo 40 de Orlando) que les permitió disponer de 11 posesiones extra tras rebote ofensivo.
Goodwin, el héroe
Brandon Goodwin llegaba a este choque con el objetivo de suplir la baja confirmada de Trae Young que se encontraba en Atlanta recuperándose de sus problemas físicos. Con un contrato de two-way player de G-League, el base de 24 años solo había disputado cinco encuentros en la presente temporada sin mucho protagonismo pero gran acierto en sus intervenciones (10 minutos y 40% en T3).
MÁS | El resumen de la noche
Su irrupción en el partido cambió el equilibrio de fuerzas entre los dos equipos, permitiendo a Hunter y Huerter descargarse de presión defensiva sobre el balón para encontrar sus propios espacios y disponer de oportunidades de anotar.
"Goodwin ha tenido cierto éxito en la G-League, por eso lo llamamos en primer lugar ... Ha estado lanzando bien la pelota, solo necesitábamos darle unos minutos y lograr que se calmara y entonces entró y empezó a anotar, aseguró el técnico de los Hawks.
"Lo amamos", decía Huerter. "Solo con la confianza con la que jugaba. Todos los que están en esta liga pueden hacer algo así, pero hoy salió del banquillo y aportó en la defensa. Fue diferencial en el partido", señaló.
Los Hawks firman así su primer triunfo en casi un mes ya que no ganaban desde el 8 de diciembre ante los Hornets. A pesar de ello la situación no cambia significativamente, pues se colocan en último lugar del Este con 7-27 de balance.