Reggie Jackson disputó todos los partidos de la última temporada regular: fue titular en los 82 juegos que Detroit Pistons afrontó durante la campaña y también ocupó la base en los cuatro encuentros de postemporada. Con un último año de contrato en 2019-20, el futuro del base de 29 años es extrañamente incierto: podría retirarse una vez que finalice la campaña.
Jackson llegó a la liga en 2011, elegido en la 24ª posición del Draft por Oklahoma City Thunder. Después de tres temporadas, durante 2014-15 fue enviado a Detroit Pistons, su segunda franquicia en la liga. El 20 de julio de 2015 firmó un vínculo con los Pistons por 5 años y 80 millones de dólares. Después de perderse 67 partidos entre 2016 y 2018, durante el último año pudo mantenerse en buena condición física y promedió 15,4 puntos, 4,2 asistencias y 2,6 rebotes en 27,9 minutos por partido en lo que fuera la mejor temporada de los Pistons en una década.
"Hace unos años, pensaba que (mi futuro) era la jubilación después de esta temporada. Estoy feliz de estar en un buen estado mental y capaz de jugar al básquet este año. Descubriremos (el futuro) a partir de ahí. Estoy entusiasmado con lo que posiblemente podamos hacer este año", confesó.
"Estaba sufriendo muchas lesiones y alcancé la depresión en el básquet al llegar a un momento en el que no quería jugar más. Fueron las lesiones las que empezaron a generar esas ideas (las chances del retiro) en mi cabeza", agregó Jackson, desnudando una situación que varias estrellas de la NBA han sufrido en los últimos años.
Afianzado como la tercera espada detrás de la dupla construida por Blake Griffin y Andre Drummond, Jackson será agente libre una vez que finalice la temporada 2019-20. Si renueva con Detroit o no, es una incógnita que develará en el futuro no muy lejano.