A cada semana que pasa los Dallas Mavericks están más cerca de regresar a la zona que se esperaba de ellos al inicio de la temporada. El número de victorias poco a poco han ido superando al de derrotas en una progresión ascendente que está llevando a los de Rick Carlisle a firmar una segunda mitad de fase regular más que notable. Esa progresión ha sido paralela a la adaptación de Kristaps Porzingis a la dinámica del grupo tras un complicado inicio, consecuencia de su acondicionamiento tras la operación a la que se sometió en octubre. No obstante, el letón ha tenido una aportación más bien discreta en los últimos cuartos, disputando pocos minutos y con un protagonismo menor del que podría esperarse.
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Tras dos partidos ausente y de regresar ante los Rockets donde no realizó un solo tiro de campo en el último cuarto, contra Milwaukee Bucks Porzingis dio un paso al frente para reivindicarse, realizando una actuación sublime que llevó a los Mavericks a conseguir una importantísima victoria por 116 a 101.
Con 3 de 3 en triples y 1 de 1 en tiros de 2 en el último asalto el letón condujo a Dallas a la victoria, finalizando el encuentro con 26 puntos, 17 rebotes, 2 tapones y un 50% en tiros de campo. Su irrupción fue determinante, entrando en juego con un tiro exterior forzado y siguiéndole otras dos acciones que llevaron a los Mavs a remontar el marcador y encaminarse al triunfo.
¡Luka + Porzingis!@luka7doncic: 27 puntos, 9 rebotes y 9 asistencias@kporzee: 26 puntos y 17 rebotes#MFFL pic.twitter.com/lYhzgyKMNB
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Porzingis supo encontrar su espacio en el campo aprovechando la gravedad ofensiva de Doncic, quedando en la mayor parte de las veces completamente liberado y teniendo únicamente que ejecutar. Una cuestión, la de la coexistencia con el esloveno, que ha venido estando en tela de juicio a lo largo de las últimas semanas. Sin embargo, todo eso pareció quedar a un lado tras lo visto en el final ante Milwaukee donde ambos ofrecieron un gran nivel, compartiendo la bola y celebrando justos las jugadas.
"Tratamos de jugar juntos y ayudarnos el uno al otro", dijo Porzingis al concluir el encuentro. "Queremos ganar y todos buscábamos ganar este partido. Tenemos que seguir jugando, tratar de hacerlo juntos y jugar bien para ayudarnos el uno al otro", añadió el letón.
La relación entre los dos en cancha parece haber cambiado ligeramente respecto a la pasada campaña, fruto también del cambio en el estilo de juego. Si en la 2019-2020 Doncic realizaba una media de 11,6 pases por noche a KP, transformándose en 1,6 asistencias, en el actual curso esto ha bajado a 7,7, aunque manteniéndose en cierto modo el promedio de pases de canasta (1,5). Algo que no ha sucedido de manera opuesta, mantiéndose el mismo número en el caso del letón hacia el esloveno, de 15,7 a 15,0.
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Estos datos no reflejan más que la evolución del sistema de Carlisle, el cual ha dado más importancia a los tiradores exteriores como puedan ser Josh Richardson y Tim Hardaway Jr en lugar de situaciones en las que la jugada solo pase por las manos de Doncic y Porzingis, como solía ser habitual el pasado curso.
Pese a esto, el rendimiento del ala-pívot letón ha sido tremendamente irregular y dependiente de su acierto desde el triple tras el All-Star, combinando noches espléndidas como esta frente a Milwaukee, con otras más discretas como ante Knicks o Clippers.
"Cuando estoy en ritmo de partido como esta noche, entonces es simple, la pelota viene hacia mí", expresó Porzingis sobre su rendimiento ante los Bucks en el cierre. "Pero hay algunas situaciones en las que, ya ante sea Luka o ante mi, los rivales no retroceden en absoluto o cambian el marcaje inmediato, por lo que no consigues una ventaja fácilmente. Es ahí donde tienes que marcar una jugada".
KP said, “Get off me!” 😤🦄@kporzee | @AcmeBrick pic.twitter.com/G0o7FFpRqj
Dallas ha destacado en los últimos años por un brillante juego ofensivo, muy abierto y diverso, pero dependiente en exceso del acierto y la creatividad de sus jugadores. A partir de disposiciones básicas los Mavs han construído un ataque rápido y eficiente, pero que en los finales de partido ha adolecido de una mayor impredecibilidad.
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"En primer lugar, hay un par de cosas que suelen ser bastante constantes. KP casi siempre tiene uno de los mejores defensores del otro equipo sobre él, y la mayoría de las veces, los equipos cambian en defensa", explicó Carlisle. "Cuando eso sucede, en la recta final ante Houston, estábamos atacando a los defensores más débiles que estaban protegiendo a otros. Como se ha explicado tantas veces, uno de los grandes valores de KP es lo que aporta desde el punto de vista del espaciamiento. Cuando se coloca en la línea de triple su defensor siempre está junto a él. Cuando esto sucede, no ganamos el partido. Este tipo de cosas van a surgir. Entonces, como entrenador, tengo que reconciliar y equilibrar todas estas cosas, tratar de lograr y asegurarme de que estamos haciendo las cosas correctas durante todos los tramos del juego".
La actuación de KP en el cierre sirvió para sellar un triunfo vital para los texanos pues con las derrotas de Lakers y Blazers estos se colocan en disposición de dejar atrás los puestos de Play-In. Con un balance de 29-22 y 21 encuentros por disputarse los Mavs tienen ante sí la posibilidad de evitar a uno de los dos primeros clasificados del Oeste si son capaces de mantener una buena racha.
Ahora mismo les separa 1 partido de Portland en el sexto puesto y 2,5 de los angelinos en el quinto, algo que teniendo en cuenta la exigencia de su calendario podrían conseguir ya que, según Tankathon, cuentan con el tercer panorma más sencillo de la liga. Pese a esto, en las dos próximas jornadas se medirán a Spurs y 76ers en casa, dos partidos clave para su futuro a corto plazo donde comprobar además la evolución del equipo.
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