Tras su gran cierre de pretemporada, hace unos días resaltábamos que De'Andre Hunter lucía como la pieza olvidada de Atlanta Hawks. Un jugador central del núcleo joven que ilusionaba a la organización (tiene 23 años), pero cuyos problemas físicos lo limitaron por completo justamente en el año de despegue del proyecto: se perdió casi toda la segunda mitad de la 2020-2021 por diferentes lesiones (apenas totalizó 23 partidos), justo el tramo en donde los de Nate McMillan explotaron, y sólo pudo estar (limitado) en la Primera Ronda de esos Playoffs en donde el equipo alcanzó las Finales del Este. Pero claro, ya recuperado, su presencia intrigaba a la hora de imaginar el techo competitivo que podrían tocar los Hawks. Y a juzgar por el debut, la muestra no puede ser más prometedora.
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Y es que Hunter se mostró como el prototipo de 3&D de elite que puede ser, ese al que apostó la organización tras seleccionarlo en el 4° lugar del Draft 2019. La paliza ante Dallas Mavericks (113-87) tuvo todo su sello, uno que va mucho más allá de lo que dicen los números básicos, habiendo sumado 11 puntos (5-11 campo), 3 rebotes, 2 tapones, una asistencia y un robo en 29 minutos. Y es que ante los texanos, más que la muestra de "3" se destacó la de "D". Sí, el ex Virginia fue una muralla defensiva justo ante uno de los desafíos más complejos que puede haber, el de contener a Luka Doncic.
"Creo que hizo un trabajo realmente bueno. Estableció el tono para nosotros simplemente haciéndolo trabajar", destacó McMillan sobre la labor del alero sobre el esloveno, quien tuvo un debut olvidable: 18 puntos, 11 rebotes y 7 asistencias, pero con 6-17 campo y 5 pérdidas. Un línea muy lejos de su estandar de excelencia, y totalmente impactada por lo realizado por Hunter. Y es que el de los Hawks fue el principal defensor de Luka la mayor parte del tiempo, tomándolo en 32,5 posesiones parciales (más del triple del siguiente responsable) y lo limitó por completo, permitiéndole apenas 5 puntos y 2 asistencias, con 1-8 de campo, de acuerdo al siguiente de NBA Stats.
Y lo que dicen los números se sostiene con el ojo. Porque sí, Hunter fue una estampilla que no se despegó de Luka en todo momento, mostrando su movilidad, destreza y constancia para dificultarle las acciones una y otra vez. Sobran los ejemplos... Aquí, conteniendo la penetración y luego negando la recepción en la segunda opción, forzando un lanzamiento lejano apurado.
O aquí, en otra excelente muestra, luchando contra el bloqueo para terminar tapando el intento de triple en una genial recuperación.
O aquí nuevamente, empezando con la defensa bien arriba, manteniendo el paso en la penetración y llevándolo a un lanzamiento de media distancia con gran dificultad que se quedó corto.
De nuevo: perseguir, trabajar sobre las pantallas y no frenar en la cobertura. Termina en pérdida de Luka.
¿Más? Niega la penetración y terminá forzando al esloveno a un tiro complejo desde la media distancia.
Hasta en la única en que Doncic pudo anotarle fue una defensa individual excelente, sólo que el talento de Luka puede resolver a veces un tiro con la mano del rival en su cara.
Y ojo porque no sólo con Luka puede rendir. Hunter es tan versátil atrás que hasta en un cambio en el que quedó contra Porzingis logró desnivelar, tapando el intento del letón pese a que el de los Mavs tenía la ventaja de altura y alcance.
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"Hizo un partido defensivo gigante", reconoció Doncic. Y no es para menos. Hunter ratificó en la primera noche de la temporada que su recuperación y regreso a la dinámica de los Hawks es elemental para potenciar a un equipo que, incluso sin él, se las ingenió para meterse en la pelea grande. "Al final del día, nosotros saldremos a jugar y competir sin importar lo que diga la gente de nosotros. Sabemos que no recibimos el respeto que merecemos, pero estuvimos en las Finales del Este por una razón, y depende de nosotros salir a demostrarlo nuevamente", avisó Trae Young, la estrella de un equipo al que habrá que seguir de cerca seriamente, sobre todo con la vuelta de una pieza que puede ser fundamental como Hunter.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.