Ben Simmons y la necesidad de que de un paso adelante en ataque para Philadelphia 76ers

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Ben Simmons es un espécimen muy extraño en la actual NBA. Un jugador que, por dimensiones físicas y capacidad de uso de su cuerpo, podría dominar cada partido en ambos extremos del campo, colocándose al nivel de muy pocos en toda la liga y que, sin embargo, parece rehusar. Al contrario, el australiano se refugia en el pase como parcela desde la que aportar, construyendo el éxito del equipo a partir de la dirección de juego y no la comandancia del balón. Solo en contadas ocasiones y cuando así lo desea este, saca a relucir sus habilidades anotadoras. Siempre en pequeñas dosis y nunca en exceso.

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En la reciente victoria de los Philadelphia 76ers ante Oklahoma City Thunder por 117 a 93, Simmons acabó siendo uno de los artífices del triunfo precisamente por esa insistencia de cara al aro que en otras ocasiones ha echado tanto en falta el conjunto de Doc Rivers.

El base finalizó con 13 puntos, 3 rebotes y 3 asistencias en 28 minutos con un 5 de 9 en tiros de campo. Aunque parezca poco comparado con otras actuaciones, el jugador de los 76ers consiguió prácticamente todos sus tantos en el primer cuarto, iniciando con un 4 de 5, incluyendo dos lanzamientos en suspensión. 

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El encuentro quedó rápidamente roto a favor de Philadelphia que erigió su triunfo gracias a la defensa, evitándose problemas en el cierre como sucedió recientemente, lo cual fue posible gracias al inicio que tuvieron tanto Embiid como el mencionado Simmons. Precisamente el pívot camerunés al ser preguntado por el rendimiento de su compañero dio su opinión sobre lo que debería tratar de hacer y lo importante que resulta que el australiano esté más activo en lo que a anotación se refiere.

"Tiene que conseguir que el otro equipo le defienda", dijo Embiid. "En noches como hoy lo hemos visto. Me sentí realmente ilusionado cuando le vi anotar esos dos tiros en suspensión. Está empezando a sentirse cómodo, volviendo a donde estaba justo antes del parón del All-Star. Así que tiene que seguir haciendo todo eso".

"Lo más importante es que es un base, quiere ser un base, quiere tener a todo el mundo involucrado. Pero a veces necesita ser más agresivo para que el resto de los rivales tengan que defenderle".

El pívot de los 76ers dio en el clavo con respecto a Simmons y es que, pese a estar completando una temporada magnífica, con un rendimiento defensivo digno de merecer el premio al Mejor defensor y de ser uno de los pilares del juego ofensivo del equipo, esto no se ha traducido en un incremento de su anotación y su involucración en ese sentido.

El australiano es el 10º jugador de toda la NBA que más touches (toques) promedia por partido con 85,7, superando a otras estrellas como Damian Lillard, Stephen Curry o Chris Paul. A base de amasar balón en busca de una opción propicia para sus compañeros es capaz de generar una enorme cantidad de puntos tras pase, con una media de 19,2 tantos producidos gracias a sus asistencias. Es decir, de un modo u otro, de sus manos nace el 30% de los puntos de los 76ers en cada encuentro.

No obstante, su volumen de uso como anotador es sumamente reducido, algo que ha sido más evidente aún en las últimas semanas. Si antes del parón promediaba 16,1 tantos con un 57,8% en tiros de campo y una media de 10,7 intentos, tras el All-Star esto ha bajado a 12,6 puntos con un 46%, siendo el quinto jugador que más lanzamientos intenta por noche.

Pensando en los Playoffs la implicación del australiano en el ataque de los 76ers va a ser aún más importante ya que, como se lleva viendo durante todo el curso, los rivales van a tender a ser agresivos en la defensa de Joel Embiid, obligando al equipo a mover la bola en busca de la grieta defensiva del oponente. Es en este tipo de contextos donde Simmons ha de dar un paso al frente, forzando al rival a tener que ajustar sobre él, descargando de presión a media pista al camerunés y abriendo espacios a otros como Tobias Harris, Seth Curry o Danny Green, quienes más se pueden beneficiar de una actitud más proactiva del nativo de Melbourne.

En los 10 partidos que Simmons ha intentado más de 13 tiros de campo Philadelphia ha conseguido 6 victorias, sucediendo 2 de esas derrotas sin Embiid y alcanzando en una de ellas su máximo de carrera en anotación con 42 puntos y un 57% de acierto.

Su carencia de lanzamiento exterior no debería ser un lastre para el australiano a la hora de poder anotar. Teniendo en cuenta su poderoso primer paso, involucrarle en acciones de bloqueo directo como tercera pieza en las triangulaciones podría abrir una gran cantidad de espacios a los de Doc Rivers, castigando en situaciones de estampida como estas:

Otra opción que abriría muchas opciones a los 76ers sería incrementar el número de posesiones de bloqueo directo con Embiid como quien coloca la pantalla, algo que se ha centrado especialmente en acciones donde el australiano recibe al poste, generando un extraño spacing ofensivo que facilita a los defensores la cobertura.

Con Simmons al frente el equipo corre y juega rápido, pero junto a Embiid tiende a diluirse en el sistema para dotar de balones al jugador más en forma del equipo. En muchas ocasiones su participación en el ataque se reduce únicamente a ocupar el dunker spot (poste opuesto a balón) a la espera del rebote ofensivo o bien moverse sin la pelota.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Sergio Rabinal Photo

Sergio es productor senior de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.