Derrick Rose se entrena con los New York Knicks: "Soy un perfeccionista"

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La segunda etapa de Derrick Rose en los New York Knicks ya ha comenzado y lo ha hecho dejando muy buenas sensaciones en el conjunto neoyorquino. No así con una victoria pues los Miami Heat consiguieron sacar un importante triunfo en casa por un ajustado marcador de 98 a 96 en el que Jimmy Butler fue clave con 26 puntos. 

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Sin embargo la noticia del partido estuvo en el debut del MVP de 2011, el más joven de la historia, el cual desembarcó en la estructura de los Knicks como si llevase desde el inicio del curso en ella, aportando 14 puntos en 5 de 9 tiros de campo así como 3 asistencias, 1 robo y 1 tapón, todo ello en tan solo 20 minutos de juego. Partiendo como suplente y apenas unos días después de cambiar Detroit por la Gran Manzana, Rose parece haber recalado en el mejor lugar posible para el momento en el que se encuentra su carrera. 

Resolutivo y con las ideas claras, el base de 32 años ayudó en la primera mitad al equipo a atacar la zona que plantearon los Heat en un encuentro marcado, precisamente, por la defensa. Así, Rose fue el complemento perfecto para un desacertado Immanuel Quickley (7 puntos, 22% TC) como un revulsivo de banquillo, algo que según Thibodeau parece ser su rol en un primer momento. Lejos de tratar de recuperar su versión más dominante, el veterano llega para aportar su experiencia y ayudar al desarrollo de un grupo joven que está sorprendiendo en este arranque de curso.

“Cuando tienes varios bases en la cancha, Rose te permite tener a otro manejador de pelota, un manejador de pelota secundario, y probablemente puedas incluir a Alec Burks allí también en esta lista", dijo Thibs. "Así que nos da tres jugadores que pueden llevar el balón y los tres son muy eficientes en pick and rolls. Su versatilidad les permite integrarse en ambos grupos. Así que creo que también veremos algo de eso a medida que avancemos".

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Un reencuentro, el de Rose y Thibodeau, más que esperado y poético al mismo tiempo, como si la unión de ambos fuese inseparable y siempre con un resultado positivo. Algo que alegra al base, el cual reconoció que los Knicks fueron su destino preferencial durante las negociaciones por su traspaso por esas mismas razones. 

"La sinergia que tenemos, no la puedo explicar", dijo Rose sobre su relación con Thibodeau.Somos una pareja extraña, pero por alguna razón, entendemos el juego. Y lo más cercano que puedo decir es que somos estudiantes del juego. Miramos el juego. Intentamos comprender más el juego y mejorar, si no todos los días, todas las semanas, todos los meses, cada dos meses, todos los años. Siempre hay margen de mejora y es para la mejora del equipo".

Rose, alegre por recalar en Nueva York dice tener claro para qué ha venido y abraza el rol de veterano y mentor en un grupo con potencial de Playoffs en este 2021. “Todavía no puedo creerlo. Aquí está mi familia", dijo Rose. “Tengo aquí [al vicepresidente ejecutivo de Knicks] William Wesley. Tengo a Tom [Thibodeau]. Tengo a todos los que he tenido éxito básicamente aquí, sentando las bases".

"Y mi labor es simplemente venir aquí y hacer mi trabajo. Y entender dónde estoy, entender que quiero ser un mentor para los jóvenes y ayudar a desarrollarlos. Pero al mismo tiempo quiero demostrar que todavía soy capaz de cosas. Así que ese fue el objetivo de mi decisión de dejar Detroit".

Rose, que tuvo que modificar completamente su estilo de juego tras sufrir un calvario con las lesiones desde 2012, llega a los Knicks en un momento muy positivo en su carrera, como un firme candidato al 6º hombre del año y habiéndose reciclado como un anotador más comedido y un base cerebral. A sus 32 años y tras más de 10 temporadas en la liga pretende seguir mejorando y elevando su juego al máximo nivel posible.

"Soy un perfeccionista", comentó Rose sobre su propio juego. “Estoy pensando en las pérdidas de balón que tuve en el último cuarto. Solo las pérdidas de balón que tuve. Al mismo tiempo tenemos espacio para crecer y tengo que seguir recordándome que es el primer partido. Pero sé que soy un ganador. Es por eso que duele perder este partido".

“Trabajé, me mantuve en forma”, prosiguió. "Esa es una de las cosas que le dije a Thibs al entrar, que iba a ser un profesional. Aunque no estaba jugando en Detroit, sabía que todavía estaba entrenando con ellos y acondicionándome cada vez que tenía la oportunidad. Así que realmente no estaba preocupado por mi desempeño y mi juego. Solo se trataba de conseguir mi posición, de jugar de verdad, y Thibs me puso en la posición correcta para hacerlo".

Pocos técnicos en la liga entienden o han entendido mejor el juego de Rose y viceversa, dos maestros y apasionados de este deporte que durante el periodo comprendido entre 2010 y 2012 cerca estuvieron de alcanzar la gloria. Ahora, en su tercera etapa juntos previo paso por los Timberwolves tratarán de completar el círculo.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Sergio Rabinal Photo

Sergio es productor senior de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.