Los Boston Celtics llegaron a Cleveland repletos de dudas: venían de perder un partido increíble ante los Brooklyn Nets y debían presentarse sin tres de las máximas figuras del equipo, como Kemba Walker, Jaylen Brown y Gordon Hayward.
Y si bien es difícil afirmar que hicieron un gran partido ante los Cavaliers, en su victoria por 112-106, los de Stevens dejan Ohio con una certeza: Jayson Tatum ha evolucionado tanto, que con él como única referencia importante, puede ser suficiente. Al menos frente a rivales de menor calibre, como los de JB Bickerstaff.
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El salto de Tatum hacia ese superestrellato es claro y todos los números lo reafirman. Pero más allá de las estadísticas, está la convicción y la seguridad que genera el alero, con una regularidad en su producción solo comparable con los cinco o seis mejores jugadores de la competencia.
Hoy, cuando juega el ex Duke, se sabe exacatamente lo que va a darle a su equipo: desequilibrio ofensivo, sumado a acciones defensivas del más alto nivel. 30 puntos y brillo en la marca, noche tras noche. ¿Cuántos pueden afirmar algo parecido? Muy, muy pocos.
Tatum terminó como el máximo anotador de Boston, con 32 puntos, además de 9 rebotes, 6 asistencias, 2 robos, 1 tapón y un excelente 5-10 en triples. Números sensacionales, a los que ya nos tiene acostumbrados desde hace varias semanas. Su crecimiento no parece haber encontrado su tope aún y todo Boston lo disfruta.
El ladero necesario
Más allá de una nueva afirmación de Tatum como ese jugador ganapartidos, la historia del encuentro para los Celtics pasó por la tarea de Semi Ojeleye. El potente alero sumó 22 puntos y 6 rebotes, estableciendo la marca anotadora más alta de su carrera (la previa era de 17).
Y no solo eso, uno de sus cinco triples fue fundamental para terminar de destrabar el duelo en el último cuarto.
I repeat, always remember where you were for the Semi Ojeleye game pic.twitter.com/KY1J1ItVU1
— CelticsContent (@CelticsContent) March 5, 2020
El otro destacado en Boston desde la anotación fue Marcus Smart con 18. Si bien el polifacético escolta no tuvo una buena noche con el tiro (5-15 de campo y 0-5 en triples), apareció con un par de penetraciones importantes, en el cierre del choque. Lo justo y necesario para garantizar la victoria, como es costumbre para el oriundo de Texas.
Sexton sigue de récord
Así como Ojeleye batió su marca personal en Boston, lo propio hizo Collin Sexton, que sigue potenciando el mejor momento de su corta carrera. El base venía de romper su récord ante Utah en el último partido, con 32 puntos. Y sin conformarse con eso, se despachó con 41 tantos ante los de Stevens.
La agresividad de Sexton lo está transformando en uno de los bases más anotadores de la liga y Cleveland entiende que en su desarrollo está el factor más importante que le queda a su 2019-2020. Más allá de sus características individuales, no es casualidad que haya tomado 30 tiros ante Boston. Los Cavs han decidido darle las llaves de la casa y Sexton se está mostrando cada vez más digno de esa confianza.
Su potencia para atacar el aro, aún cuando tuvo adelante a una mole desde lo físico como el propio Ojeleye, es realmente para destacar.
Para los Celtics, se trata del tercer guard (base/escolta) que les anota al menos 41 puntos en sus últimos tres partidos: Russell Westbrook con 41, Caris LeVert con 51 y Sexton esta noche. Una señal de alarma para la defensa de los verdes, más allá de sus ausencias.
En los locales hubo además un muy buen partido de sus interiores: Kevin Love terminó con 26 puntos y 14 rebotes (5-10 en triples), mientras que Larry Nance Jr. sumó 19 puntos y 15 tableros.
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