Es la quinta ocasión en la que Chris Paul, uno de los mejores bases de la historia del baloncesto, sufre una lesión importante en Playoffs. Todavía falta conocer cómo impactará su problema en el hombro derecho ocurrido tras un golpe en el Game 1 entre Los Angeles Lakers y Phoenix Suns, aunque él mismo ha confirmado que jugará el segundo encuentro.
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"Parece estar progresando de una buena manera", dijo Monty Williams, entrenador de los Suns, el lunes por la noche. "Obviamente está dolorido, pero eso es todo lo que tenemos que informar en este momento. Estaba botando justo ahora, pasando por sus progresiones normales, así que sentimos que está en un buen lugar a pesar del dolor".
Paul ha dicho en la atención a los medios que "por supuesto" que jugará. Lo cierto es que su ausencia se notó en pista para Phoenix, que tuvo unos minutos de descontrol posteriores a la marcha de CP3 a los vestuarios. Por otro lado, ganaron sin su mejor partido y una vez regresó a pista se le vio claramente tocado.
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El veterano entró, se marchó de nuevo al vestuario y regresó por segunda vez. Disputó 26 minutos desde la lesión, la tercera marca más elevada del equipo por detrás de Booker y Mikal Bridges. Lo cierto es que, incluso tocado, su versión disminuida aporta una jerarquía balsámica para Phoenix. Eso sí, iba más lento y prácticamente renunció a tirar: sumó 4 puntos (2 de 6 en tiro), 3 asistencias y 1 pérdida en el tramo posterior al golpe con Cam Johnson.
“Si uno de nuestros miembros del equipo médico piensa que lo estamos poniendo en una mala situación, me lo diría. Nunca se le habría permitido jugar”, añadió Williams. "Cuando fue a la parte de atrás, lo sometieron a una serie de pruebas y se dieron cuenta de que no podía lastimarse más jugando". El técnico dijo que el dolor ha disminuido con el paso de las horas y confían en que se encuentre mejor para el Game 2.
Será uno de los aspectos a vigilar en el siguiente partido. Phoenix llevaba 11 años esperando para regresar a los Playoffs y una lesión de Paul en este momento, que no tuvo ningún contratiempo físico en la temporada regular, resultaría en un auténtico mazazo. Los Suns precisan de su organización y experiencia si quieren tumbar a los Lakers en esta interesantísima serie.
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