A comienzos de noviembre la NBA anunciaba que el jugador de Atlanta Hawks, John Collins, había sido sancionado con 25 partidos sin jugar por haber incumplido el plan anti-dopping de NBA/NBPA por un positivo en hormona del crecimiento. En aquel momento los de Lloyd Pierce atesoraban un balance de 2 victorias por 3 derrotas, un registro esperanzador que rápidamente se desmoronaba con su ausencia continuada y que ha llevado al resto del grupo a caer a lo más bajo de la clasificación de la Conferencia Este.
3 victorias desde el 5 de noviembre marcan la actualidad de unos Hawks que están siendo la sorpresa negativa de la presente campaña, pues tras un año esperanzador con el despertar de Trae Young y el auge de un equipo atractivo a la vista y que encontraba en su joven plantel el motor para conducir hacia un futuro sin techo conocido. Sin embargo, el proyecto parece haber perdido el rumbo en apenas un mes, todo sin la presencia de un John Collins que se entendió como pocos con Hunter, Reddish y Huerter.
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"Estoy super emocionado", dijo Trae Young sobre la vuelta de su compañero. "John nos va a ayudar un montón, es una pena no haber podido contar con él al principio de la temporada". Y es que los Hawks marchan con marca de 6-24 y acumulan una racha negativa de 7 encuentros perdidos de manera consecutiva. En la noche del lunes al martes los de Lloyd Pierce se enfrentarán a Cleveland Cavaliers (1:00h, NBA League Pass) con la oportunidad de romper la dinámica y comenzar a construir su futuro de manera brillante.
En los cinco encuentros que Collins disputó en el inicio de la temporada su impacto fue brillante, consiguiendo 17 puntos, 8,8 rebotes y 2 tapones en 32 minutos de media, siendo lo más destacado los 30 tantos que anotó ante Miami Heat el 29 de octubre.
Desde su sanción, Atlanta se ha mostrado falto de identidad y perdiendo todo aquello que le caracterizaba. Más allá de los evidentes resultados negativos, la sensación de falta de consistencia y solidez en la resolución de partidos ha sido la tónica que ha marcado el último mes de competición. "No quiero poner a John en una posición en la que cuando regrese, resuelva nuestra comunicación, nuestra energía, nuestro todo", dijo Pierce tras la dura derrota ante los Knicks. "John es un gran jugador, pero sigue siendo un jugador joven. Él se comunica y nos da un impulso, pero es una cosa total del equipo. Son todos".
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La vuelta de Collins va a mejorar considerablemente la imagen defensiva del equipo, siendo el segundo equipo que más puntos recibe de media del Este con 118,5. Además, los Hawks han sido protagonistas involuntarios de tres de los siete partidos con mayor anotación de la temporada contra Knicks (143), Clippers (150) y Rockets (158).
"Nos dará mucho", dijo Huerter. "Creo que todos en Atlanta, nuestro equipo, sabemos el valor que John nos aporta, terminando cerca del aro, rebotando, energía, rebotes ofensivos.... Muchas cosas diferentes y puntos en segunda oportunidad. Conociendo nuestra ofensiva y nuestro equipo, tener un jugador en su tercer año nos ofrece muchas cosas diferentes que nos ayudarán mucho", aseguraba el escolta de los Hawks.
Los Cleveland Cavaliers no se lo pondrán nada fácil en la noche del lunes al martes, pues están en un contexto similar con una marca de 8-21 aunque con dos triunfos consecutivos. Collins llega como el mejor regalo de Navidad para unos Hawks famélicos de victorias y principalmente buenas sensaciones.