Eliminados por D'Angelo Russell: los Lakers y LeBron James dicen adiós a los playoffs

D'Angelo Russell y LeBron James. Adiós de los Lakers a playoffs

Los Angeles Lakers 106 - Brooklyn Nets 111

Estadísticas | Resumen

Quién lo hubiera dicho. En el primer año de LeBron James en Los Ángeles, los Lakers no estarán en los playoffs. Algo que ya habíamos y habían asumido hace algunas semanas. Un hecho que se ha confirmado esta misma noche. El resbalón del Rey (25 puntos, 9 rebotes, 14 asistencias y 8 pérdidas) a 22,8 segundos del final con 106-109 en el marcador sirve como resumen a esta temporada. Un quiero y no puedo. Por primera vez desde su segunda temporada en la NBA (la 2004-05), LeBron no estará disputando la postemporada.

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14 años después, el jugador que ha marcado como nadie la NBA en este siglo XXI no estará peleando por el anillo. Un borrón en un expediente intachable que se produce tras ocho presencias consecutivas del de Akron en las Finales. Entre 2011 a 2018 siempre había estado peleando en el mes de junio por el anillo (conquistó tres en las ocho Finales consecutivas disputadas). Ahora, en su primera aventura en la Conferencia Oeste, se ha quedado sin opciones en marzo. En marzo. Hay que pararse a pensar esto que contamos y digerirlo.

Hagan el siguiente ejercicio. Hablamos de LeBron James. El jugador que mejor ha aguantado la comparación con Michael Jordan. Uno de los mejores jugadores de siempre. Y nos referimos a los Lakers. La franquicia de los 16 años. El equipo de Hollywood, probablemente el equipo más glamuroso del planeta.  Son ya seis cursos seguidos sin estar presente en la postemporada. Antes de esta sequía, los Lakers acumulaban un total de 5 campañas sin disputar los playoffs entre Minneapolis y Los Ángeles. Hay que digerirlo y procesarlo.

La puntilla la puso D'Angelo Russell

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Para colmo, en la mejor noche en la carrera de JaVale McGee (33+10), la puntilla la han puesto los Nets de D'Angelo Russell. Junto a Joe Harris (26 tantos y 6 bingos para el ganador del concurso de triples en Charlotte), el base fue el mejor en los de Brooklyn. 21 tantos (8/20 en tiros) y 13 asistencias. Los dioses de la canasta han sido muy crueles con los de púrpura y oro. Recapitulemos. 25 de junio de 2015. Barclays Center de Nueva York. Con el número 2, los Lakers eligen a D'Angelo Russell. Uno de los varios jóvenes talentosos que han ido reclutando durante estos últimos años marcados por la derrotas. Con el base no se tuvo la paciencia que con algunos de los otros prospects. Dos años después, en junio de 2017, D'Angelo era traspasado a Brooklyn.

Es bastante probable que Russell, all-star en este 2019, dispute el próximo mes su primera postemporada. Algo que no pueden decir aún los Ingram, Lonzo Ball o Kuzma. El destino es caprichoso y le ofreció una particular venganza a D'Angelo.

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Un 2-11 de parcial de los visitante tras un triple de Kuzma (97-96 a 5:41 de la conclusión) fue el principio del fin. La crónica de una muerte anunciada que se había comenzado a escribir hace tres meses. El 25 de diciembre los angelinos asaltaban en Oracle Arena y se situaban con un 20-14 de balance. Una victoria ante los Warriors que salió muy cara. En aquel partido, LeBron James se lesionó la ingle. Se iniciaba un descenso a los infiernos. Más problemas físicos que afectaron también a Rajon Rondo, Lonzo Ball (quien no juega desde enero, cuando se encontraba en su mejor momento) y a Brandon Ingram (intermitente, pero en él hay un jugador especial que, ojalá, los problemas de salud no nos lo arrebaten). A este mal intrínseco en el mundo del deporte se unió la fallida operación por Anthony Davis.

LeBron y Lakers, año II

LeBron James, Lakers

Los Lakers podrían ser hoy candidatos de contar en sus filas con LeBron y AD. Sin embargo, La Ceja se quedó la primera semana de febrero en Nueva Orleans. Y dejó un vestuario destrozado que afectó al ánimo de los jóvenes de los Lakers. Luke Walton, en entredicho desde prácticamente el momento en el que arrancó la temporada, también queda señalado. Se ha quemado en el mediático entorno que rodea al equipo de LeBron James. Sin soluciones y sin dar un golpe de efecto, se antoja muy complicado verle la próxima temporada.

Porque lo que ahora toca es mirar hacia el futuro. LeBron no se va a ir. Su compromiso es a largo plazo (firmó el pasado verano por cuatro años). Mimbres hay. Lo de ahora es un fracaso. Sí. Pero no el punto final a un proyecto que acaba de arrancar. Todos los equipos necesarios necesitan tiempo para construir la química necesaria. La pelota pasa al tejado de Magic Johnson. Vienen unos meses en los que se va a mirar con lupa todas las decisiones que tome.

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Desde este sábado 23 de marzo de 2019, bienvenidos al año II de LeBron James en LA.

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