Los últimos años de la carrera de Joakim Noah fueron muy complicados: tras vivir sus mejores años en los Chicago Bulls, pasó a los New York Knicks y luego a los Memphis Grizzlies, donde fue cortado. Desde el 23 de marzo del 2019 no ha vuelto a botar el balón en una cancha NBA.
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Desde aquel día se ha mantenido en forma en busca de una oportunidad a sus 35 años, viviendo sus últimos años como jugador profesional. Y cuando vio el armado de roster que hicieron los LA Clippers, intentó moverse con algunos contactos, incluyendo a Tom Thibodeau, en busca de una práctica para que vieran que estaba en forma.
Tiempo después de que lo hizo, recibió la llamada de los ejecutivos del equipo angelino para que firmara un contrato de 10 días y ocupar el lugar 15 del roster, buscando ayudar a los jóvenes con su experiencia y ser un mentor para los pivotes Ivica Zubac y Montrezl Harrell.
“Pienso que es dependiendo de la perspectiva y cómo lo veas. A pesar de que fue un retroceso, pienso que me hace apreciar la oportunidad mucho más”, dijo para The Athletic.
“Fueron muy claros de lo que esperaban de mí. Y pienso que, como jugador, eso eso es todo lo que puedes pedir”, agregó sobre su situación actual con los Clippers.
“Todo lo que necesitaba era un poco de esperanza. He trabajado muy duro desde ese día”, apuntó.
Joakim tiene una carrera de 13 años en la NBA en la que nunca ha ganado un campeonato. Lo más lejos que llegó con un equipo fue con los Bulls en los Playoffs del 2011 al perder en Finales de Conferencia. Ya en los últimos años de su carrera buscó una chance con los californianos para ganar un campeonato.
“De la manera en que veo es que estoy en el ambiente con una cultura ganadora y un equipo que ha intentado ganar un campeonato y no hay más que pueda pedir. Sin importar mi rol, estoy agradecido. Sé que estoy listo, así que no se trata de compararme con los años pasados o incluso el año pasado, es ser el mejor que pueda ser físicamente y utilizar mi experiencia para estar con los chicos”, comentó.
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“Sabía que si no entrenaba y el día llegaba que los Clippers me llamaran y no estuviera listo, me arrepentiría demasiado. Y esa es la razón por la que me mantuve entrenando con la esperanza de quedar en el equipo. No se trata de dinero, de nada de eso. Se trataba de terminar mi carrera en el equipo que tiene una meta en común”, concluyó.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.