Los Dallas Mavericks vencieron a Los Angeles Lakers por segunda vez en 48 horas, esta vez 108-93, y le pusieron todavía más suspenso a las posiciones del Oeste: ahora quedaron a solo un partido y medio del quinto lugar, todavía propiedad de los de Frank Vogel. Quienes a la vez están a solo dos encuentros y medio de Portland y un séptimo escalón que los mandaría al Play-In. Más interesante, imposible.
El duelo de este sábado parecía tener una versión muy superadora de los Lakers, en relación a lo mostrado el jueves pasado. Arrancaron con un gran trabajo defensivo sobre Luka Doncic, atrapando al esloveno en cada pick and roll y obligándolo a pasar el balón (en varias ocasiones con pérdidas incluidas), mientras que en el otro costado la mano caliente de Ben McLemore les permitió llegar a tener una máxima de 17.
Los Lakers se fueron 12 puntos arriba al entretiempo, pero todo iba a cambiar en la segunda mitad. La clave pasó por la defensa de Doncic y cómo este reaccionó a la estrategia rival. En el primer tiempo estuvo sumamente impreciso y sintió esas doble-marcas, empecinado en buscar infracciones (sumó una nueva técnica) y sin poder encontrar descargas certeras para sus compañeros. Sin embargo, por algo hablamos de una de las grandes figuras de la liga y parecía previsible que tarde o temprano, iba a encontrar su repuesta.
El rendimiento de Doncic en el segundo tiempo fue absolutamente dominante. Esta vez no tanto como anotador (aunque encestó un triple fundamental para quebrar el encuentro), pero sí como pasador. Luka encontró en Dwight Powell una pareja perfecta para romper esos atrapes de los Lakers, asistiendo una y otra vez al canadiense cerca de la pintura o simplemente generando el suficiente movimiento de balón como para obtener algún tiro abierto. Y a diferencia del comienzo del partido, esta vez sus compañeros aprovechar esos disparos abiertos para dar vuelta la historia y encaminarse a un triunfo amplio.
Luka sinks the stepback from LONG RANGE late in the @dallasmavs comeback win! pic.twitter.com/0wDhL5gVY5
— NBA (@NBA) April 25, 2021
Doncic terminó con 18 puntos, 13 asistencias y 8 rebotes, con un 6-15 de campo. De sus 13 asistencias, 10 llegaron en la segunda mitad. Períodos en los que Dwight Powell anotó 21 de sus 25 puntos (a uno de la máxima de su carrera), en una noche en la que lanzó 11-12 de cancha. Varias (por no decir la mayoría) de esas conversiones, anótenselas al talento y la visión de Luka.
A su vez, en el ganador hubo otro muy buen partido de Dorian Finney-Smith que sigue jugando el mejor básquet de su carrera: 21 puntos, 7 rebotes y 8-13 de cancha.
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Claro que la victoria de Dallas no se explica solamente por lo hecho en ataque, sino que también hubo un rendimiento superlativo en el campo propio: dejaron a los Lakers en solo 35 puntos en la segunda mitad y en 14 durante los 12 minutos finales. Enormes méritos de los texanos, pero también otra muestra de los grandes problemas que sigue teniendo Los Angeles en ofensiva desde que no cuentan con LeBron James.
Por ahora, el regreso de Anthony Davis no ha cambiado esa marcada deficiencia. AD ya había tenido un rendimiento flojo en el partido anterior ante Dallas y hoy jugó aún peor: 17 puntos en 28 minutos, pero solo 3 rebotes y un bajísimo 5-19 de campo. Vale reconocer la labor de un Maxi Kleber muy subvalorado desde el trabajo que hace en defensa noche a noche.
Además de Davis, los mejores anotadores de los Lakers fueron Ben McLemore con 20 puntos y Dennis Schroder con 16 unidades y 10 asistencias. Un dato a prestarle atención: a pesar de no haber reporte de una lesión, no hubo minutos para Montrezl Harrell, con Vogel inclinándose por Davis, Drummond, Gasol y Morris en la rotación de interiores. Probablemente solo se trate de una prueba, pero no deja de llamar la atención, si consideramos que Harrell es uno de los relevos más determinantes de la competencia.
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