En un contexto de prueba y experimento como es siempre la pretemporada los Golden State Warriors dejaron claro que en esta Fase Regular no van a desaprovechar tantas oportunidades como hicieron el pasado curso. El tiempo corre para el proyecto de los de la Bahía y están en la necesidad de sumar resultados positivos que les permitan luchar por objetivos ambiciosos. Los de Steve Kerr están en disposición de arriesgar, más en una Conferencia Oeste donde la igualdad en la zona media será enorme en esta campaña. Por ello, el primer partido de preparación fue un anticipo en qué pueden convertirse los californianos.
La noticia en la victoria por 121 a 107 sobre los Portland Trail Blazers estuvo en la brillante exhibición de Jordan Poole. El joven de 22 años completó una actuación para el recuerdo con 30 puntos en 7 de 13 intentos desde el triple y 3 de 4 en tiros de dos que le valieron para ser de largo el más destacado de la velada. Poole partió como titular, algo que apunta a mantenerse de cara al futuro, pero lo destacado fue el rol que asumió, ejerciendo de manejador y creador de juego y no tanto como ejecutor como había ocurrido en el pasado. Así, el ex de Michigan despertó su instinto anotador con una serie excelente desde la larga distancia.
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Esto supone una fantástica noticia para los intereses de los Warriors independientemente de que se trate de un partido de pretemporada puesto que deja claro que hay profundidad suficiente en la plantilla para acompañar a Stephen Curry en ataque. Además, añade otro lanzador fiable sobre bote y en movimiento a la espera de que Klay Thompson se incorpore tras sus lesiones.
"El entrenador me dio la oportunidad de hacer lo que hemos entrenado y quería que fuese agresivo", relató Poole ante los medios al concluir el encuentro. "El entrenador quería que saliese ahí fuera y si estoy abierto lanzase, eso me lo hizo aprender el año pasado. Se trata de aprovechar el momento que tuve el pasado curso y expandir el rango de tiro un poco más".
Un rango de tiro que se ha ampliado notablemente como dejó claro en esta jugada.
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— Golden State Warriors (@warriors) October 5, 2021
"Así es como se le vio en los entrenamientos. Sin dudarlo, está llegando al aro, jugando con una confianza increíble. Se ha ganado esa confianza", reconoció Steve Kerr sobre la aportación de Poole. "Le dije después del partido que lo que tenemos que ver a continuación es el esfuerzo defensivo. Permitió un par de puertas atrás que acabaron en bandejas, cometió un par de errores en la rotación. Ese es solo su siguiente paso para convertirse en un gran jugador.
"Es uno de nuestros mejores jugadores", aseguró el técnico sobre la estrella de la noche. "Creo que lo que tenemos que determinar es cómo se mantiene en defensa con las diferentes alineaciones con las que estamos jugando. Pero tenemos a un tipo muy explosivo. Tengo más confianza en Jordan que nunca. Ha sido nuestro trabajador más constante durante dos años. Puedes ver ese nivel de confianza".
El joven escolta ya demostró durante la temporada anterior que tenía madera para brillar. La confirmación sucedió el 14 de mayo ante los New Orleans Pelicans donde tuvo una noche similar a esta, sumando 38 puntos en 12 de 22 tiros de campo para conseguir la victoria en ausencia de Stephen Curry.
Habrá que seguir de cerca la aportación de un Poole que está llamado a ser el factor X de estos Warriors.
Sin embargo, lo destacable de este encuentro no fue únicamente la exhibición de Jordan Poole, sino el estilo de juego que desplegó Golden State, muy diferente del llevado a cabo la pasada campaña. Y es que los californianos abrazaron el triple más que nunca, recuperando una disposición de cinco abiertos e incrementando el ritmo. Pese a lo que pudiese pensarse, esto no ha sido llevado a cabo para exprimir las virtudes de Steph, sino más bien como una forma de vivir. Con una serie de 24 de 69 triples (34,8%) los Warriors invirtieron el 69% de sus tiros a canasta desde más allá del arco, logrando 72 de sus 121 puntos desde esas distancias.
Una apuesta arriesgada cuanto menos por el hecho de depender enormemente de la capacidad para mover la bola y liberar a los jugadores para conseguir buenas posiciones de lanzamiento, pero también muy dependiente de la certeza en las acciones sobre bote.
Una serie más que remarcable pues de haberse dado en temporada regular estaríamos hablando de la segunda marca más alta de toda la historia de la NBA, tan solo por detrás del 23 de 70 que los Houston Rockets consiguieron en 2019 ante los Nets.
Con tan solo 18 intentos en la pintura en todo el partido, buena parte en situaciones de transición, los de Kerr lograron abrir el campo de manera extraordinaria así como jugar extremadamente rápido, lo que permitió a figuras como Porter Jr (4 de 7), Mulder (3 de 6) o Bjelica (2 de 3) castigar desde más allá del arco.
"Vamos a lanzar un montón de triples este año", dijo Steve Kerr después de la victoria. "Será un equipo divertido de entrenar y un equipo divertido de ver".
Un buen ejemplo del cambio de tendencia que Golden State parece haber iniciado fue el partido de Draymond Green. El veterano pívot nunca ha tenido muy buena mano desde la larga distancia y Kerr siempre ha tratado de disuadirle a la hora de lanzar desde lejos, motivándole a que ejerciese más como pasador así como aportando cerca del aro. Por ello, que los dos primeros tiros de campo de este fuesen triples merece mención, logrando este una serie de 1 de 2 en todo el partido.
"Nos gusta mucho cuando tiene ese enfoque en el que va a salir a buscar algunos tiros. Cuando hace eso, tendemos a ser un mejor equipo", aseguró el técnico hace unos días sobre Green.
Las próximas semanas servirán para confirmar si lo visto hoy de los Warriors es realmente algo a mantener o simplemente ha sido casualidad.
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