Apenas tiene 42 años, pero con casi la mitad de su vida dedicada al baloncesto profesional, Becky Hammon ya dejó una marca en la historia de este deporte. Leyenda de la WNBA (seis veces All-Star y cuatro veces All-WNBA a pesar de no haber sido drafteada en 1999) y medallista olímpica en Beijing 2008 (medalla de bronce con la Selección de Rusia), tuvo una carrera excelente jugando de base, pero quiere construir algo aún mejor al costado de la cancha.
Desde mediados de 2014 que Becky se desempeña como asistente en el staff técnico de San Antonio Spurs liderado por Gregg Popovich, uno de los bancos más prestigiosos de la liga. Allí se fue ganando su lugar y hoy es la mano derecha de Pop, luego de haber sido entrenadora campeona del equipo de Summer League. La primera asistente contratada a tiempo completo en la historia de la liga sueña con cosas más grandes.
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En el podcast Ledlow & Parker, conducido por Kristen Ledlow y otra estrella del baloncesto femenino, Candace Parker, Hammon habló sobre su experiencia en San Antonio, su relación con Popovich y el lugar de las mujeres dentro de la NBA, además de realizar un divertido juego de asociación de palabras en el que definió a Manu Ginóbili como "increíble".
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Hammon se retiró de la actividad deportiva a los 37 años, vistiendo la camiseta de las San Antonio Stars en la temporada 2014, pero piensa que tenía cuerda para un poco más: "Creo que podría haber jugado uno o dos años más, pero me quería ir en un buen momento". Bromeando, Becky contó que luego se arrepintió un poco: "Al ver lo que es un trabajo real pensé uff, debería haber seguido jugando al baloncesto".
Es que todo fue rápido para ella. En el 2013, cuando se rompíó el ligamento cruzado anterior de una de su rodillas, comenzó a reunirse con el staff de San Antonio Spurs mientras realizaba su rehabilitación. Un año después, tras retirarse de la WNBA en agosto de 2014, sorprendió a todos junto a los Spurs al anunciar que se sumaría como asistente a tiempo completo. Sería la segunda mujer en trabajar en un cuerpo técnico de la NBA, pero su predecesora, Lisa Boyer, no formaba parte del staff full-time de Cleveland Cavaliers en 2001 ni viajaba a los partidos como visitante.
Gregg Popovich confió en Becky, sin importarle su género, su edad o su falta de experiencia. "Después de haberla observado trabajando junto a nosotros, confío en que su conocimiento del deporte, su ética de trabajo y sus habilidades interpersonales ayudaran al equipo", declaró Pop entonces.
Hammon le agradece y dice que el legendario entrenador fue el verdadero pionero: "El rompe barreras fue Popovich antes que yo. Porque él fue el primero en tomar una decisión así. Antes hubo muchas mujeres con posibilidades, pero un hombre nunca había tenido la decisión de llevarlas". Becky siguió: "Probablemente muchas mujeres golpearon las puertas de la NBA antes que yo, pero Pop fue el primero en no preocuparse por el género, en pensar: ella sabe de baloncesto y puede aportarnos algo. Él fue el hombre que hizo todo esto posible, cuando la mitad de la población no era contada a la hora de pensar en alguien que pueda hacer este trabajo".
También contó que a Popovich lo conocía desde los Juegos Olímpicos de Londres 2012, cuando compartieron el avión de regreso a San Antonio: "Allí hablamos muchas cosas sobre Rusia (país al que Hammon representaba) y la vida, no sobre baloncesto". Justamente de eso explica Hammon que se tratan las cosas en los Spurs, sobre más que deporte: "El enfoque en San Antonio va más allá del baloncesto. Apesta perder partidos, pero tomándolo en perspectiva, hay más cosas en la vida. El mensaje a los jugadores es: esto es lo que haces en tu vida, pero no es quien eres".
¿La sucesora de Popovich?
El último movimiento en el mercado de entrenadores fue el despido de David Fizdale por parte de New York Knicks. Uno de los nombres que se rumoreó para sucederlo fue el de Becky Hammon, quién también es nombrada por algunos como la sucesora de Gregg Popovich en San Antonio cuando el entrenador cinco veces campeón de la NBA decida retirarse. De lograr ser entrenadora principal en la mejor liga de baloncesto del mundo, Hammon haría algo totalmente impensado años atrás.
"Si, siento algo de presión por ser la primera entrenadora principal en la historia de la NBA. Pero trato de no pensar en eso, sino mentalizarme en mi trabajo, hacer lo que tenga que hacer sabiendo que al final del día mi oportunidad llegará", expresó Becky, que bajó un poco el tono del impacto que tendría un hito así: "Es simplemente baloncesto. Las mujeres estamos haciendo cosas increíbles en el mundo, como liderar equipos de cirugía en los hospitales, donde salvan la vida de personas. Los deportes son el último mundo en permitirnos ingresar. Todo lo que puedo hacer es trabajar de la mejor forma posible para que una niña tenga su lugar cuando crezca".
Algunos críticos cuestionan como haría una mujer para manejar un vestuario de un equipo masculino, pero Hammon les responde: "A los entrenadores hombres de la WNBA no les preguntan como hacen con el vestuario. Lo que hay que hacer es dar vuelta la conversación. De esa forma la gente se da cuenta que es una pregunta sin sentido".
En cambio, Becky manifiesta que si siente el apoyo de sus ex-colegas, las figuras de la NBA: "Los jugadores me respetan mucho. Incluso los rivales, LeBron (James), Chris Paul, me han dicho lo contentos que estaban por mi oportunidad. Siempre me apoyaron. La gente que tiene problemas es otra".
Pop, Duncan, Manu y otros
Al final de la entrevista, Hammon participó de un divertido juego de palabras en el que debía definir con apenas un término a distintas personas de la organización de San Antonio Spurs. A Gregg Popovich lo asoció con uno de los hobbies más conocidos del entrenador, el vino. Sorprendió diciendo "sarcasmo" para Tim Duncan, actual compañero suyo en el staff técnico, mientras que a otra leyenda de los Spurs como Manu Ginóbili lo definió como "increíble".
Dentro de las figuras del equipo actual, eligió "rojo" para LaMarcus Aldridge por su preferencia por ese color a la hora de vestirse, calificó a DeMar DeRozan como "dulce" y para el australiano Patty Mills dijo "Bala", el término del idioma meryam mir que significa "hermano" y que Mills suele repetir en la previa a los partidos. Finalmente, para ella misma escogió la palabra "propósito".
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