Boston Celtics 120 - 107 Los Angeles Lakers
La gira californiana de los Boston Celtics ha acabado por servir de terapia al equipo, ayudándoles a resurgir y forjar los mimbres de una nueva química de vestuario. Tres triunfos en el Oeste de forma consecutitva que confirma su buen momento, especialmente hoy tras vencer a sus rivales históricos como son los Lakers. Unos Lakers venidos a menos en los que LeBron James sumó un triple-doble de 30 puntos, 10 rebotes y 12 asistencias que no consiguieron eclipsar a los 30 puntos y 5 asistencias de Irving.
KYRIE HANDLES! 👀🔥
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30 PTS, 7 REB & 5 AST on #NBAonABC pic.twitter.com/BZagRawSgs
Los Celtics mostraron una cara que es de sobra conocida por cualquier seguidor de Boston. Amparados en un juego más individualista de lo que el resultado pueda arrojar, los Celtics abusaron de situaciones individuales, con una gran cantidad de triples intentados (14/38) y penetraciones en solitario que ante el rival de hoy funcionaron a la perfección.
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Unos Lakers descompuestos y sin más influencia que James no fueron rival para Boston. Las bajas están costándole a los Lakers un final de temporada digno, en el que demostrar no sólo su valía sino que son un equipo de futuro. El 18% en tiros de tres resume a la perfección el partido que disputaron los angelinos, con tiros mal decididos y con mucha impaciencia. La parte positiva de este partido fue la irrupción del novato Moritz Wagner que sumó 22 puntos y 6 rebotes, al que le acompañó Johnathan Williams con 18 puntos y 10 rebotes. Ambos aprovecharon la oportunidad en un mar de descontrol y atrofia colectiva.
Uncle Drew doing what he does best in tonight’s @JetBlue Play of the Game! pic.twitter.com/tUtPrpHkPN
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Triunfo cómodo y sin muchos altibajos para los verdes que impusieron un ritmo y un estilo de juego en el que los Lakers no podían aguantar ni parecían estar por la labor. Los angelinos tan solo aguantaron un asalto, pues tras devolverle los golpes a los de Stevens en el primer cuarto, obra de Rondo y James, en el segundo tiempo el equipo se vino completamente abajo, dejando que Boston se escapase de 10 puntos.
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Irving marcaba el ritmo del partido y confirmaba su buen año en lo que se refiere a fundamentos ofensivos, poniendo a prueba una y otra vez a Rondo sin que este pudiese detenerlo. Clave en el inicio de la segunda mitad fue Marcus Smart que gracias a una buena serie en el triple lideró a Boston a conseguir un parcial que serviría al equipo para tratar de romper el partido. Los Lakers harían un tímido intento de remontada de la mano de Wagner y LeBron, pero la mecha fue corta e Irving se encargó de apagarla.
Los Celtics abrirían una pequeña renta que les permitió gozar de una relativa tranquilidad, dejando el partido visto para sentencia y con un claro vencedor. Boston se llevó el partido más histórico de la NBA contra unos Lakers que están completamente fuera de la lucha por los Playoff de no ser que un milagro suceda.