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La historia de los pocos partidos que la NBA disputó a cielo abierto

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NBA Indian Wells

El baloncesto nació en 1891 como un invento del canadiense James Naismith en Springfield, Massachussets, para mantener activos a sus alumnos ante el mal clima típico de los inviernos en la región de Nueva Inglaterra. Hoy sigue siendo un deporte preferentemente "invernal", pero ya no está atado a un clima: en todas partes del mundo el básquet es practicado ante cualquier condición climática, incluso en la nieve.

Eso si, la NBA, tan abierta a los experimentos reglamentarios, todavía no ha probado con jugar un partido oficial a cielo abierto: su idea del básquetbol oficial se restringe a los grandes estadios de hoy en día. Pero en algunas ocasiones, ha abierto la puerta a una prueba en distintas exhibiciones: en cuatro oportunidades se han disputado partidos expuestos a las inclemencias de la climatología. La última vez ya sucedió hace tiempo: fue en el año 2010. Repasamos la historia de estos partidos más que excéntricos y la opinión de los jugadores que formaron parte de ellos.

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Puerto Rico, la primera casa

La historia de la NBA jugando a cielo abierto se remonta a fines de 1972 y nos lleva hasta la isla de Puerto Rico, más precisamente a San Juan, su capital. Allí tiene lugar el estadio Hiram Bithorn construido en 1962, una casa principal del béisbol en ese país y también el primer recinto en ser sede de un partido de la NBA sin un techo cubriendo el campo de juego. Fue el 24 de septiembre de 1972 y enfrentó, en un partido de exhibición, a Phoenix Suns con Milwaukee Bucks.

Jerry Colangelo, una de las personas más influyentes en la historia de los Suns (fue gerente general, entrenador y dueño de la franquicia), le contó el motivo principal de ese viaje a Joe Gilmartin, el único periodista enviado desde Arizona para cubrir el partido en Puerto Rico: "cuando los empresarios de Puerto Rico se acercaron mi primera pregunta fue "¿cuánto dinero hay?". Pero luego Colangelo dice que le sonaba interesante la idea, siempre y cuando el clima y las condiciones de seguridad no interfieran. Los Suns dieron la sorpresa aquel día y le ganaron 116-103 a unos Bucks que habían sido campeones en 1971 y se presentaban con Kareem Abdul-Jabbar y Oscar Robertson, dos de las más grandes estrellas del básquetbol mundial por entonces.

Neal Walk, una de las figuras de Phoenix por entonces, anotó 15 puntos aquella noche y recordó con Gilmartin sus sensaciones de aquel día: "la noche fue húmeda y ventosa, con tanto viento que incluso los tableros se movían de vez en cuando. Había que acostumbrarse y nadie podía hacerlo. Recuerdo tomar un tiro desde la esquina izquierda frente al entrenador van Breda Kolff. Él dijo "se ve bien", pero con el viento y el aro que se movía, la pelota ni siquiera llegó a destino."

El viento no fue el único problema, sino también la humedad típica del clima tropical: "Había tanta humedad que el sudor goteaba y el piso tenía un rocío brumoso que lo hacía bastante resbaladizo. También habían aves marinas volando de una punta a la otra de la cancha." El estadio Hiram Bithorn se encuentra a tan solo tres kilómetros de la bahía de San Juan.

El Hiram Bithorn volvió a acercarse al básquetbol cuando en el año 2019 el Premundial FIBA de 3X3 se disputó allí en el mes de mayo

La llegada a Indian Wells, otra "locura" de los Suns

Hakim Warrick Indian Wells

El "loco" antecedente de Puerto Rico había quedado muy lejos. Otra liga profesional norteamericana como la NHL (hockey sobre hielo) había hecho sus pruebas y llamó la atención en 1991 y 2003 con exhibiciones a cielo abierto en Las Vegas y Edmonton. En el 2008 dieron el golpe mayor, creando el "Winter Classic", un partido oficial entre los Pittsburgh Penguins y los Buffalo Sabres disputado en Buffalo, New York, bajo la nieve del pleno invierno.

Ese puede haber sido el disparador para que a Dick Heckmann, dueño minoritario de Phoenix Suns y residente de Rancho Mirage, California, en el valle de Coachella, le llegue la idea de llevar a su equipo bien cerca de su casa. En esa zona se encuentra el complejo de tenis de Indian Wells, inaugurado en el año 2000 y sede del Masters de Indian Wells, uno de los torneos más prestigiosos del mundo. El complejo cuenta con un estadio de una capacidad de más de 16 mil espectadores: ideal para un partido de la NBA. Todo estaba dado para probar, pero era una innovación "rara". "Nos gusta hacer cosas nuevas y emocionantes. Creo que será un éxito", declaraba entonces Rick Welts, CEO de la franquicia de Phoenix.

El partido se pudo llevar a cabo con menos problemas que el de Puerto Rico que había sido mucho más atrás en el tiempo, pero las quejas de los jugadores persistieron: estando a la intemperie el clima juega su parte y no ayudó para nada en la jornada del 11 de octubre del 2008, en la primera visita a Indian Wells. "Fue una gran idea, pero en el momento incorrecto del día", declaró Kenyon Martin de Denver Nuggets, el otro equipo invitado a este evento. Denver ganó 77-72 y ningún equipo la pasó bien en el "frío" que se vivió allí. No es que hacía un frío demasiado fuerte, pero la temperatura de 18 grados no era la esperada en un lugar caluroso como California. "Parecía Edmonton, Alberta, no Palm Springs", decía el canadiense Steve Nash.

A pesar de la presencia de varias estrellas como Nash y Shaquille O'Neal (Carmelo Anthony, Allen Iverson y Amare Stoudemire no jugaron debido a diversas lesiones), la calidad del partido fue baja: los dos equipos quedaron por debajo del 40% en tiros de campo y fallaron 24 de 27 intentos de tres puntos. "Obviamente, se podría jugar un partido oficial a cielo abierto ya que el efecto del viento es el mismo para ambos equipos, pero agrega un elemento que creo que es de una graduación muy cambiante", manifestó Nash. Eso si, financieramente la primera edición fue exitosa: se vendió la totalidad de las 16.236 entradas disponibles a pesar de ser un partido de pretemporada.

Curry, invitado especial a la tercera ocasión

Stephen Curry Golden State 2009

Al año siguiente la experiencia se repitió y Phoenix enfrentó a un equipo "local": se midió con Golden State Warriors. La victoria fue para los de California por 104-101, nuevamente de noche, pero con una temperatura más elevada y un poco menos de viento. El máximo anotador del encuentro fue un tirador puro como Anthony Morrow, que marcó 30 tantos con 11-21 de campo, pero gran parte de las luces de esa noche estuvieron enfocadas en un novato que dejó una gran impresión: un tal Steph Curry, que anotó 18 puntos. Eso si, la puntería en general no cambió demasiado: Golden State finalizó con un 42% de campo y Phoenix con un 40%.

2010, el último antecedente

NBA Indian Wells

Por tercer año consecutivo, los Suns llevaron un partido de pretemporada a Indian Wells en el 2010: el 9 de octubre enfrentaron allí a Dallas Mavericks, uno de sus más acérrimos rivales de la Conferencia Oeste. Ese día finalmente pudieron ganar, pero terminó siendo la despedida de este escenario: ya no llamaba la atención como novedad y la asistencia del público no era la misma, con aproximadamente un 10% de tickets que no fueron vendidos.

Phoenix ganó por 98-90 frente a unos Mavs que no tuvieron a Dirk Nowitzki en otra jornada en la que el clima colaboró (no hubo viento) pero los jugadores volvieron a estar flojos de cara al aro: ambos equipos convirtieron apenas un 39% de sus intentos. El máximo anotador de ese encuentro fue Grant Hill con 16 puntos, mientras que el puertorriqueño José Juan Barea sumó 13 para los Mavericks.

La experiencia de la WNBA

WNBA Liberty Outdoor Classic

Antes de que la NBA vaya a Indian Wells, su liga hermana, la WNBA, había pasado por otro estadio de tenis emblemático. El 19 de julio del 2008, en pleno verano neoyorquino, se disputó el Liberty Outdoor Classic, un partido de temporada regular entre New York Liberty e Indiana Fever en el estadio Arthur Ashe del complejo de tenis de Flushing Meadows, New York, donde se realiza el US Open.

En un atardecer de 30 grados, Indiana ganó como visitante por 71-55, liderado por 20 puntos de Katie Douglas y 15 tantos y 9 rebotes de Tamika Catchings. A New York se le complicó mucho para convertir (28,6% de campo) pero lo mismo no sucedió con sus rivales, que tuvieron un 47% de acierto. Loree Moore, la base de aquel equipo del Liberty, dijo que todo pudo haber sido una distracción: "Permitimos que muchas cosas entren en juego, el evento, el viento, los árbitros". En tanto otra jugadora de New York, Shameka Christon, nacida en Arkansas, remarcó que este evento la había llevado a sus orígenes: "No teníamos la bendición de contar con un gimnasio para jugar cada día, así que jugábamos afuera."

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Agustín Aboy Photo

Agustín es productor de contenidos para Sporting News.