La madurez es un estado mental difícil de alcanzar y en el que mantenerse es casi una necesidad vital, más si hablamos de jugadores de baloncesto. El profesionalismo exige que cualquier persona que pisa el parqué de un pabellón por primera vez responda de igual manera que el veterano curtido en mil batallas. A sus 20 años, Dzanan Musa (Bihac, Bosnia-Herzegovina) lleva siendo profesional desde que abandonara su Bosnia natal para poner rumbo a Zagreb con apenas 14 años.
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Cedevita sería el lugar donde explotarían un potencial que parece no tener molde ni control, especialmente cuando hablamos de anotación por volumen, donde Musa ha dejado claro que no tiene rival entre sus contemporáneos europeos.
Los Brooklyn Nets utilizaron su único pick de primera ronda del Draft de 2018 para elegirle, una edición del Draft marcada por la figura de Luka Doncic del que siempre ha estado a su sombra por el inmenso talento del esloveno y, que en cierto modo, ha perjudicado a su impecable perfil. Los neoyorkinos sabían del potencial de Musa desde el momento en el que lo seleccionaron, pero también fueron conscientes de que precisaba un inmenso trabajo de adaptación al mundo NBA y a su competición para sacar todo el partido que sus habilidades técnicas y talento atesoran.
De esta manera, no tardaron mucho en destinar a Musa a los Long Island Nets de la G-League con los que dejó claro una y otra vez que no tiene rival a la hora de anotar, un aniquilador de corte muy fino y con capacidad suficiente para ser decisivo desde cualquier punto del campo ofensivo. En la G-League consiguió ser uno de los máximos anotadores del equipo con 19.5 puntos por noche en 31 minutos y un 43% en tiros de campo.
Esa experiencia en la G-League, aunque válida, no fue lo que Musa esperó en un primer momento al llegar a Brooklyn. Los Nets, al contrario, siguen defendiendo que es la vía más lógica y adaptada a las necesidades de Dzanan. "El principal objetivo era acumular experiencia", decía Adam Harrington para el New York Post. "Creo que Musa realmente ha respondido correctamente, y ha sido genial que todo el grupo lo viera", comentaba el asistente sobre su primer año y su debut en la Summer League. "Musa ha hecho un gran trabajo respondiendo a lo que necesitábamos y ha ayudado a que todo el grupo entienda el mensaje que queremos ejecutar", finalizaba.
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Acostumbrado a ganar siempre, a ser uno de los grandes focos de atención y tener el protagonismo que el balón otorga, el primer año de Musa en la G-League estuvo lejos de cumplir sus expectativas. "Fue difícil. Ahora que se acabó, fue difícil", admite Musa con una mueca triste. "Fue muy duro. No lo esperaba al principio. Pero al final, cuando me di cuenta de lo buenos que era la gente que tenía a mi lado y lo buenos que eran mis compañeros de equipo, vi que era lo mejor", señalaba el bosnio.
Musa es un anotador clásico, de volumen de lanzamiento alto y que precisa del balón para producir, quizás esa ha sido uno de sus grandes "pero" que le han acompañado desde que debutase en Eurocup y Euroliga con Cedevita. Sin embargo, no tiene problema en echarse el equipo a la espalda y liderar cuando es preciso como bien ha demostrado con las categorías inferiores de la selección bosnia con los que ha llegado a anotar 50 puntos en un solo partido, mientras que con la selección absoluta rara ha sido la noche en la que no ha acabado con 20 tantos.
El bosnio vive de sus explosiones anotadoras, pequeños trances, fases de flujo en el que el rango se convierte en un problema menor, los tiros tras bote son la norma y solo conjuga el verbo anotar. Musa ha plasmado este tipo de actuaciones recientemente en la Summer League de Las Vegas donde está promediando 13.8 puntos en tan solo 23 minutos de juego con picos de 20 puntos como frente a los Orlando Magic. Una explosión anotadora que se produjo con una racha de 12 puntos en el segundo tiempo para ayudar a que los Nets se escaparan en el marcador antes del descanso, haciendo honor a su perfil de microondas.
"Para mí, personalmente, lo más importante es ganarse la confianza del entrenador, hacer lo que él quiere que haga, jugar a la defensa", dijo Musa. "Y en ese aspecto he mejorado mucho", comentaba con el NY Post.
Tras un primer año de adaptación, de reconstrucción de su perfil y trabajo, Musa se perfila como uno de los nombres a seguir en unos Brooklyn Nets llenos de talento, estrellas y que aspiran a todo y más.