Sobre el papel, la temporada 2021-2022 de los Houston Rockets parecía ilusionante. Después de la tumultuosa campaña anterior con la salida de James Harden y el desmantelamiento del proyecto de Daryl Morey, el desembarco de Jalen Green como número 2 del Draft, así como de Daniel Theis y una serie de interesantes elecciones como Alperen Sengun o Usman Garuba, los de Texas estaban llamados a ser uno de los equipos jóvenes a tener en cuenta. Poco tiempo ha sido necesario para comprobar lo lejos que están los de Stephen Silas de ser siquiera una amenaza para cualquier rival en la actualidad. La inexperiencia les está jugando una mala pasada en las primeras semanas de competición pues ahora mismo marchan con un balance de 1-16, el peor de la NBA en este curso.
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En cierto sentido era esperable que el registro no estuviese cerca del 50% de victorias, pero ese solitario triunfo en la segunda jornada ante los Thunder resulta insuficiente. A lo largo de los 75 años de historia de la NBA tan solo 11 equipos han iniciado la Fase Regular cayendo en 17 de sus primeros 18 encuentros, una lista que los Rockets buscarán evitar por encima de todo en su próximo encuentro ante los Chicago Bulls (2:00h, NBA League Pass). Un reto sumamente complicado para Houston por la entidad del rival, prácticamente en el extremo opuesto del espectro (2-16 de balance), pero necesario para cambiar la dinámica del equipo.
Peores inicios de la historia - Primeros 18 partidos
| Temporada | Equipo | Balance |
| 2009-2010 | New Jersey Nets | 0-18 |
| 2015-2016 | Philadelphia 76ers | 0-18 |
| 1970-1971 | Cleveland Cavaliers | 1-17 |
| 1972-1973 | Philadelphia 76ers | 1-17 |
| 1988-1989 | Miami Heat | 1-17 |
| 1993-1994 | Dallas Mavericks | 1-17 |
| 1997-1998 | Toronto Raptors | 1-17 |
| 1998-1999 | LA Clippers | 1-17 |
| 2003-2004 | Orlando Magic | 1-17 |
| 2004-2005 | New Orleans Hornets | 1-17 |
| 2014-2015 | Philadelphia 76ers | 1-17 |
El camino del crecimiento de los Rockets pasa por que sus jóvenes se desarrollen y aprendan a través del error, pero también por acumular experiencias competitivas lo más reales posibles. Es decir, luchar por una victoria en el clutch, aprender a gestionar la presión del marcador y salir de un mal parcial. Pero nada de eso será posible si nunca están cerca de llevarse un triunfo. Por ello, desde NBA.com Global proponemos 5 puntos de mejora para Houston.
Minimizar los minutos de Green y Porter Jr juntos
De acuerdo a los datos de PBP Stats, durante los 341 minutos en los que Jalen Green y Kevin Porter Jr han estado juntos en cancha, el net rating del equipo ha sido de -15,9, siendo imposible discernir entre si la defensa o el ataque ha sido menos eficiente.
Los dos jóvenes exteriores están llamados a ser los pilares de los Rockets en el futuro cercano. Porter Jr es el ejemplo perfecto de combo-guard moderno, alguien que puede lanzar sobre bote y al mismo tiempo crear juego en acciones como manejador, mientras que el número 2 del pasado Draft es un base rápido y atlético, con un primer paso desbordante y un gran repertorio técnico. Sin embargo, ninguno de los dos es un director de juego al uso. Y eso es un problema muy grande teniendo en cuenta el tipo de juego que pretende jugar Houston.
Cuando uno de los dos exteriores está en el banquillo la cosa es un poco diferente. Con solo Kevin Porter Jr en pista, los Rockets han tener un +9,4 de net rating en 90 minutos, teniendo una defensa más que eficiente (97,3). Al contrario, con Green solo el equipo se ha desplomado con un -36,3 en net rating.
Dar rienda suelta al ex de USC como manejador principal en ausencia de Green y acompañar mejor al rookie cuando salga a pista con veteranos como Eric Gordon o incluso DJ Augustin puede ser el mejor camino para la mejora del equipo.
Encontrar el equilibrio entre Theis y Sengun
Los Rockets disponen de una rotación interior de lo más variada, siendo esta la principal virtud de la limitada plantilla contando con Christian Wood, Daniel Theis, Alperen Sengun o Usman Garuba. Sin embargo, Stephen Silas todavía no ha logrado dar con la tecla para hacer funcionar la rotación de los tres primeros y que esta sea productiva. El pívot alemán está promediando 23,2 minutos, su registro más bajo desde su año sophomore en Boston, apenas un poco más que el rookie turco con 18,8.
La apuesta de los Rockets pasa por crecer a través de dos interiores, siendo uno Christian Wood, el único que tiene un net rating positivo de los principales pívots (+0,3). La veteranía de Theis sirve como parche a muchos de los problemas de Houston, pero también es cierto que su unión con Wood no está siendo tal y como se esperaba (-21,8 juntos), siguiendo la línea de lo visto del alemán en el pasado junto a Tristan Thompson o Nikola Vucevic. Mientras, Sengun parece compenetrarse mejor con Wood con solo un -8,6 de net rating juntos en 140 minutos aunque los dos sean dos interiores más bien clásicos.
La salida de Theis podría ayudar a que Sengun tuviese un rol mucho más importante en la segunda unidad o bien como complemento circunstancial de Wood, pero mientras tanto Silas deberá encontrar el modo de hacer funcionar su juego interior con los activos de los que dispone.
Una rotación mayor
Un equipo en construcción necesita dar oportunidades a cuantos más jugadores sea posible. Algo que ejemplificó a la perfección Philadelphia 76ers en el pasado, logrando desarrollar a figuras como Jerami Grant, TJ McConnell, Robert Covington o Richaun Holmes.
Por el momento, Stephen Silas ha aplicado una rotación más bien corta y centrada en un gran minutaje de sus figuras de futuro como son Wood, Green, Porter Jr y Tate. Esto ha hecho que otros prometedores jóvenes como Usman Garuba, Josh Christopher o Kenyon Martin Jr apenas cuenten con opciones de mostrarse y mejorar, especialmente con los marcadores ya completamente rotos.
El paso de una distribución de minutos más concentrada a un equilibrio en el resto de la plantilla ha de ser un aspecto clave para el desarrollo del proyecto de los Rockets, especialmente si quieren que todo el roster crezca.
Un base veterano suplente
Las dos principales referencias en cuanto a veteranía han sido Eric Gordon y DJ Augustin, dos suplentes de garantías pero que quizás no son los jugadores indicados para ayudar a Green y Porter Jr a desarrollarse. A Gordon le quedan 3 temporadas de contrato por valor de 58,6 millones, lo que dificulta mucho su traspaso en el corto plazo, mientras que Augustin apenas promedia 12 minutos por noche.
La importancia de un director de juego con experiencia partiendo desde la segunda unidad puede comprobarse sin ir más lejos en los Cavaliers o bien en los Knicks. Pero más allá de lo que pueda producir a nivel estadístico, una figura como esta ayudaría a los dos manejadores principales a comprender mejor cómo funciona la NBA y servir de guía en su desarrollo.
El problema para los Rockets es que el mercado en la actualidad no ofrece un horizonte muy esperanzador con solamente figuras como Elfrid Payton, Denzel Valentine o Trey Burke como bases experimentados que acaben contrato.
Encontrar una solución a la situación con John Wall
Ahora mismo, John Wall es el tercer jugador mejor pagado de toda la NBA y no ha jugado un solo minuto desde el pasado abril. La decisión de las dos partes de buscar una solución que favoreciese a ambos ha hecho que el base no se haya unido al equipo, algo que está afectando notablemente a las opciones competitivas de estos.
Con un traspaso prácticamente descartado por el valor de mercado de Wall y una rescisión que se antoja irrealizable, el único camino satisfactorio para ambos sería que se reincorporase a la dinámica de los Rockets como parte del grupo. Esto, sin duda, ayudaría a mejorar su percepción dentro de la competición de cara a una hipotética Agencia Libre en julio en caso de rechazar su opción de jugador.
Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o a sus organizaciones.