El baloncesto corre por sus venas y tiene a toda Europa como su ejército. Luka Doncic desembarca en la NBA junto a los Dallas Mavericks con todos los galardones y títulos más importantes que se pueden cosechar en el viejo continente bajo su brazo. Un perfil europeo muy diferente a lo que en los últimos años han copado las primeras posiciones del Draft.
Un jugador sumamente polivalente y con impacto directo en ambas zonas de la pista, con una madurez más asentada y un bagaje mayor respecto a sus colegas de class. Doncic maneja con ambas manos y puede jugar tanto a ritmo alto como a media cancha cuando el partido pasa a las trincheras.
Más allá de su puesto en el draft, el juego de Doncic puede ayudar desde el primer día a los Mavs en un punto esencial a día de hoy: la salida en transición tras rebote defensivo o pérdida rival. Este es uno de los puntos que más ha gustado a los scouts NBA, pocos jugadores superiores a los dos metros con sus condiciones físicas tienen la habilidad de capturar el rebote, iniciar y organizar la transición con el balón en las manos. A esto hay que unir su rango de tiro y consistencia, más propio de un jugador más veterano que de un chico de 19 años.
En este primer año, Doncic puede que sufra por la exigencia física que se requiere en la NBA, no tanto por el nivel sino por la regularidad que requiere una temporada tan larga con un calendario radicalmente opuesto a Europa. Este factor junto a su desplazamiento lateral defensivo es lo que más ha pesado para los expertos a la hora de colocarle en el puesto número 1 del draft.
Hay una enorme expectación sobre la figura de Luka, lo visto de él desde su más tierna adolescencia ayuda a crearse una idea de lo que significa el presente. Con Luka Doncic nos podemos permitir soñar. Soñar con uno de los jugadores con mayores posibilidades de convertirse en uno de los jugadores europeos más importantes de la historia de la NBA.
Sus primeros instantes con la camiseta de los Mavs no decepcionaron. Sí que es cierto que el rival no era el más duro, ni se trataba de un partido de regular season, pero ayuda a hacerse una idea del nivel individual que puede desplegar Doncic. “Ha sido fantástico para mí poder estar en la cancha”, decía Luka tras finalizar su primer encuentro. “Hacía mucho que no jugaba un partido. Estoy muy feliz”, concluía.
El pick&roll va a ser su mayor aliado y DeAndre Jordan el compañero en el que más confiar para sacar ventaja de este movimiento. Si en Europa hizo de esto su arma más peligrosa, en la NBA no podemos esperar menos. Doncic vive por y para la canasta y habla un lenguaje universal dentro del baloncesto que le ayudará desde el primer día a adaptarse a la NBA.
Mientras muchos dudaron de Doncic en los meses previos al draft para ocupar el top 3 por encima de DeAndre Ayton y Marvin Bagley III, recientemente los GMs de la liga eligieron al propio Wonderboy como el máximo candidato al Novato del año con el 43% de los votos, muy lejos del 17% de Bagley y Wendell Carter.
La temporada 2017/18 ha sido la campaña de su consolidación en la élite, de la confirmación de una suposición que ya era una evidencia: que Luka Doncic es una realidad y que Europa se le quedaba pequeña. La NBA espera a un jugador cuyo techo quedó hace mucho tiempo atrás, que ha roto todos los moldes preestablecidos y con un juego muy rico en detalles y matices.