La reedición de las Finales de 2018 con la única presencia destacable de Kevin Love y Draymond Green en los quintetos de Cleveland Cavaliers y Golden State Warriors trajo consigo un buen espectáculo a pesar de los cambios experimentados en las dos escuadras en las últimas temporadas. Los de Steve Kerr encontraron en el Rocket Mortgage FieldHouse el lugar idóneo para revertir su mal momento en la temporada, consiguiendo una importante victoria por 131 a 112.
Golden State puso fin así a una racha de cinco derrotas consecutivas además de acabar con el 0-10 que atesoraban fuera de casa en las últimas semanas.
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Una fantástica primera parte de Collin Sexton castigó la defensa de los californianos iniciando con un 7 de 10 en tiros de campo que mantuvo a los locales en la lucha. Como respuesta, Glenn Robinson III evidenció su gran estado de forma en la primera parte con 12 puntos que sirvieron para permitir a los Warriors irse al descanso con una ligera ventaja de 2 puntos.
Tras el paso por vestuarios los de Kerr dieron una imagen completamente diferente, tomaron el control del partido a través de Draymond Green que ofreció su mejor nivel en meses consiguiendo conectar 8 asistencias sin perder un solo balón y posibilita un parcial de 44 a 19 con el que Golden State puso rumbo a su undécima victoria de la temporada.
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Todo ello de la mano de una gran actuación colectiva, consiguiendo mover el balón, evitando caer en acciones lentas y aclarados que pusieron en evidencia la mejorable rotación defensiva de los Cavs. Hasta ocho jugadores de los Warriors acabaron con dobles dígitos en anotación donde Glenn Robinson III fue el máximo anotador con 22 tantos en 9 de 13 tiros de campo mientras que Draymond Green rozó el triple-doble con 8 puntos, 7 rebotes y 16 asistencias. Como apunte, Kevon Looney volvió a la rotación del equipo tras más de un mes fuera de las canchas.
Por parte de los Cavs, Collin Sexton sigue rindiendo a un nivel más que destacable, siendo el máximo anotador de los suyos al firmar 23 puntos y 4 asistencias (56% en tiros de campo) seguido de un Kevin Porter Jr que tras hacer una gran primera parte se diluyó en los siguientes 24 minutos de juego, acabando con 19 tantos.
Los californianos tendrán que esperar hasta el 4 de febrero para volver a la acción contra los Wizards, mientras que Cleveland recibirá a los Knicks ese mismo día.
Un tercer cuarto memorable
La clave de la victoria de los hombres de Kerr residió en cómo saltaron a cancha tras el paso por vestuarios. Los 44 puntos anotados en el tercer tiempo no solo significaron una de las máximas de temporada en un cuarto, sino que lo importante residió en el cómo. Y es que los californianos experimentaron un acierto asombroso desde la línea de tres puntos.
Hasta 10 triples consiguieron anotar los Warriors en sus 14 intentos en donde D'Angelo Russell con 3 de 5 y Glenn Robinson III y Alec Burks con 2 cada uno fueron los más prolíficos en ese sentido. Una labor que no habría sido posible sin el gran papel que ejerció Green como base y generador de juego para los californianos, sumando 8 asistencias en los 12 minutos que estuvo en pista y sumando una ventaja de 25 puntos.
Let it fly 💦
Ten threes in the third for the squad pic.twitter.com/qF6jBfA8UL
La marca de 10 triples anotados en un cuarto suponen el máximo en la historia de la franquicia, algo sorprendente dados los jugadores que forman parte de la misma, con Klay Thompson y Stephen Curry en el equipo. La mejor marca databa del 15 de enero de 2019 cuando anotaron igual cifra ante Denver Nuggets.
"¿En serio?", se sorprendía Green al escuchar el dato de triples en el tercer cuarto. "Es una locura. Es como un golpe de realidad, ¿quién necesita a los Splash Brothers?", ironizaba el jugador de los Warriors, feliz tras la victoria y conseguir su récord de temporada en asistencias e igualar su máxima de carrera.
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