La última imagen de Joel Embiid en la temporada pasada fue impactante: el pívot de Philadelphia 76ers, testigo directo del tiro de Kawhi Leonard que tocó tres veces en el aro y entró para sentenciar aquel Game 7 de Semifinales de Conferencia Este, se retiró llorando al vestuario.
"Solo recuerdo que decepcioné a mi equipo", comentó Embiid en el Media Day de los 76ers el lunes pasado.
Una muestra al mundo de lo que el camerunés de 2,13 metros siente por el baloncesto y lo mucho que desea conseguir un campeonato en la mejor liga del mundo.
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Los Sixers habían armado un equipo para darle fin al Proceso con un anillo: habían ido a buscar a Jimmy Butler y a Tobias Harris y con Ben Simmons y el propio Embiid eran de temer. Pero Joel llegó lesionado a los Playoffs, donde decrecieron sus estadísticas por el dolor de rodilla y el cansancio generalizado de su cuerpo. Por eso, se puede decir que aquella derrota fue una decepción para el equipo de Brett Brown. Hoy, es el alimento para trabajar aún más fuerte.
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— Philadelphia 76ers (@sixers) September 30, 2019
Sin ir más lejos, Embiid admitió que perdió nueve kilos en este verano. "Quiero tratar bien a mi cuerpo porque esa es la manera de no decepcionar a mi equipo ni a los fanáticos", agregó. "El año pasado empecé jugando casi 36 minutos por noche. Esta temporada no tendré restricción de minutos, pero intentaré mediarlo entre 30-31 para aumentar la carga a medida que avanza la temporada. Es difícil equilibrarlo y ser competitivo", dijo el pívot que promedió 27,5 puntos, 13,6 rebotes, 3,7 asistencias y 1,9 tapones.
Ahora, más sano y con un nuevo compañero de equipo como Al Horford, Embiid se pone nuevas metas para la temporada. "Me veo jugando más de 70 partidos esta vez, intentando ir por el mejor puesto del Este y realmente necesito el éxito del equipo para ganar el MVP o Jugador Defensivo del Año", aseguró el camerunés.
El quinteto inicial de Philadelphia, con Ben Simmons, Josh Richardson, Tobias Harris, Al Horford y Embiid, es el más alto de la NBA y uno de los más defensivos que se pueda encontrar. Philly perdió a Butler y JJ Redick, pero esta vez intentará ir por todo. "Si el tiro de Kawhi no entraba, no sabemos qué hubiera pasado", finalizó Embiid.
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