Nunca antes a lo largo del siglo XXI un equipo había dominado la Liga con semejante poderío, nunca antes con una acumulación de talento mayor y con la soltura con la que los Golden State Warriors llevan desplegando desde 2015. Tres títulos de cuatro posibles, un solo asterisco en un palmarés inapelable. Los Warriors encaran esta temporada con el objetivo de dar un golpe encima de la mesa y consumar el segundo three-peat (tres anillos consecutivos) de esta centuria tras los Lakers de la primera mitad de la década pasada.
En el otro lado del tablero, el caos. Una lucha a campo abierto por disputar la hegemonía de Oakland. Rockets, 76ers, Celtics, Raptors y Lakers.
Esta temporada que está a punto de dar el pistoletazo de salida se prevé como una de las más disputadas de los últimos años. Una regular season en la que la Conferencia Oeste acumulará muchas de las miradas, no solo por la presencia de The King James en Los Angeles Lakers, sino por ver si los Houston Rockets pueden volver a hacer peligrar las posibilidades de anillo a los Warriors.
Houston Rockets: una nueva oportunidad
Unos Rockets que han sufrido bajas en este periodo entre temporadas, bajas que a priori no pueden parecer gran cosa, pero que posibilitaron que fuesen el mejor equipo de la fase regular con 65 victorias.
A las salidas de Mbah A Moute (Clippers) y Ryan Anderson (Suns) se une la de Trevor Ariza con destino Phoenix. Esta última todavía resuena en los pasillos del Toyota Center, pues su función como 3&D le había otorgado un papel esencial en el éxito de los Rockets de D’Antoni. Queda por ver cómo la llegada de Carmelo Anthony puede afectar al plan de juego que tengan pensado y que en los últimos años se ha establecido en base al tiro exterior, el pick&roll y la velocidad de ejecución.
No obstante y pese a todo, Houston presenta un equipo iniciar con mimbres para estar arriba, con Harden, Chris Paul, Clint Capela y el propio Melo.
Los Ángeles Lakers: con LeBron James nace todo
Si bien se mencionaba el nombre de Los Ángeles Lakers más arriba, no era en vano, ya que a razón de 153.3 millones de dólares LeBron James vestirá de púrpura y dorado durante las próximas cuatro temporadas.
A su nombre no tardaron en unirse otros ilustres de la liga como Rajon Rondo, Lance Stephenson, Javale McGee o Michael Beasley que añadían veteranía a un proyecto joven comandado por Luke Walton.
En definitiva, LeBron no parece haber dado un paso atrás en lo deportivo con su salida de Cleveland Cavaliers, ni mucho menos, ha renovado su contexto y ha añadido mayor dificultad al reto de conseguir su ansiado cuatro anillo, que sería el decimoséptimo para la franquicia angelina.
El periodo estival ha sido un vaivén de jugadores y traspasos. Con la NBA revolucionada tras la marcha de LeBron James a Los Ángeles el trono de la Conferencia Este ha quedado vacante y muchos son los que aspiran a la corona.
Los máximos aspirantes volverán a ser Boston y Philadelphia, que encarnarán la enésima edición de un duelo histórico como ya marcase la actualidad de la liga en décadas anteriores.
Ahora ya no habrá ni Birds ni Ervings, el duelo se bate entre gigantes como Simmons y Embiid contra grandes manejadores como Irving y Tatum. Un encarnizado enfrentamiento donde los banquillos harán decantar la balanza como ya ocurrió en la serie de PlayOffs entre ambos contenders.
Boston Celtics: el Este es verde
Si el curso pasado supuso un paso más en el proyecto de Danny Ainge, el 2019 plantea a priori un panorama con el que soñar más allá de la costa atlántica. La recuperación de sus dos estrellas Gordon Hayward y Kyrie Irving al mismo tiempo que la meteórica progresión de los jóvenes Jayson Tatum y Jaylen Brown convierte a la franquicia más laureada de la historia de la NBA en uno de los rivales más duros.
El verano ha sido intenso a la par que tranquilo en Massachusetts. Un periodo marcado principalmente por la vital renovación de contrato de Marcus Smart a razón de 52 millones de dólares repartidos en cuatro campañas. Un Smart que deberá devolver la confianza entregada por la front office Celtic en la pista si no quiere ser adelantado por el resto de sus compañeros de posición.
A Smart se unen regresos que podrían valer como fichajes, donde el nombre de Gordon Hayward brilla con luz propia. Tras prácticamente un año desde aquella fatídica Opening Night, el de Butler podrá de nuevo enfundarse la elástica Celtic para re-debutar y demostrar el porqué de su llegada a Boston.
El techo de los Celtics de Stevens es todavía una incógnita puesto que todavía no se ha podido disfrutar ni ver a toda la plantilla en plenas condiciones físicas por diferentes razones. Esta temporada ayudará a disipar dudas al aficionado y al resto de la liga al mismo tiempo que marcará para los verdes el inicio (o no) de una época brillante para Boston.
Philadelphia 76ers: el Proceso sigue en desarrollo
Un equipo paradigmático y, a la par, único en su especie. Tras años de vagar por el desierto encontró su camino apoyado en tres pilares: Joel Embiid, Ben Simmons y Brett Brown. Un particular Big Three con unos escuderos de lujo cuyo desarrollo ha despertado la atención de numerosos curiosos.
Tantos curiosos por su estilo como por el desarrollo de Markelle Fultz que ya dio signos positivos en los PlayOff, motivos por los que soñar con rivalizar con el resto de contenders y con los que responder a la gran cantidad de críticas vertidas sobre el número 1 del draft de 2017.
Con el amargo resultado de no haber conseguido firmar a ninguno de los grandes agentes libres de 2018, los Sixers optaron por reafirmar su núcleo con la renovación de JJ Redick y airear la segunda unidad con la llegada de Jonah Bolden, Wilson Chandler o Mike Muscala con el objetivo de buscar profundidad y margen de maniobra de cara a febrero.
Pocos conjuntos tan divertidos de visionar al nivel de los 76ers se pueden disfrutar a día de hoy en esta NBA. Sin duda, la dupla Simmons&Embiid está llamada a ser uno de los platos fuertes de este año si las lesiones son gentiles con el equipo de Philadelphia.
Toronto Raptors: aire fresco en el norte
Pero la conferencia no acaba entre estos dos, ya que el culebrón Spurs-Kawhi llegó a su fin con un desenlace amargo según quien sea preguntado. Cambio de cromos entre Raptors y San Antonio que llevó de DeMar DeRozan a Texas y a Kawhi Leonard rumbo a Canadá junto a otros compañeros.
Desde Toronto, Kawhi se unirá a Kyle Lowry y al hispano-congoleño Serge Ibaka para volver a lanzarse a por las ansiadas finales.
Después de hacer historia para la franquicia en la pasada campaña, el fantasma de los PlayOffs se encarnó en LeBron James y les privó de batallar por el título de conferencia. Mucho por esclarecer sobre Toronto, más allá de lo que pueda pasar el próximo verano. Un proyecto a un año, una última bala para intentar ser los Reyes en el Norte y consumar una hoja de ruta iniciada hace más de un lustro: el anillo.
El rival a batir: Golden State Warriors
La temporada se antoja, cuanto menos, interesante, sin dejar de lado a quienes regentan el anillo de campeones. Los Warriors continúan siendo poco menos que los máximos aspirantes al título en una empresa que no parece fácil más allá de lo deportivo. Tan sólo tres franquicias han conseguido repetir campeonato en tres temporadas consecutivas: Minneapolis/Los Ángeles Lakers (1952-54); Boston Celtics (1959-66) y Chicago Bulls (1991-93 y 1996-98).
Al gran estado de forma de las estrellas de Warriors como Stephen Curry, Klay Thompson, Draymond Green o Kevin Durant hay que añadir incógnitas y bajas como el estado de salud del flamante fichaje de DeMarcus Cousins o el veterano Andre Iguodala y las salidas de Zaza Pachulia, David West o el propio McGee, que resienten la pintura en una liga donde los centers vuelven a ser fundamentales, si alguna vez dejaron de serlo.
Sin ir más lejos, para el propio LeBron “hay muchos contenders, pero todos saben que el trofeo pasa por Golden State”. Y quiénes somos nosotros para contradecirle, el balón está a punto de lanzarse al aire, ¿quién es tu favorito para el anillo?