Españoles por el mundo: Pau Gasol, el banquillo y un año complicado en San Antonio

Pau Gasol y Gregg Popovich

El auge que la NBA ha experimentado en España a lo largo del siglo XXI ha ido, sin duda, de la mano de Pau Gasol. El primer no estadounidense de la historia en ganar el Rookie del Año, el primer español en disputar los playoffs, el All Star Game, unas Finales y en ganar el anillo. Un mito viviente del baloncesto español que, al contrario que su amigo Juan Carlos Navarro, continúa en activo. Y con ganas de seguir plantando batalla. La biología está ahí. Es obvio. Con 38 años y 1.332 partidos (entre temporada regular y postemporada) en las piernas, el desgaste es evidente. En la 2017-18 promedió 10,1 tantos por noche, su media anotadora más baja desde que debutó en la mejor Liga del planeta. Una aventura extraordinaria que ahora llega a su año 18. Se dice pronto.

Su gen y carácter ganador tiran de un lado de la manta, pero su cabeza y pragmatismo del otro. Lo que hace que la cautela se imponga en todo un veterano como Pau. De ahí que no haya acudido a la selección en ninguna de las dos últimas Ventanas FIBA. Un descanso de más cinco meses naturales completos para llegar preparado a su tercer curso en San Antonio Spurs. Le gusta, quiere y necesita sentirse importante. Si bien quizá lo pueda seguir haciendo con un rol más secundario. Al inicio de la pretemporada ya dio el visto bueno a la posibilidad de partir desde el banquillo. Un drama que puede que no lo sea… 

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Antes de continuar, toca recordar algo que a lo largo de la presente campaña vamos a repetir hasta la saciedad. Los Spurs afrontan su campaña más complicada bajo la era Gregg Popovich. La más extraña al menos. Al adiós de Tim Duncan de hace dos veranos, en este hemos tenido que digerir la retirada de Manu Ginóbili y la mudanza a Charlotte del tercer integrante de su exitoso y particular Big Three: Tony Parker. Por si fuera poco, el hombre llamado a tomar el testigo en la franquicia salió por la puerta de atrás. Con el traspaso de Kawhi Leonard a Toronto, DeMar DeRozan aterriza en una plantilla en la que compartirá cabeza de cartel con LaMarcus Aldridge. A la cuota de balón que se repartirá entre sí esta pareja de all stars, añadan la posibilidad de que Rudy Gay forme con Aldridge pareja interior como falso ‘cuatro’. Una ecuación a la que dos jóvenes y talentosos europeos como el letón Davis Bertans y el austriaco Jakob Poeltl buscan sumarse. La competencia es alta para Gasol en su posición. 

Pau Gasol, jugador de los San Antonio Spurs.

 

Pero si se enfoca el problema con una mirada positiva este rol de menor protagonismo podría no ser tan malo. Como líder de la segunda unidad, su incidencia en el juego debería ser mayor. Ya lo demostró cuando Pop le relegó al banquillo medida la campaña 2016-17. Menos minutos, sí, aunque más productivos. La calidad e inteligencia de ET brillarían (o al menos deberían) más ante los suplentes rivales. Por si fuera poco, las carencias propias de la edad como la defensa en el pick&roll, quedarían a priori más protegidas ante jugadores de menor entidad.


Al margen del debate sobre su suplencia o no, conviene incidir en su situación financiera. En esta 2018-19 a la que de cabeza nos encaminamos se embolsará sí o sí 16,8 millones. Un salario acorde al estatus de estrella que fue, pero que dada su profesionalidad no hará que regale gestos o declaraciones altisonante reclamando más protagonismo. No es propio de él. Cuestión distinta es el hecho de que, y tras un Mundial como el de China que se celebra el próximo septiembre y en el que tiene la intención –si el físico se lo permite- de acudir, los Spurs opten por abonarle los 6,7 garantizados del total de 16 que firmó para la 2019-20.

Pau Gasol

De ser así, Pau se convertiría en agente libre con 39 años el próximo verano. Las preguntas se suceden. ¿Contrato mínimo de veterano con algún equipo que le permite luchar por un tercer anillo? ¿Llegada a una franquicia en la que ejerza como tutor de un equipo joven y plagado de talento? ¿Regreso a Europa (Barcelona)? ¿Retirada?

Esas serán preguntas que deberán encontrar respuesta los próximos meses. Por ahora, toca disfrutar de un jugador único e irrepetible. Un icono del baloncesto español y europeo que, lógicamente, ha perdido peso individual. La edad juega su papel. Como la experiencia y saber estar. Y en eso, Pau Gasol anda sobrado. Si todavía sigue al máximo nivel es porque tiene cosas que aportar dentro y fuera del parqué. Más ahora que la desgracia en forma de lesiones se ha cebado en la franquicia de El Álamo. Sin Dejounte Murray, Derrick White y Lonnie Walker IV, los Spurs van a tener un problema tanto en su línea exterior como, sobre todo en defensa. Toca remangarse en San Antonio si desean conseguir el premio de sus vigésimosegundos playoffs consecutivos. Para E.T. serían los terceros con los texanos. Los decimoterceros de su carrera. Se dice pronto.

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