Nadie en la historia de la NBA ha remontado un 3-0 en contra en una serie de Playoffs y los Boston Celtics no quisieron ser los primeros. O al menos no han querido intentarlo ya que consiguieron una importantísima victoria en el Game 3 contra Miami Heat por 117 a 107 que pone el 2-1 en la eliminatoria. Un triunfo además contundente, donde los de Brad Stevens controlaron de principio a fin el choque y no se dejaron afectar por las diferentes estrategias lanzadas por Erik Spoelstra para frenar el ataque verde.
De entre todos los nombres que destacaron en el equipo de Massachusetts Jaylen Brown fue el que más tuvo que decir. Y es que tras rozar con la punta de los dedos la prórroga en el anterior encuentro al errar un triple, en esta ocasión el alero salió con la determinación de cambiar el destino de los Celtics para finalizar como el máximo anotador con 26 puntos, 7 rebotes, 5 asistencias y 3 robos, todo ello además con un acierto de cara al aro sorprendente, finalizando con un 64% en tiros de campo.
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Esta victoria y esta actuación tienen un doble valor para Brown, lo primero y más obvio porque sirve como balón de oxígeno a los Celtics que estarán en disposición de empatar la serie en el próximo duelo, lo segundo por todo lo sucedido en el vestuario verde al término del segundo partido y que, según fue reportado por los allí presentes, los jugadores mantuvieron una acalorada discusión sobre el estado del grupo.
Todo eso forma parte del pasado, de un pasado que ha servido para edificar el futuro de Boston al corto plazo y desde el cual acometer una remontada con la que regresar a las Finales de la NBA.
"Solo se trata de perfeccionar y enfocar", dijo el jugador de los Celtics. "Hay gente genial en ese vestuario. Mucha emoción, mucha pasión. Pero somos una familia. Estamos aquí el uno para el otro al final del día. Así que ejemplificamos eso cuando salimos juntos. Estuvimos juntos durante algunos momentos difíciles. Pero no bajamos la cabeza, mantuvimos nuestra voluntad alta y perseveramos para ganar este partido".
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— Boston Celtics (@celtics) September 20, 2020
Dos días complicados a nivel interno y personal para Brown por todo lo sucedido y la entidad del encuentro que acabó por traducirse en triunfo verde. "Para ser honesto, apenas dormí en las últimas 48 horas", dijo Jaylen. "Estaba tan ansioso por volver y jugar baloncesto. No creo que los dos últimos partidos ejemplifiquen de qué se trata este equipo. Entonces, no podía esperar para salir y ser la mejor versión de mí mismo e intentar sumarme a una victoria. Y estoy contento de ser parte de este equipo y esta organización y estoy orgulloso de cómo respondimos".
El paso experimentado por Brown en la última temporada para convertirse en un anotador más prolífico se ha acabado por confirmar en el escenario más importante como son los Playoffs en el que ha sido su cuarto encuentro por encima de 25 puntos en esta postemporada. Todo ello en una noche tremendamente prolífica para los hombres importantes de los Celtics en la que tanto Jayson Tatum (25) como Kemba Walker (21), Marcus Smart (20) y el propio Jaylen acabaron por encima de la veintena.
"Creo que todavía tenemos muchas mejoras. Creo que podemos terminar mejor los partidos", dijo el alero. "No creo que hayamos terminado hoy tan bien como nos hubiera gustado, pero creo que jugamos un buen baloncesto hoy hasta el final. Solo tenemos que terminar los partidos un poco mejor".
El mejor bálsamo para un vestuario es la victoria, la medicina que todo lo cura, más en los Playoffs y los Celtics consiguieron espantar los fantasmas que les han estado persiguiendo durante toda la serie. Ahora, ya con un triunfo en el bolsillo tratarán de seguir creciendo en un Game 4 que se presenta crucial.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.