Al comienzo de los Playoffs había no pocas dudas con respecto a los Phoenix Suns. Equipo novato y joven, sin experiencia previa en la postemporada, pero que había logrado tener una Fase Regular espectacular. Vacilar del conjunto de Monty Williams en ese momento parecía lo lógico, más teniendo en cuenta que su debut iba a suceder ante los vigentes campeones, los Lakers. Tan pronto como se lanzó el balón al aire quedó claro que los de Arizona tenían un techo todavía por descubrir y que aquellas reticencias iniciales a considerarles contenders no habían sido del todo justas.
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Aquellas dudas partían de la aparente fragilidad que podría llegar a tener el juego interior de los Suns, representado por Frank Kaminsky, Dario Saric y Deandre Ayton, tres figuras muy lejos de la élite de la liga en ese sentido. Pocos esperaban lo que iba a suceder en las siguientes semanas al inicio de la competición cuando, lejos de ser fruto de un día, Ayton se destapó como un pívot con una capacidad defensiva enorme así como de una enorme inteligencia en la ejecución ofensiva. Primero pasó por encima de los Lakers y su amplia rotación de internos, para seguidamente anular totalmente al vigente MVP, al cual dejó en un 40,7% de en tiros de campo, y finalmente alcanzar las Finales tras vencer a los Clippers.
A lo largo de ese proceso, el pívot de los Suns se ha ido ganando el respeto de toda la liga y asentándose como una pieza fundamental en el sistema de Monty Williams, no solo por su efectividad en ataque, sino especialmente por lo que el equipo le necesita en defensa para controlar los partidos. Un ejemplo perfecto de esto se dio durante el Game 3 de las Finales ante Milwaukee Bucks donde Ayton rápidamente se vio inmerso en un problema de faltas, teniendo que ir al banquillo antes de lo esperado por precaución y permitiendo a sus rivales tomar el control del encuentro.
El bahameño apenas pudo disputar 24 minutos pero en el tiempo que estuvo en pista no tuvo rival, al menos durante la primera mitad donde anotó la gran parte de sus puntos. El jugador se fue a un 8 de 11 en tiros de campo (72,7%) para un total de 18 puntos, sumando además 9 rebotes. Pese a ese breve periodo de tiempo, Ayton tuvo el segundo mejor +/- de los Suns entre aquellos que jugaron más de 20 minutos con un -6.
Buena parte de las opciones de Phoenix para ser campeones pasan por que Ayton tenga un buen partido, que Chris Paul y Devin Booker puedan encontrarle cerca del aro y que, al mismo tiempo, pueda controlar la pintura en cancha defensiva. Y es que el jugador de 22 años se ha convertido a lo largo de estos Playoffs en el termómetro del equipo de Arizona por su importancia y presencia en todo el sistema, siendo el ejemplo perfecto de que, si tiene un mal día o no puede estar mucho sobre el parqué, el grupo se resiente.
Un peso enorme que ha recaído sobre los hombros del joven interior, el cual parece haber madurado a pasos agigantados durante esta temporada y, sobre todo, en estos Playoffs.
"Tengo que abordarlo todo de la manera correcta, ver muchos clips del último partido, ver dónde estaban mis errores. Principalmente tratando de permanecer en la cancha todo el tiempo posible y tratando de evitar problemas de faltas", comentó el interior sobre cómo está siendo su preparación de cara al Game 4. "No voy a permitir que ninguna de esas malas decisiones cambie mi agresividad sobre la cancha. Principalmente tengo que mostrar mis manos pronto, dejar que los árbitros sepan dónde estoy. Pero fue bastante frustrante. Realmente queríamos ese partido, y sentí que como equipo necesitábamos un poco más de esfuerzo. Ellos jugaron más duro que nosotros, y sí, esos fueron los resultados. Creo que he estado jugando bien en defensa cuando puedo hacerme grande y aprovechar el contacto".
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Esos problemas de faltas coincidieron con otra gran actuación de Giannis Antetokounmpo, que se fue a 41 puntos anotando 24 de ellos en la pintura, territorio donde el interior había conseguido mantener el control hasta el momento en las Finales. Sin ir más lejos, Ayton venía siendo uno de los pocos que habían conseguido contener al griego en lo que llevamos de Playoffs, dejándole en un 44% de acierto a lo largo de 56 posesiones, solo superado por Bam Adebayo que le dejó en un 26% en 59.
El trabajo que el bahameño pueda realizar sobre Giannis será uno de los puntos críticos que decantarán la balanza hacia uno u otro lado en el Game 4. ¿Cuál es la clave para mitigar al dos veces MVP? Así lo cuenta Ayton.
"Básicamente, se trata de mostrar una muro, ser firmes en defensa y asegurarnos de mostrar nuestras manos y no meternos en problemas de faltas como equipo, asegurándonos de que tengamos una defensa fuerte y todos hacemos un buen balance defensivo", relató el pívot. "Giannis sabe dónde cómo jugar para sacar faltas, es muy grande y fuerte. Solo tienes que mantenerte, igualar su fisicalidad y no retroceder nunca o tratar de aguantar el contacto. Es un tipo difícil de frenar cuando está en ritmo".
Si los de Monty Williams quieren regresar a Phoenix con una ventaja de 3-1 en el global deberán encontrar el modo de proteger a Ayton al mismo tiempo que este continÚa siendo agresivo en defensa y certero en ataque.
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