Finales NBA 2019: Kawhi Leonard, el MVP que renació en Canadá

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Kawhi Leonard

Ocho años después de haber sido elegido en silencio con la 15º posición del Draft, Kawhi Leonard se sentó en el trono del Rey del Norte: lideró a Toronto Raptors hacia el primer título NBA de su historia, consiguió el segundo de su carrera y además fue galardonado nuevamente con el premio a MVP de las Finales después del triunfo frente a Golden State Warriors por 4-2. The Klaw fue el hombre, ahora convertido en monarca, que interrumpió la dinastía de los Warriors. 

Fue la redención de Leonard, cuestionado después de su temporada 2017-2018: disputó apenas nueve partidos y protagonizó una novela interminable con la gerencia de San Antonio Spurs que desembocó en su traspaso a Toronto Raptors. The Klaw, asesorado por su tío, empezó a presionar a la dirigencia de la franquicia texana para consultar a diferentes médicos para tener otras opiniones respecto a su lesión.

La batalla terminó con Kawhi fuera de la cancha hasta esta campaña. San Antonio, que desde que se constituyó en una de las fuerzas dominantes de la NBA no habían tenido inconvenientes puertas adentro, decidió deshacerse de él ante el pedido de la estrella transformado en villano de ser transferido. 

Ante tal escenario, la consideración general del alero sobre su nivel bajó inevitablemente. Inesperadamente en el mercado, la incertidumbre en torno a su lesión y su contrato de apenas un año con opción de jugador para el segundo configuraban un riesgo que pocos estaban dispuestos a correr. Sin embargo, Masai Ujiri decidió afrontarlo: se deshizo de DeMar DeRozan, el símbolo de la ciudad, para conseguir a un Kawhi que hizo saber su descontento tras aterrizar en territorio canadiense. Ujiri no se equivocó: Toronto consiguió su primer anillo gracias a la presencia de Leonard. 

 

Leonard es un líder contracultural: construye desde el silencio. Recién este año, después de mucho tiempo, el mundo conoció su risa, una risa que se viralizó rápidamente por su particularidad. Aún pese a su timidez, habitualmente lejos de los micrófonos y pese a su nulo carisma, Kawhi llegó a Canadá, enamoró al público con sus actuaciones y llevó a los Raptors hasta su primer anillo. 

No fue una vida fácil la de Kawhi, quien en enero de 2008 vio como su padre Mark era asesinado en un lavadero que regenteaba por aquel entonces. Kawhi, por aquel entonces jugador de Riverside King con 16 años, enfrentó el día siguiente a Compton Domínguez: "El básquet es mi vida. Todo lo que quiero hacer es salir a la cancha y borrar eso de mi cabeza. Fue realmente muy triste. Se suponía que mi papá estuviera en el partido". El básquet fue su receta contra el dolor, aunque bien podría haber sido el fútbol americano. 

En su época colegial, no llegó a las pruebas para jugar en el equipo de básquet porque ningún familiar pudo llevarlo al entrenamiento. Kawhi llamó al entrenador pero le dijo que no hacía excepciones. The Klaw, el hombre de las manos más grandes de la NBA, se pasó al fútbol americano: "Odiaba entrenar. Era bueno, probablemente hubiera llegado a la NFL, pero odiaba ponerme almohadillas", confesó tiempo después cuando ya jugaba en San Antonio Spurs. 

 

Fueron los texanos quienes apostaron por él en el Draft 2011 cuando entregaron a George Hill, uno de los favoritos de Gregg Popovich, para hacerse con un joven del que pocos hablaban. El equipo de desarrollo de los Spurs, con Chip Engelland a la cabeza, transformó a un joven que llegó con el potencial de especialista defensivo y se transformó en un jugador total, una estrella con impacto en ambos costados de la cancha. 

Sumado al histórico Big Three, Kawhi Leonard se transformó en una pieza decisiva en la estructura de los Spurs que fueron finalistas en 2012-13 y campeones en 2013-14. En aquellas Finales se tomó revancha de la dolorosa derrota del año anterior, frenando al imparable LeBron James. Aquel mismo día, el 16 de junio de 2014, se cumplieron seis años de la muerte de su padre: "Ha tenido un significado especial para mí ganar el título justo en el día del padre. Mi padre murió hace seis años y tampoco es que estuviera pensando en él durante el partido", declaró con el título y el premio al MVP de las Finales bajo el brazo. 

Kawhi siguió creciendo y cada vez absorbió mayor trascendencia hasta convertirse en la máxima estrella de los Spurs. La lesión que sufrió en la temporada 2016-17 en los playoffs frente a Golden State, cuando cayó sobre el pie de Zaza Pachulia. Sin saberlo, ese era el principio del fin de su etapa en los Spurs y el comienzo de una nueva historia que concluiría con él consagrado campeón en Toronto Raptors.

Durante la temporada regular, rápidamente demostró que la lesión era cuestión del pasado y que podía recuperar su nivel de MVP. Kawhi promedió 26.6 puntos, 7.3 rebotes, 3.3 asistencias y 1.8 robos en 34 minutos por partido con una eficacia del 49.6% de cancha, 37.1% de tres y 85.4% desde la línea de libres. En playoffs aumentó su producción con 28.5 puntos, 4.2 asistencias, 9.8 rebotes, 2 robos y 1.1 tapas en 40 minutos y un altísimo porcentaje de efectividad de cancha (49.8%) y especialmente desde la línea de libres (89%). Por si había dudas, Kawhi y Toronto eliminaron a los Sixers de Joel Embiid y a los Bucks de Giannis Antetokounmpo. En el mano a mano, Kawhi se mostró como el mejor jugador del Este. Inolvidable fue su doble en el séptimo partido, uno de los game winners más impactantes de la historia, el primero en un Game 7. 

Kawhi se ganó su lugar en el trono de los Raptors y hoy lo coronó con un anillo que Toronto soñó desde que se sumó a la liga en 1995. 

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