Boston Celtics vive una etapa atípica comparada con los últimos años, una de cambios y de cierta transición. Como primer punto claro está el cambio en la dirección de la organización, con Brad Stevens dejando su cargo como entrenador para asumir como Presidente de Operaciones de Baloncesto, tomando el relevo de Danny Ainge como la cabeza de la toma de decisiones deportivas. Detrás de ellos, la llegada de Ime Udoka como nuevo técnico y un mercado alejado de las incorporaciones fuertes, pero con un foco claro en mantener flexibilidad pensando en el futuro cercano, aunque con el deseo de mantenerse competitivos en la Conferencia Este.
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Los Celtics aparecen en los papeles un paso detrás de la élite de la región, pero eso no quita que no se busque una mejora en relación a una 2020-2021 repleta de problemas, de juego, lesiones y más, que impactaron de lleno en el rendimiento de un conjunto que finalizó en el 7° lugar del Este (36-36) y necesitó del Play-in para llegar a los Playoffs, donde fueron rápidamente eliminados por Brooklyn Nets.
Lo concreto es que Stevens habló ante los medios después de su primera offseason en la gerencia, y antes de pensar en lo que viene dejó su mirada de lo que pasó en el último curso. "Creo que en la última temporada, con todas las lesiones y las particularidades de la campaña, la corta offseason y demás, el equipo era un poco mejor de lo que jugamos. Pero creo que ahora mejoramos en cuanto a entrenadores y agregamos un par de jugadores realmente buenos, estoy entusiasmado por el grupo de este año", señaló. "Una de las cosas que Danny (Ainge) hacía realmente bien es que nunca trató de ponerle un techo al equipo, así que no lo haré con este nuevo grupo. Pero definitivamente nos sentimos bien rumbo al próximo año y esperamos ansiosamente poder ver lo que podemos hacer", agregó.
"Queremos ser un buen equipo. Hemos sido afortunados de poder agregar a algunos jugadores que realmente pueden jugar, y eso es positivo. Creo que estamos en una buena posición en una vista general", definió Stevens sobre el estado de los Celtics, que tuvieron dos salidas significativas (Kemba Walker y Evan Fournier, además de Tristan Thompson) y sumaron a Al Horford, Josh Richardson, Dennis Schroder y Enes Kanter.
"Josh nos da lucha, esfuerzo. Puede defender varias posiciones. Su temporada pasada fue una especie de anomalía en cuanto a cómo puede lanzar. Siempre ha sido un buen tirador", definió sobre Richardson, quien viene de una irregular 2020-2021 con los Mavericks, donde promedió 12,1 puntos con 33% en triples, por debajo de su acierto hasta ese momento (36,3% en sus cinco temporadas previas.
Claro que uno de los nombres más llamativos fue el de Schroder, quien apuntaba a un contrato de impacto en la Agencia Libre tras haber rechazado una extensión de más de 80 millones con los Lakers durante la temporada pasada, pero terminó cerrando con los Celtics por un año y 5,9 millones de dólares tras quedarse casi sin mercado. "Tuvimos suerte con él. Teníamos en claro cuáles eran nuestros recursos en la Agencia Libre, y si me preguntaban en el primer día, no hubiese pensado que íbamos a estar en carrera por él. Pero tendrá una mentalidad particular, es un súper competidor. Es un jugador que puede impactar en muchos niveles, y además nos da flexibilidad", señaló Stevens sobre el ex Lakers.
Nombres al margen, el ex entrenador tiene en claro lo que quiere de Boston. "Quiero un equipo con el que la gente de los Celtics realmente se pueda identificar, que juegue con una carga especial, con la dureza y el carácter que se necesita para competir en el más alto nivel. Creo que Ime y su staff harán un gran trabajo para llegar a eso", sentenció Stevens, listo para esta nueva etapa de los Celtics.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.