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El desembarco de la clase 2019 en la NBA: análisis del top 5 del Draft

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top 5 picks draft 2019

La pretemporada NBA comienza y con ella la primera ocasión de disfrutar de la camada de 2019. El espectáculo está garantizado ante unos 'rookies' tan prometedores y cuyo rol en sus equipos será de vital importancia. Cómo no podía ser de otra manera, Zion Williamson es el que levanta mayor expectación.

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Para abrir apetito, en NBA.com analizamos a los cinco primeros seleccionados del Draft 2019. Sus talentos, virtudes, defectos y contextos colectivos.

5º elección: Darius Garland (Cleveland Cavaliers)

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  • Base, Vanderbilt - Freshman
  • Estadísticas 18-19: 16,2 puntos, 3,8 rebotes, 2,6 asistencias, 47,8% en triples
  • Edad: 19
  • Altura | Peso | Envergadura: 1,88 | 79 | 1,96

Garland es un diablo con el balón en sus manos. Una lesión en el menisco cortó su temporada en Vanderbilt, que apenas duró cinco partidos. Hasta su lesión Darius Garland estaba proyectado como el mejor base del Draft 2019. Lleva en el sistema de USA Basketball desde que tiene 14 años. Talento desde pequeñito.

Su destreza con el balón en sus manos es extraordinaria. Posiblemente sea el jugador del Draft que tenga un mejor arsenal de recursos y técnica individual. Sabe utilizar a la perfección los pasos, las fintas corporales y la velocidad con la que juega. Acelera y desacelera para confundir a los defensores y conseguir el tiro que quiere.

Garland es un base principalmente anotador, capaz de anotar a los tres niveles y con un lanzamiento exterior envidiable. Registró un 11 de 23 en triples (47,8%) en esos cinco partidos en la SEC. Y lo hizo de todos los colores: tiene rango lejano, excelente en 'catch&shoot' y puede clavarlos sobre bote. Este aspecto es sin duda uno de los mejores de su juego.

Los aspectos a trabajar para el nuevo base de Cleveland son su defensa y su toma de decisiones. Por un lado sus condiciones físicas no ayudarán a que, a corto plazo, sea un buen defensor. De hecho su físico es muy similar al de Stephen Curry, que lleva varios años siendo muy útil en defensa en momentos clave de la temporada. Con experiencia y tiempo de gimnasio podría conseguir un buen trabajo atrás.

Por otro lado, en ocasiones peca de espectáculo. Tiene mucho talento y sin duda con el balón en las manos puede abrir la boca de cualquier aficionado. Aunque tiende en ocasiones a recursos innecesarios en jugadas sencillas que termina complicando. De nuevo, es cuestión de experiencia.

Llega a unos Cavaliers que tampoco le facilitarán el trabajo atrás, vienen de ser la peor defensa de la historia de la NBA (sí, de la historia) permitiendo que los rivales les endosasen 117,6 puntos por cada 100 posesiones. Un desastre en la que Garland poco podrá hacer. Debe centrarse en su desarrollo como jugador, aspecto en el que la franquicia de Ohio volverá a invertir fuerte.

A nivel ofensivo es donde llegan las dudas. Los Cavs han elegido en Drafts consecutivos a dos bases en la lotería: Sexton con el 8 en 2018 y Garland con el 5 en 2019. Dos bases ofensivos, que requieren el balón en las manos, con excelente tiro exterior y que son principalmente anotadores. Ambos han mostrado 'flashes' de excelentes pasadores, pero sus esfuerzos van hacia la vía de la anotación.

En el Media Day ambos han dejado claro que no tienen problema en jugar juntos y Tristan Thompson, emblema en Ohio, dijo que quieren "construir una situación como la de Lillard y McCollum". La meta está puesta bien alta, sin duda.

Toca ver cómos se repartirán la pelota. Tanto Collin como Darius pueden quedarse abiertos y esperar el pase para lanzar de tres, lo que facilitaría su adaptación. Además de estos dos jóvenes, los Cavs solo disponen de Jordan Clarkson como jugador capaz de generar sobre bote, por lo que Garland y Sexton deberían tener toda la libertad que quieran para jugar juntos.

¿Funcionará el experimento? El dúo joven tiene sentido y a corto plazo no deben pedirse resultados, si no sensaciones. La clave será observar el tiempo que pasen juntos en pista. La temporada 'rookie' de Garland estará marcada por su conexión con Sexton. Y lo dicho, no se puede olvidar que el de Indiana es considerado por muchos el base con techo más alto del Draft por delante de Ja Morant. 

4º elección: De'Andre Hunter (Atlanta Hawks)

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  • Alero, Virginia - Sophomore
  • Estadísticas 18-19: 15,2 puntos, 5,1 rebotes, 2 asistencias, 48,3% en triples
  • Edad: 21
  • Altura | Peso | Envergadura: 2,00 | 102 | 2,18

Un jugador que llega preparado para rendir desde el primer minuto. Atlanta se hacía con esa cuarta elección vía traspaso para elegir a uno de los jugadores con un suelo más alto de cara al inicio de la temporada. Dos cursos de experiencia en la NCAA, título hace unos meses con Virginia y pedigrí de jugador altamente competitivo. Ese es el cartel de De'Andre Hunter, considerada una de las elecciones más seguras.

Con Trae Young, John Collins, Kevin Huerter y Cam Reddish tienen artillería ofensiva de sobra en Atlanta. Hunter llega para ser un complemento en ataque -y ver hasta dónde puede llegar con su ética de trabajo- y ser básico en defensa.

Es el molde perfecto de alero versátil para la NBA. Además de sus 2,00 metros y su envergadura, Hunter tiene una potencia y una capacidad de salto que le convierten en un caramelito en el baloncesto moderno. Fue elegido Jugador Defensivo de la ACC la pasada temporada y su físico es muy similar al de OG Anunoby. Es eso, un molde perfecto.

Dos temporadas y mucho trabajo han traído sus frutos. En su año 'freshman' con Virginia firmó un 38% en triples intentando 1,7 por partido; en su año 'sophomore' aumenta hasta el 44% con 2,8 intentos. Una mejora importante que debe mantener y superar, en especial en volumen, si quiere aportar mucho por esa via.

A nivel defensivo es una bestia sobre balón. En la NCAA ha defendido a las cinco posiciones, incluso a pívots más altos y pesados que él, gracias a su excelente colocación y fuerza. Le encanta defender a la estrella rival. De esos jugadores que disfruta defendiendo y secando al mejor jugador que esté enfrente. Algo muy valioso para unos Hawks que, a día de hoy, tienen sus mayores carencias en defensa.

Sí es cierto que tiene que mejorar su concentración en la defensa sin balón, demostrar que su rango de tiro alcanza al triple NBA de forma consistente y dónde está su techo, aporta mucha seguridad. Su techo es la principal duda con Hunter, cuyo abanico de recursos seguros es algo limitado pero atractivo.

En Atlanta no será ni la primera, ni la segunda, ni la tercera referencia ofensiva. Eso sí, como alero 3&D (¿y margen para más?) tendrá unos buenos minutos asegurados y apunta a ser titular. Un posible quinteto en small-ball con Young, Huerter, Reddish, Hunter y Collins ya consigue hacer de más de uno su boca agua.

3º elección: RJ Barrett (New York Knicks)

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  • Alero, Duke - Freshman
  • Estadísticas 18-19: 22,6 puntos, 7,6 rebotes, 4,3 asistencias, 30,8% en triples
  • Edad: 19
  • Altura | Peso | Envergadura: 2,00 | 92 | 2,08

El primer gran candidato de la lista a Rookie del Año. ¿No lo son Garland y Hunter? Lo cierto es que es más complicado. Ni el alero de Atlanta es ese perfil para lucirse, ni Garland tiene a priori un ecosistema que genere seguridad ofensiva (hay que ver ese trabajo con Sexton). Pero RJ Barrett lo tiene todo para llevarse el ROY.

Los Knicks de la 2019-2020 serán principalmente suyos y de Juius Randle en la ofensiva. El canadiense será a priori el jugador que más importancia reciba del juego exterior, tanto mucho balón para finalizar como para generar juego y encontrar a sus compañeros despejados.

Tiene un perfil físico extraordinario para un amasador de balón/alero. Porque Barrett tiene el cuerpo de un alero, pero cuando más cómodo se siente es con el balón en sus manos. Gran finalizador, potente cerca del aro y excelente pasador (ojo a esta faceta de su juego). Aún tiene mucho por demostrar antes de ser la primera referencia de un equipo NBA, pero es imposible dejar de ilusionarse con RJ.

Un físico muy similar al de DeMar DeRozan y un conjunto de habilidades técnicas y pasadoras que también recuerdan al jugador de los Spurs. Es cierto que Barrett es mejor pasador y generador de juego que DeRozan cuando llegó a la NBA (habilidad que desarrolló con los años) y es igual de contundente finalizando cerca del aro.

Usa los cambios de velocidad y su fuerza para superar rivales. O si son más pequeños los lleva al poste. Siempre tiene alguna ventaja, siempre. Y con los Knicks podrá explotar todos los aspectos de su variado juego ofensivo.

Aunque ha mejorado sus gestos de tirador aún tiene que demostrar que es capaz de ser un tirador eficiente. Registró un 30% desde el triple -cifra pobre- en Duke e inconsistencia como anotador en media distancia. También, en ocasiones, se excede con el bote y pierde balones.

Barrett lo tiene todo para ser la futura estrella de un equipo NBA. Atlético, inteligente, capacidad anotadora y de liderazgo, en New York harían bien en darle más balón con el progreso de la temporada. Tiene a Dennis Smith Jr y a Randle, que deberían ser sus mejores socios en su año 'rookie'. Sin prisa y poco a poco puede firmar un año escandaloso, aunque la eficiencia apunta a jugar en su contra.

2º elección: Ja Morant (Memphis Grizzlies)

Ja Morant

  • Base, Murray State - Sophomore
  • Estadísticas 18-19: 24,5 puntos, 10 asistencias, 5,7 rebotes, 1,8 robos, 36,3% en triples
  • Edad: 20
  • Altura | Peso | Envergadura: 1,90 | 79 | 2,00

La explosión de Ja Morant es uno de los grandes fenómenos de la pasada temporada en la NCAA. Era su segundo curso en Murray State, equipo proyectado fuera del March Madness, y Morant elevó su juego a niveles élite en el baloncesto universitario para que su equipo entrase en el torneo final. Pasó de 12,7 puntos y 6,3 asistencias con un 30% en triples a la brutal línea estadística de la 2018-2019.

Entre otras cosas fue el líder de la NCAA en asistencias y firmó tres triples-dobles. Un físico calcado al de De'Aaron Fox y un juego que podría compararse al del base de Sacramento con el atletismo de Dennis Smith Jr.

La narrativa de Morant es una maravilla. Pasa de relativo desconocido en la NCAA, a estrella, elección número 2 y junto a otro de los grandes jóvenes de la competición -Jaren Jackson Jr- nuevo rostro de una franquicia NBA. El potencial de estrella está ahí. Las dudas, si es que existen, llegan por su edad y repentina explosión. Es lo que se conoce como un 'late bloomer'.

Atleta de infarto para su posición y tamaño. Velocidad bárbara con espacios, un salto exagerado (sus mates son salvajes) y una habilidad para pasar el balón que le sitúa como el mejor pasador de la camada 2019. A este mix base que es Ja Morant toca añadir su espectacular mejora en el tiro (de 30% con 2,8 intentos, a 36,3% con 4,8 intentos) y el potencial defensivo que atesora.

Al no ser una estrella hasta hace unos meses, Morant está acostumbrado a hacer el trabajo sucio de los jugadores de rol. Es un sólido defensor individual y pelea todos los balones que puede. Solo necesitar llevar todo esto a la NBA, que con más espacios podrá, y trabajar en su regularidad con el tiro.

Los Grizzlies le darán las riendas del equipo desde el primer minuto del primer partido. Sin Mike Conley ni Marc Gasol, Morant y JJJ son las estrellas en Memphis y la sensación es que esta pareja va a ser destructiva. Morant es un clarísimo candidato a Rookie del Año.

1º elección: Zion Williamson (New Orleans Pelicans)

Zion Williamson

  • 'Big', Duke - Freshman
  • Estadísticas 18-19: 22,6 puntos, 8,9 rebotes, 2,1 asistencias, 2,1 robos, 1,8 tapones, 33,8% en triples
  • Edad: 19
  • Altura | Peso | Envergadura: 2,00 | 129 | 2,08

Zion, ¿qué vamos a decir de ti a estas alturas? Un físico que desafía a la propia ciencia y cuyo atlétismo es especial. Es único. Zion es, posiblemente, el jugador de la NBA más famoso que todavía no ha jugado en la NBA. Un fenómeno atlético y mediático como jamás ha visto el baloncesto modeno.

Y no, Zion no es solo mates. El jugador formado en Duke es mucho más y así lo ha demostrado. Su poder como finalizador es incuestionable, aunque ofrece más. Lo primero a destacar es que es un jugador muy inteligente, tanto en ataque como en defensa. Sabe moverse, leer el juego y tomar decisiones. Pese a que su físico es imposible de comparar a otro NBA, el perfil de Charles Barkley es el que más se acerca, con algo más de altura y mucho más peso.

Es así, un jugador demasiado especial que no puede recibir comparativas.

Su energía es espectacular. Está en todas partes. Ataca el rebote ofensivo como un animal, cierra el defensivo y puede sacar el contrataque desde su bote, aparece desde una esquina hasta la otra para colocar un tapón... Consigue jugadas de las que ganan partidos con su imparable motor. Esto hará las delicias de todo entrenador que trabaje con él.

A nivel defensivo ha sido destructor en la NCAA y también ha mostrado su capacidad para crear en ataque. Exelente con el balón en sus manos para su tamaño, sabe pasar muy bien el balón y generar sus propios puntos desde el bote, la potencia física, el 'footwork' y un toque muy bueno para finalizar cerca del aro. Rompe defensas con sus mates y sus pases.

¿El principal problema de Williamson? El tiro. Ya ha demostrado mejora en la NCAA y con su ética de trabajo se puede esperar que termine siendo, como mínimo, un tirador decente. Por el resto, su juego es muy completo para su edad.

La gran pregunta con Zion es cómo se adaptará a la NBA. Tiene la altura de un alero, la potencia de un interior destructivo y la laguna del tiro exterior. Si quiere ser diferencial tendrá que amartillar desde la media y corta distancia, pero ¿lo hará con otro pívot al lado o como cinco moderno? Hay dudas y muchísima emoción con el número uno del Draft, que bien rodeado en los Pelicans apunta a firmar una línea estadística impresionante como rookie al lado del juego atlético de Lonzo Ball, Jrue Holiday y compañía.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

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