Si a Carmelo Anthony le faltaba algo para que su vuelta a la NBA tenga definitivamente tintes positivos, era una actuación como la de este martes. No sólo porque acabó como el máximo anotador del partido, sino porque además le dio una enorme victoria a los Trail Blazers en Toronto, superando a los Raptors por 101-99. Un triunfo que puede ser una bisagra para uno de los conjuntos que pelea por los últimos lugares de postemporada en el Oeste.
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Con el partido empatado en 99, los Blazers tenían la última bola, con 13 segundos en el reloj. Aunque todas las miradas estaban puestas en Damian Lillard, Toronto fue agresivo con una doble marca sin balón y no permitió que el base tocara la bola. La misma llegó a manos de CJ McCollum, quien después de buscar una penetración, terminó descargando para Carmelo. Y una vez que Melo tuvo la pelota, ya no quedaron dudas: sería él quien tomase el último lanzamiento.
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El ala pivot atacó la marca de OG Anunoby y se levantó para uno de sus clásicos disparos a media distancia. La bola entró limpia y dejó a Portland arriba por dos (101-99), con tres segundos en el reloj. El último tiro de Kyle Lowry no ingresó y la visita terminó festejando en Canadá, con un Anthony en modo All-Star: 28 puntos, 7 rebotes, 10-17 de cancha y 5-8 en triples, con 2 robos y apenas una pérdida.
El español Serge Ibaka resultó uno de los jugadores más importantes para los Raptors a pesar de la derrota y la remontada acometida por Portland. El interior terminó con 17 puntos y 11 rebotes en 7 de 12 tiros de campo e incluyendo un 2 de 3 en triples. Además, Ibaka dejó una de las imágenes del partido con esta espectacular asistencia.
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Toronto y su dominio físico
Durante tres cuartos, el partido estuvo en total control de los Raptors, quienes ingresaron a los 12 minutos finales con ventaja de 78-69. Las claves para esa diferencia fueron varias: un claro dominio físico ante un Portland muy limitado en su rotación interna y una excelente labor defensiva, sumado a un Kyle Lowry que le venía ganando claramente el duelo individual a Damian Lillard.
Los Raptors bajaron 57 rebotes en el partido, contra 45 de su rival. La diferencia en el tablero ofensivo fue aún mayor: 17 a 7. Y es que claro, no solo Serge Ibaka tuvo una muy buena noche (17 puntos y 11 rebotes), sino que además los canadienses consiguieron contribuciones importantes de un par de sus jóvenes proyectos: Oshae Brissett terminó con 12 puntos y 6 rebotes, mientras que Chris Boucher totalizó 12 tantos y 9 tableros en 16 minutos de acción. El dueño de casa tuvo ventaja de altura y potencia en casi todas las posiciones, durante la mayor parte del duelo.
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Durante tres períodos, la profundidad de Toronto parecía ser demasiado para los Blazers. Aún con sus bajas importantes (Marc Gasol, Pascal Siakam, Fred VanVleet y Norman Powell), los de Nick Nurse siempre parecen encontrar nuevos nombres que se transforman en piezas claves. Y eso, contra un Portland que apenas trajo 22 tantos desde su segunda unidad (12 de Anfernee Simons ), pudo haber sido letal. Aunque claro, Damian Lillard tenía otros planes.
Dame Time
Lillard venía encaminado a uno de los peores partidos de sus últimos años: terminó la primera mitad sin conversiones de cancha y con sólo 2 tantos. Si bien tuvo un pequeño despertar en el tercer cuarto (7 puntos), en defensa sufría a un Kyle Lowry muy agresivo (terminó con 24 puntos y 10 asistencias), aún cuando no tenía una noche certera con el disparo externo (4 de 16). Sin embargo, cuando llegó el momento de la verdad, no hubo dudas sobre quién se adueñó del partido.
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Aunque lo de Melo fue fundamental (10 puntos en el cuarto más el tiro ganador), Lillard fue realmente el principal responsable de la reacción de los Blazers. Sumó 11 puntos en el último parcial, con un excelente 3-4 en triples y anuló por completo a Lowry en el otro costado: 2 puntos, 1-6 de cancha. Sin Siakam ni Van Vleet disponibles, los Raptors no tuvieron una segunda opción que responda ante la baja eficacia de su figura. Al controlar a Lowry, Lillard frenó a todo Toronto.
Abajo por 95-88 con dos minutos por jugar, el oriundo de Oakland anotó un triple desde 9 metros para darle vida a su equipo. Luego redujo la diferencia a tres, con un par de tiros libres, terminando la obra con otra bomba, ahora desde 11 metros, para empatar la historia en 99 a falta de 38 segundos. Ah, y como si con eso no alcanzara, otro excelente esfuerzo defensivo sobre Lowry llevó a una pérdida del local y a que la última posesión quedara en manos de los de Stotts, para que Anthony cerrase su noche mágica. Dame Time en su máxima expresión.
Por último, no podemos dejar de hacer mención a la tarea de Hassan Whiteside. El ex Miami terminó con 14 puntos y 16 rebotes y además estuvo enorme en defensa: 7 tapas, incluyendo un par de ellas muy importantes en el último minuto. Portland no ganaba este partido sin la presencia de Whiteside.
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