Final con polémica para los Warriors: Curry anota para ganar pero Towns decide

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Karl-Anthony Towns and Kevin Durant

Golden State Warriors 130 - 131 Minnesota Timberwolves

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En el baloncesto nunca hay que dar ningún resultado por definitivo, no cuando queda tiempo en el electrónico. Una prueba de ello ha sido el agónico final vivido en el Target Center que ha acabado con la victoria in extremis de los Wolves sobre los Warriors, un triunfo no exento de polémica, precisamente por esa acción y que dará mucho que hablar.

Más allá del final, los Wolves realizaron un sólido partido ante los líderes de la Conferencia con un Wiggins que estuvo a la altura como lleva demostrando en toda la recta final de temporada. El canadiense lideró al equipo con 24 puntos y 9 rebotes incluyendo 3 triples que permitieron a los Wolves luchar por la victoria y mantenerse en la prórroga. Otro que completó una fantástica actuación fue el rookie Josh Okogie que con sus 21 puntos demostró ser un jugador rocoso y de oficio, con acciones que ponen en valor su importancia dentro del equipo.

Mientras, en los Warriors el hombre del partido fue Stephen Curry que tuvo "una de esas noches". 11 triples en 19 intentos para finalizar con 37 puntos y un lanzamiento que presumiblemente estaba llamado a ser el tiro de la victoria para los Warriors. Junto a él los Warriors dispusieron de todos sus efectivos en la que se esperaba ser una victoria asequible para los de Kerr. Durant acabó con 23 puntos, 12 rebotes y 7 asistencias, Cousins con 16 puntos y Thompson con 20.

Una vez completada una primera parte en la que los Warriors se marcharon con una ligera ventaja al descanso tras haber soportado una pegajosa defensa de los Wolves, parecía sin duda un triunfo cómodo, aunque rápidamente esto cambiaría.

Los Warriors desaprovecharon una ventaja de 19 puntos en tan solo 12 minutos. Un 0 de 9 desde el triple junto a 9 pérdidas potenciaron que los Warriors se desconectasen del partido, permitiendo a Minnesota recuperarse desde el rebote ofensivo una parcela en la que obtendrían 22 puntos. El objetivo de Golden State en el tercer cuarto pareció ser un intento de romper el partido como siempre es habitual en ellos, pero ni los tiros ni el rival facilitaron la gesta. En contraste, el partido cambió de dinámica, bajando al barro y donde los Wolves salieron beneficiados.

El último periodo volvió a ser una prolongación del tercero, esta vez con más acierto de los visitantes, pero con la falsa sensación de seguridad. Los Warriors empezaron a encenderse por las decisiones arbitrales que en cierto modo les condicionaron el partido en tanto en cuanto perdieron la perspectiva del choque.

Wiggins pasó a ser decisivo de nuevo, no solo por lo que anotaría sino por lo que dejaría de anotar, encadenando una enorme cantidad de errores en el lanzamiento que a veces fueron solucionados gracias al rebote ofensivo. Green empataría el partido desde el libre llevándolo a la prórroga una vez que el propio Wiggins fallase dos oportunidades de canasta.

En el tiempo extra los Warriors fueron ligeramente superiores con un Curry excepcional y con la defensa de Cousins como pilar fundamental. Golden State se repuso a un inicio fulgurante de los Wolves que llegaron a irse de 7 puntos y con 5 segundos por jugarse Curry anotaba un triple estratosférico en lo que parecía el inicio de la segunda prórroga.

Aquí comienza la polémica. Con 0.5 segundos restantes los Wolves tienen posesión para anotar, entonces en una acción de banda, Towns trata de recibir y le señalan falta a Kevin Durant cuya reacción y del resto del equipo es de estupefacción, increpando al árbitro y sin que se les señale técnica por ello. Towns anotaría uno de los dos tiros libres posibilitando la victoria de unos Wolves que merecieron ganar.

Autor/es
Sergio Rabinal Photo

Sergio es productor senior de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.