Siguen los movimientos para Boston Celtics. En esta ocasión, Brad Stevens ha alcanzado un acuerdo de renovación con Josh Richardson, jugador que llegó traspasado desde Dallas Mavericks el pasado 31 de julio. Los verdes enviaron a Moses Brown y recibieron una excepción salarial. Ahora extienden a Richardson, que llegaba con solo un año de contrato.
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Según informa Shams Charania, de The Athletic, Richardson ha aceptado una temporada por 12,4 millones de dólares, lo que unido al único curso que le quedaba (por valor de 11,6) generan dos temporadas del jugador por 24 millones. Es decir, una media de 12 kilos cobrando más el primer año.
Richardson, que cumple 28 años en septiembre, comenzó su carrera de forma fantástica con Miami Heat. Después de ser elegido en segunda ronda en el Draft de 2015, J-Rich se hizo un hueco en la rotación de Erik Spoelstra gracias a trabajo y defensa. La mejora ofensiva era también evidente, pero en las dos últimas temporadas hemos visto muy poco de todo esto, ya fuese con los Mavs o con Philadelphia 76ers. En Boston buscará redención.
New Boston Celtics G/F Josh Richardson has agreed to a one-year extension that pays him $24 million over the next two seasons, agent Erik Kabe of @BDA_Sports told @TheAthletic @Stadium.
— Shams Charania (@ShamsCharania) August 23, 2021
El perimetral llegó a promediar 16,6 puntos, 4,1 asistencias, 3,6 rebotes, 1,1 robos y 35,7% en triples en la 2018-2019, su última campaña con Miami. Era considerado uno de los contratos chollo de la liga. Aseguraba defensa de primer nivel, capacidad de generación e intensidad atacando el aro, y ciertas dosis de tiro respetable. Fue utilizado como pieza clave en el sign&trade por Jimmy Butler. Desde entonces seguimos esperando que encuentre su lugar.
En los 76ers era difícil encajar. En ataque era un jugador que no tenía sentido. Los Sixers precisaban tiradores en su estructura y Richardson estuvo en un escaso 34,1%, que además era su peor cifra en tres temporadas. Además, a nivel defensivo tampoco logró potenciar una estructura que ya era de las mejores de la NBA. Le faltaba confianza en ataque y se veía reflejado en su juego. En Miami era pura seguridad.
Mientras, en los Mavs la tarea parecía perfecta. Escudero defensivo para Luka Doncic y apoyo en la generación. El esloveno necesitaba una figura en la que apoyarse para que el equipo viese mitigada la Luka-dependencia. Sin embargo, Josh quedó fuera de la rotación tras comenzar como titular y ha jugado peor (y tirado peor) que con respecto al año de Philadelphia. En Playoffs contra los Clippers promedió 13,4 minutos. Sumaba en defensa, pero era un cero en la ofensiva.
Entonces, ¿por qué le renuevan los Celtics sin haber debutado? Los verdes tienen cierta reputación sacando el máximo rendimiento de sus piezas, sean quienes sean. Raros son los casos de jugadores que, en la era reciente, hayan pasado por Boston sin haber rendido a buen nivel. Además, es cierto que con todos sanos Richardson será suplente, pero en cuanto haya lesiones es muy probable que le veamos de titular. Y sino, su papel como sexto hombre será destacado.
La filosofía de los Celtics empieza por la defensa, aspecto donde J-Rich puede ser de primer nivel. Encaja muy bien en las defensas versátiles del equipo, donde necesitan refuerzo tras el débil rendimiento del último curso. Al Horford, como titular; Marcus Smart, el especialista de la casa; el dúo Brown-Tatum; y Richardson y Robert Williams desde el banco. Hay fe en recuperar el terreno perdido.
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Si Richardson mejora las cifras en triple de los dos últimos años, en especial la de los Mavs (33%), su producción regresará a niveles de sus tiempos en Miami, aunque no tenga el mismo rol. Se trata de recuperar la mejor versión de un jugador que puede ayudar mucho en ambos lados.
Mirando desde el punto de vista salarial, parece una gran decisión de Stevens. El valor de Richardson era bajo y sus agentes y él han optado por firmar este año extra, que les sirve de seguro mientras el jugador busca recuperarse en un entorno positivo donde tendrá importancia. Si sale bien, será un contrato muy aceptable para su rendimiento, incluso ganga; si sale mal, no es un salario descarado como para evitar otro traspaso.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.