Doc Rivers y el puesto de base en Los Angeles Clippers: "Podemos jugar sin uno en pista"

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#Doc Rivers

A lo largo de las casi dos décadas que Doc Rivers lleva en los banquillos de la NBA, todos sus equipos han acostumbrado a tener una fuerte presencia de un base asentado. Un jugador en el que recalar todo el peso del liderazgo, de la dirección ofensiva y que ejerciese las funciones de entrenador en campo que tanto demandaba el veterano técnico. Darrell Armstrong en los Orlando Magic, Rajon Rondo en los Boston Celtics o Chris Paul precisamente en Los Angeles Clippers son algunos de los nombres que acompañan la figura del mejor entrenador de la temporada 1999-2000.

Una situación que progresivamente ha ido cambiando desde que llegara a Los Ángeles. Una vez quedó obsoleto el proyecto faraónico de Blake Griffin, Paul y compañía, a Rivers le tocó remodelar el equipo desde el inicio, teniendo que encontrar nuevos liderazgos, nuevos formatos y sobre todo, construir un futuro. Los pilares de los Clippers actuales recayeron en dos veteranos y curtidos en mil batallas como Patrick Beverley y Lou Williams, dos manejadores muy dispares entre sí que relanzaron una franquicia abocada a vivir bajo la sombra de su vecino.

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El verano de 2019 fue el asalto a la NBA y su mercado que tanto ansiaba la gerencia de la franquicia, consiguiendo dos de los mejores jugadores de la competición como Kawhi Leonard y Paul George. El "problema" de estas incorporaciones fue la pérdida de un talento llamado a marcar la diferencia, concretamente desde el puesto de base, como fue el caso de Shai Gilgeous-Alexander, que puso rumbo a Oklahoma City Thunder. Así, Rivers se ha visto obligado a buscar soluciones para dar la consistencia necesaria al conjunto en caso de que sus dos principales figuras fallen.

Las opciones son diversas y tiene un gran abanico para decidir. Por un lado, puede seguir apostando por la dupla clásica formada por Beverley y Williams, un seguro en los dos lados de la cancha que se complementan entre ambos aportando el uno lo que no posee el otro. Mientras, hay otra vía representada por el sophomore Landry Shamet, llegado de Philadelphia 76ers, y que es capaz de ocupar el puesto de base sin problema alguno, a pesar de que su mayor virtud sea el tiro.

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En ese sentido, el técnico de los Clippers ha querido avivar el debate entre la prensa y los aficionados dejando claro que no hay nada claro. "Creemos que podemos usar un base o no tener ninguno en la pista y estaremos bien", aseguró Rivers en declaraciones recogidas por el LA Times. 

Rivers tiene a su disposición diversas opciones para entregar el juego de su equipo dentro de su plantilla. Estilos diferentes dentro de un mismo conjunto que aseguran una imprevisibilidad muy difícil de preveer para sus rivales. "Tenemos buenos jugadores, con inteligencia para jugar al baloncesto", dijo el técnico. "Si las defensas nos llevan al límite, buscaremos al hombre solo".

Si el conjunto californiano decide no jugar con un base puro supondría una apuesta en cierto modo arriesgada, algo común en los equipos de LeBron James y que es raro de ver en la mayoría de los equipos. Una decisión que dependerá del estado físico de sus dos nuevas estrellas y que precisa todavía de mucho ensayo y error para conseguir conocer todas las variables.

Con Leonard y George todavía pendientes de completar su recuperación física, los Clippers siguen apuntando alto y deberán centrar sus esfuerzos en conseguir formar un grupo capaz de mostrar la solidez que los equipos aspirantes siempre demandan de sus segundas unidades y jugadores de rotación.

 

https://www.latimes.com/sports/clippers/story/2019-10-12/clippers-training-camp-report

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Sergio Rabinal Photo

Sergio es productor senior de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.