San Antonio comenzó una nueva era y las caras no son las del pasado, sobre todo porque la retirada de Manu Ginóbili, la partida de Tony Parker a Charlotte y la salida de Kawhi Leonard rumbo a Toronto marcaron la desaparición (física, está claro) de los últimos pilares de la exitosa etapa y de títulos que vivió la franquicia en el nuevo milenio. Sin embargo, el ADN Spurs se mantiene. Gregg Popovich sigue plantando batalla desde el banquillo y, más allá de las bajas y las circunstancias, queda claro que con el traspaso de Kawhi se consiguió a cambio una verdadera estrella para llevar al equipo de la mano: DeMar DeRozan.
El ex de los Raptors inició su etapa en Texas ratificando su condición entre los mejores de la Liga y en la madrugada de este lunes volvió a ser determinante para una nueva victoria, la cuarta en seis citas. El 113-108 ante Dallas Mavericks tuvo su sello, no sólo asumiendo la responsabilidad al final del tiempo reglamentario, sino decidiendo en la prórroga: 12 de los últimos 19 puntos de los Spurs en el partido fueron suyos, incluidos 6 en la prórroga. Los últimos, un tiro de media distancia a 10,9 segundos de la conclusión marca de la casa.
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— San Antonio Spurs (@spurs) 30 de octubre de 2018
En definitiva, casi una repitición del último enfrentamiento ante los Lakers, donde definió el duelo casi desde el mismo lugar. "No tiene miedo a fallar. Muy pocas personas quieren estar en esa posición todo el tiempo. Él es uno de los que ama esa situación", le elogió Pop.
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— NBA (@NBA) 28 de octubre de 2018
El escolta terminó con 34 tantos, algo que ya es habitual en su repertorio. Sin embargo, lo que más llama la atención y habla maravillas de su evolución es su capacidad de pase. Una faceta más que bienvenida, sobre todo ante los golpes que recibió el equipo la semana antes al comienzo de la temporada con las lesiones de dos bases como Dejounte Murray y Derrick White.
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Ya sea iniciando las jugadas o descargando ante la doble marca (algo que en sus comienzos le costaba ejecutar), DeRozan está sabiendo encontrar a sus compañeros. Y los números lo sostienen. Ante los Mavs repartió 9 asistencias, misma cifra que contra Portland (20 de octubre) e inferior a las 14 que entregó en Los Ángeles frente a los Lakers (22 de este mes) para establecer su récord. En estos seis partidos en Texas ya sumó 3 encuentros con al menos 9 pases de canasta, algo que en sus nueve años en Canadá (675 duelos) lo había conseguido en apenas 12 veces.
Además, en estos seis primeros partidos en San Antonio acumula 48 asistencias, cerca del doble que su mejor marca previa para los seis encuentros iniciales de una campaña (27). Su mejora en el apartado con el correr de los años es clara y se ha visto aún más potenciada en los Spurs.
| Temporada | Asistencias en 6 primeros partidos (prom.) | Puntos en 6 primeros partidos (prom.) |
|---|---|---|
| 2009-2010 | 8 (1,3) | 31 (5,2) |
| 2010-2011 | 7 (1,2) | 80 (13,3) |
| 2011-2012 | 10 (1,7) | 111 (18,5) |
| 2012-2013 | 11 (1,8) | 108 (18) |
| 2013-2013 | 18 (3) | 102 (17) |
| 2014-2015 | 15 (2,5) | 135 (22,5) |
| 2015-2016 | 23 (3,8) | 134 (22,3) |
| 2016-2017 | 16 (2,7) | 202 (33,7) |
| 2017-2018 | 27 (4,5) | 142 (23,7) |
| 2018-2019 | 48 (8) | 170 (28,3) |
¿Kawhi? No, el nuevo dueño de los Spurs parece llamarse DeMar DeRozan, un jugador cada día más completo.
