En sus 30 años, con el Larry O'Brien bajo el brazo y tras su mejor rendimiento individual en la NBA en mucho tiempo. Así se presenta la temporada para un Serge Ibaka más veterano que nunca. Ha cambiado, ha evolucionado. La versión actual de Ibaka es mucho más inteligente que la de hace unos años, cuando sobraban brincos y faltaba algo de IQ.
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Serge cerró la temporada con unas Finales sensacionales. Su papel de revulsivo anotador desde el banquillo fue fundamental para que los Toronto Raptors lograsen el anillo ante los Warriors. Y la situación se presenta extraordinaria para firmar un 2019-2020 de alto nivel.
Un 2019 de menos al máximo
- Estadísticas 2018-2019: 15 puntos, 8,1 rebotes, 1,3 asistencias, 1,4 tapones
El español comenzó la temporada en los Raptors como titular. Alternó algún partido saliendo desde el banquillo y terminó la temporada como suplente de Marc Gasol. Nick Nurse tenía en Playoffs solo a uno de los dos en pista, salvo para ciertos momentos determinados en los que juntó a ambos y obtuvo buenos resultados.
Ibaka vivió una transición extraña en la NBA. En sus primeros años en Oklahoma era un interior de corte defensivo cuya presencia atlética era indiscutible. Brincos, tapones e intimidación. Con el paso de los años esa potencia física menguaba y desarrolló el tiro exterior. Así llegó a promediar 15,1 puntos y 8,8 rebotes en OKC con un 38% en triples con 24 años.
Desde entonces y con el paso de los años perdió presencia defensiva, sus fallos atrás aumentaron y no terminó de explotar en ataque. Ibaka trató de evolucionar y por el camino se perdió. La marcha de Kevin Durant de los Thunder y su propio traspaso a Orlando, donde apenas estuvo 56 partidos en la 2016-2017, tampoco ayudó.
Aterrizar en el Norte, en Toronto, le ha dado estabilidad a Ibaka. Le ha dado un segundo hogar en la NBA. Allí firmó una gran extensión de contrato en 2017 por tres años y 60 millones que concluirá el próximo verano.
Después de lucirse en Las Finales con 11,3 puntos y 5,2 rebotes en apenas 19,3 minutos -rendimiento espectacular- Ibaka tendrá más galones en el equipo con la marcha de Kawhi. Marc Gasol viene de su temporada más exigente y una carga física importante, por lo que Serge debería aumentar su presencia en pista y, por lo tanto, sus números.
2019-2020: Una temporada para brillar
Con 30 años en el momento más experimentado de su carrera, Ibaka parece haber encontrado su camino. Menos brincos atrás y más seguridad en defensa. Menos tiro de tres y más confianza y acierto desde la media distancia. Ibaka afronta una temporada fundamental para firmar su último buen contrato el próximo verano.
Marc e Ibaka son los únicos grandes interiores de Toronto. Es cierto que Nurse tiende a usar solo un interior, pero ya en el Media Day avisó de que le daría más minutos a la pareja de pívots españoles. Son los jugadores más grandes del equipo junto a Pascal Siakam.
Si Nurse decide limitar a Marc y darle descanso, esto dejaría a Ibaka como principal y única alternativa a Gasol. Habrá que estar atentos a un posible traspaso de Ibaka, ya que las oficinas de los Raptors afrontar una reconstrucción y cualquiera de los veteranos que termina contrato puede ver su nombre en quinielas para movimientos.
Un futuro incierto
Ibaka finaliza el próximo verano esa extensión que firmó de tres años y 60 millones. Si bien su valor no es tan alto como en 2017, cuando renueva con los canadienses, continúa siendo un interior con habilidades defensivas y recursos ofensivos, algo muy útil en el baloncesto moderno.
Seguro que si realiza una buena temporada verá como la llueven las ofertas de todo tipo de proyectos, ya sean candidatos al anillo que quieran un veterano para el banquillo o equipos jóvenes que busquen un 'upgrade' para el juego interior.
Si decide continuar en los Toronto Raptors puede firmar por encima del límite salarial. La franquicia del Norte tiene sus derechos 'bird' tras más de tres años en la plantilla, lo que sin duda sería una muy buena noticia para Toronto, que podría perder a sus dos veteranos pívots el próximo verano.
La predicción del grupo
Los años pasan y Serge Ibaka es más maduro que nunca. Ha tenido todo el verano para recuperarse de cara a una temporada importantísima en su carrera después del éxito del anillo. Será un curso muy exigente en el que, si no está Marc en pista, puede tener enfrente pívots mucho más pesados y potentes que él.
La pasada temporada Ibaka firmó un 15-8 de promedio, cifras que debería mejorar este curso con más minutos y relevancia en pista. No lanzó bien el curso pasado desde el triple (29%, donde peor ha rendido) y a poco que mejore sus porcentajes este año puede marcharse sin problemas a unos números cercanos al 18-10 por encuentro. No podemos esperar otra cosa que un Ibaka protagonista en los Raptors, un conjunto que mantiene intactas sus aspiraciones de Playoffs y de mantenerse como protagonistas en la Conferencia Este.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.