Los Phoenix Suns no han llegado a ser el segundo mejor clasificado de la Conferencia Oeste y uno de los 4 semifinalistas de su parte del cuadro por pura suerte o demérito del resto. Esto ha sido posible gracias a una perfecta sincronización ofensiva, un sistema de juego basado en una rápida toma de decisiones y un más que correcto espaciado. Aspectos que podrían extrapolarse a muchos de los contendientes al título, pero aquello que les diferencia a los de Monty Williams del resto son los actores que intervienen en cada jugada y, en especial, a uno de sus protagonistas principales: Chris Paul.
Tras 16 temporadas en la NBA el actual jugador de los Phoenix Suns cuenta no solo con la experiencia suficiente para saber cómo gestionar una serie de Playoffs, sino que conoce el modo de hacer de los suyos unos firmes candidatos al campeonato. Puede que en el pasado la fortuna haya jugado un papel crucial en el desenlace de los acontecimientos en referencia a Paul, pero siempre ha colocado a los suyos en la mejor disposición para conseguir el reto.
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Una de las posiciones más complejas de dominar en la NBA desde sus inicios ha sido la de base pues no solo consiste en hacer funcionar al equipo, sino también precisa de una constante lectura de lo que ofrece la defensa a todos los niveles, decidiendo entre aquello que funciona y lo que no en cuestión de milésimas. Algo en lo que CP3 siempre ha destacado, independientemente del contexto.
Dentro del ecosistema de juego fomentado por Monty Williams las habilidades de Paul encuentran un canal a través del cual expandirse y alcanzar niveles altísimos de eficiencia. Esto es, sin ir más lejos, la creación desde el 2 contra 2, es decir, el bloqueo directo. Pocos han conseguido dominar los ritmos, espacios y ángulos de una acción tan antigua como el base de los Suns, al que la presencia de Deandre Ayton no hace más que impulsar sus instintos y habilidades.
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La eliminatoria que enfrenta a Denver Nuggets y a los de Arizona promete ser muy interesante en ese sentido debido a que Michael Malone siempre tiende a ajustar muy bien y muy rápido sobre los puntos fuertes del rival entre partido y partido. Esto, trasladado al mundo de Chris Paul, significa que vamos a verle realizar acciones de una dificultad mayúscula y que podrían ser el diferencial en una eliminatoria en la que ya se ha llevado el primer triunfo por 122 a 105.
Durante ese primer choque los de Colorado trataron diferentes modos de contener al base en el bloqueo directo. Cambio, flash, dos contra uno, pasar por arriba y contener con el grande... Todas estas propuestas fueron rápidamente detectadas por CP3 que las inutilizó a base de ser agresivo y generoso a la hora de distribuir la bola.
Un ejemplo de ello es la siguiente posesión. Aquí Denver realiza un trabajo excelente para detener al base de los Suns, pues le fuerzan a jugar a la mano izquierda, algo que fue constante durante todo el partido, colocando a Jokic muy cerca de la pantalla para ralentizarle y llevarle a un extremo del campo. Como respuesta ante esta acción tan agresiva, Green da un paso al frente en la pintura para defenderla en caso de que conecte con Ayton en el roll, la opción más plausible teniendo en cuenta los ángulos y las coberturas.
En este punto es donde se aprecia la importancia de contar con alguien del talento de Paul. Defendido por 2 jugadores y con Campazzo pendiente en ayuda, conecta un pase de lado a lado para Crowder, rompiendo completamente el planteamiento de Denver que debe comenzar a rotar en desventaja, pues para cuando llega la pelota a esquina Booker ya está listo para atacar el aro.
Esto, que no contó como asistencia para CP3, es una buena prueba de lo vital que resulta contar con un base de un talento generacional que domine el 2 vs. 2 a este nivel y que tenga la capacidad de reacción suficiente para resolver rápidamente todo tipo de planteamiento del oponente.
El partido que completó el base de los Suns desde el bloqueo directo fue descomunal. Teniendo en cuenta únicamente las acciones que finalizaron a través de una pantalla con Paul de manejador su producción fue descomunal, generando 9 puntos, 5 asistencias y tan solo una pérdida de balón en 1 de 1 en triples y 3 de 4 en tiros de 2.
Su inicio de partido con Ayton como acompañante le sirvió para leer y reaccionar ante el plan de Denver, basado en contenerle y obligarle a quitarse la pelota de las manos. CP3 resolvió desquitándose de la pelota pero generando siempre situaciones ventajosas para sus compañeros, ya fuese para un tiro o una continuación al ralentizar su penetración:
A esto habría que añadir todas aquellas situaciones en las que, fruto del cambio, CP3 se quedó solo, ejecutando un aclarado a placer frente a un grande en situación de mismatch:
Tampoco debería sorprender a nadie a estas alturas que Chris Paul sea capaz de jugar a placer en la media cancha a través del bloqueo directo, pues es una de sus señas de identidad por cómo atrae a los defensores, ralentiza su división y saca adelante prácticamente todo tipo de acción. Una virtud que le hace muy difícil de parar pues negarle la recepción es tarea prácticamente imposible y ser agresivo sobre su marca resulta arriesgado ya que pocos fuerzan la falta tan bien como el veterano de los Suns.
Aunque en lo que llevamos de Playoffs sus números como manejador no han sido del todo eficientes, fruto de haberse medido a una gran defensa como fueron los Lakers, sus lecturas sí están siendo las correctas. Los angelinos lograron contenerle y dejarle en tan solo 0,84 puntos por posesión, es decir, por debajo de lo que suele considerarse eficiente, algo que corrigió en el Game 1 ante Denver con 1,00 por posesión.
Chris Paul está en el momento más importante de su carrera, con opciones reales de luchar por el anillo si ninguna lesión se vuelve a cruzar en su camino y con unos Suns que se mueven a su ritmo y dirección.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.