La historia de Kendrick Nunn, el nuevo talento de Miami Heat surgido de las calles de Chicago

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Además de ser la tercera ciudad más poblada de Estados Unidos y uno de los principales centros económicos de América, Chicago es una de las principales “cunas” basquetboleras de aquel país. En la actualidad hay 22 jugadores originarios del área metropolitana de Chicago, incluyendo nombres importantes en la liga como Anthony Davis, Derrick Rose, Patrick Beverley, Robert Covington y Jabari Parker.

Entre las leyendas, notamos que los más grandes jugadores nacidos en la “Ciudad del Viento” tienen dos características en común: jugaban como guardias y poseían un corazón enorme. Dwyane Wade, Isiah Thomas y Maurice Cheeks.

A esa lista de perimetrales talentosos le podemos sumar a Tim Hardaway, Michael Finley, Jeff Hornacek, Doc Rivers o Hersey Hawkins, todos hombres que al menos una vez pasaron por el All-Star Game de la NBA y que salieron de las más de 500 canchas callejeras que se estiman que hay en Chicago.

Esas mismas canchas de las que surgieron leyendas “desconocidas” como Ronnie Fields, Billy “The Kid” Harris o el trágicamente asesinado Benji Wilson, apareció otro jugador con mucho talento a la hora de manejar el balón y anotar: Kendrick Nunn.

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Nunn ahora está a días de disputar su primer All-Star Weekend de la NBA, en una temporada en la que sin dudas su nombre resalta entre los mejores novatos, pero también estuvo cerca de ser otro más en el olvido, otro prodigio más al que las luces de la mejor liga de básquetbol del mundo no llegaban a iluminar.

Kendrick nació en Chicago en 1995, en ese mismo verano estadounidense en el que los Bulls se preparaban para comenzar su segundo tricampeonato de la mano de Michael Jordan, Scottie Pippen y Dennis Rodman.

Desde pequeño tuvo una clara habilidad para el básquetbol y a la hora de empezar en tierras competitivas, Nunn fue a la “meca” del básquetbol escolar de Chicago: Simeon High School, una escuela pública del sur de la ciudad, la parte más pobre de “Windy City”.

“No fue fácil, pero fue divertido. Atravesé experiencias difíciles, la vida en Chicago te genera una personalidad dura, le comentó Nunn a Shams Charania en una entrevista para la web Stadium.

En Simeon habían jugado Benji Wilson y Derrick Rose, dos jóvenes que por su tragedia y por su éxito marcaron la historia de Chicago. Allí Nunn estaba destinado a quedar en la historia de la institución junto a un compañero de lujo: Jabari Parker, con quién tienen apenas meses de diferencia de edad.

Jugar con Jabari fue genial, fueron cuatro años en los que ganamos cuatro campeonatos, uno de las mejores épocas de mi vida”, afirmó Nunn.

Nunn estaba un poco a la sombra de Jabari, que en su adolescencia llegó a ser comparado con LeBron James, pero adentro de la cancha ambos eran imparables y ganaron prácticamente todos los torneos de los que participaron. No me sentía a su sombra en esos momentos, pero lo estaba, porque él era el jugador rankeado número uno a nivel nacional”, explicó el actual jugador de Miami.

Esa dupla de Nunn y Parker llegó hasta las selecciones juveniles de Estados Unidos, consagrándose campeones FIBA Américas sub 16 en 2011 y campeones mundiales sub 17 en 2012.

La camiseta 20 de Nunn fue retirada por el equipo de la escuela, así como la 22 de Parker, y se sumó en el techo del gimnasio a las de D-Rose, Benji Wilson (Nunn utiliza el número 25 en la NBA en su honor) y Bobby Simmons , un jugador que llegó a estar en la NBA durante 10 años y fue elegido como el de mayor progreso de la temporada 2004-2005. Con antecedentes así, todo parecía color de rosa para Nunn y Parker, que debían separarse.

Mientras que Jabari se incorporaba al prestigioso equipo de la universidad de Duke para ser dirigido por el afamado Mike Krzyzewski y ya soñaba con dar el salto a la NBA en 2014 (sería elegido con la segunda selección de ese Draft), para Kendrick las cosas quedaban más cerca del barrio. Chicago nuevamente presente como raíz.

El escolta se sumó a la Universidad de Illinois, ubicada en Champaign, a poco más de 200 kilómetros de la casa de Nunn. Cerca del hogar, pero en un equipo, los “Fighting Illini”, que nunca estuvieron muy cerca de la gloria salvo por los años que pasó allí el tres veces All-Star Deron Williams.

A la vez que Parker la descosía en Duke, era elegido en el mejor quinteto universitario, saltaba a la NBA y era una fija como titular en Milwaukee Bucks, Nunn estaba más complicado.

A pesar de ser un equipo que contaba con otros jugadores que luego llegarían a ser profesionales como Leron Black, ex Argentino de Junín en la Liga Nacional de Argentina, los Fighting Illini de Nunn no llegaban a clasificar al gran torneo nacional y los números del escolta, ya de 20 años, no eran gran cosa: 15,5 puntos y 5 rebotes en 35 minutos por partido en su tercera temporada, bien, pero lejos de lo extraordinario.

Entonces, el escándalo golpeó las puertas. Nunn fue arrestado por cargos de violencia contra Kayla Williams, su novia en aquel tiempo. El basquetbolista reconoció haberle arrojado un vaso de agua y debió cumplir con una multa, 100 horas de trabajo comunitario y programas para casos de abuso, pero su castigo más fuerte sería la decisión de la Universidad de Illinois de expulsarlo.

Lejos del frío de Chicago, pero en otra tierra legendaria del básquetbol estadounidense, la Universidad de Oakland decidió darle una segunda oportunidad a un joven de 21 años que había cometido un error muy grave y sentía como todo lo construido se iba a la basura. Pero luego del año sin jugar que debió cumplir por las reglas, Nunn regresó a las canchas con todo.

Mientras que Golden State Warriors ganaba su tercer título de la NBA en cuatro años, un Nunn ya “veterano” para el básquetbol colegial quemaba las redes a los 22 años. Destapó todo su talento y llegó a ser el segundo máximo goleador de la liga universitaria, sólo detrás de un tal Trae Young, con 25,9 puntos por partido y un 39,4% en triples.

¿Seguro eso fue suficiente para llegar a la NBA, no? Pues no. Durante el Draft de 2018, todos los equipos pasaron de seleccionar a Nunn, que pronto a cumplir los 23 años y sin ser un prodigio físico, no era una joya muy tentadora. Pero eso tampoco lograría que Nunn se rinda. Y Oakland estaba dispuesto a tenderle otra mano, en este caso mediante Golden State Warriors.

Kendrick Nunn G-League

La franquicia NBA de la región fichó a Nunn para su equipo de la Summer League y el escolta terminaría disputando la 2018-2019 con los Santa Cruz Warriors, el equipo afiliado de la G-League.

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Ahí, a pesar de jugar un disputar apenas un encuentro como titular, Nunn mantuvo su instinto de goleador: 19,3 puntos por partido. “Estar en la organización de los Warriors, verlos trabajar a Curry, Thompson, Durant, fue una gran motivación”, contó Nunn.

Pero la gran oportunidad de su vida no se la daría Golden State, sino que llegaría literalmente desde la otra punta del país.

El 10 de abril de 2019, Miami Heat fichó a Nunn por tres temporadas como una apuesta que casi que no tendría costo alguno en caso de salir mal, ya que no se trataba de un contrato garantizado. Kendrick tendría que ganarse el dinero y su oportunidad NBA adentro de la cancha. Y vaya si lo hizo. 21 puntos de promedio en la liga de verano y 13,8 en la pretemporada, incluyendo 40 tantos ante Houston Rockets.

Nunca pensé en renunciar a mi sueño NBA e irme a jugar a otro país. Siempre confié en mis habilidades y pensé que podía contribuir a un equipo NBA”, relató Nunn.

Los ejecutivos de Miami, en pleno proceso de rearmado del plantel, sonreían como si hubiesen ganado la lotería: gracias a la G-League, sin nada que perder, se habían sacado la grande. Mientras tanto, el escolta nacido en Chicago disfrutaba de la oportunidad de reemplazar a otro gran escolta de su ciudad que hizo historia en Miami: Dwyane Wade.

Wade era uno de mis jugadores favoritos, crecí viéndolo con la camiseta de Miami Heat. Trato de modelar algo de mi juego en el suyo, era un guardia muy bueno”, comentó en un mini documental recientemente publicado por CloseUp360, en el que además agregó: “La cultura de Miami Heat encaja conmigo de forma perfecta. Hay muchos hombres de Chicago que ya pasaron por aquí, así que la tradición se mantiene”.

Desde el mes de octubre que vemos a Nunn ser fundamental en este Miami que pelea en los primeros puestos de la Conferencia Este. Con su gran capacidad, Kendrick promedia 15,8 puntos y 3,5 asistencias por partido, siendo siempre titular y una de las opciones principales de la ofensiva del Heat (es quien más tiros intenta, 13,6 por partido).

Siendo un rookie “mentiroso”, de 24 años, Nunn ya lleva tres meses seguidos siendo seleccionado el mejor novato de la Conferencia Este (primer rookie no drafteado en ganar más de un premio a mejor novato del mes).

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El de Miami generó un impacto en la liga desde el primer momento, anotando 112 puntos en sus primeros cinco partidos, algo sólo superado por Jerry Stackhouse y Kevin Durant en los últimos 25 años de la NBA.

Con una analogía curiosa, Nunn explicó cual es la clave de su éxito: “Está en la atención a los detalles. Trato de ganar cada posesión, eso es algo que la mayoría de los jugadores no hace (…) Me sorprende que a veces algunos jugadores se “toman descanso” en algunas noches, entonces yo esos días me quedo con su almuerzo. Jugar al básquetbol es divertido, pero yo quiero ganar y soy muy competitivo.

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Este zurdo oriundo de Chicago está jugando tan bien que no hubo ninguna duda de que estaría presente en el Rising Stars Challenge representando a los jugadores jóvenes de Estados Unidos, siendo junto a Devonte’ Graham, otra de las revelaciones de la 2019-2020, uno de los únicos dos nacidos en 1995 que participaran de este desafío repleto de chicos tres o cuatro años menores.

El fin de semana del All-Star es algo muy divertido, para celebrar el éxito estando juntos, jugando, compitiendo un poco, demostrando nuestras habilidades para todos los fanáticos”, dijo Nunn, dueño de un lugar entre las estrellas al que le costó llegar, pero que lo tiene más que merecido.

“Cosas muy grandes vendrán en el 2020. Estoy muy entusiasmado”, manifestó un Nunn que, a pesar de ser rookie, tiene un lugar fundamental en la rotación del Heat, un equipo que ahora reforzado por veteranos como Andre Iguodala y Jae Crowder apunta a subir su nivel y, por que no, llegar a las Finales de la NBA.

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Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Agustín Aboy Photo

Agustín es productor de contenidos para Sporting News.