Dallas Mavericks 103 - 114 Los Angeles Lakers
Los Lakers vencieron esta noche a unos Mavericks a los que se les acabó la gasolina tras el descanso y no pudieron consumar una victoria que en el primer tiempo parecía muy posible. El buen partido de Harrison Barnes (29 puntos) no fue secundado por el resto de sus compañeros en una noche en la que Luka Doncic sufrió enormemente y acabó con 6 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias pero con un 2 de 13 en tiros de campo y un 0 de 5 en triples.
Mientras, en Los Angeles, LeBron (28 puntos) se rodeó de Kuzma (15 puntos, 12 rebotes) e Ingram (19 puntos) para sumar la decimotercera victoria del año y así consolidarse en la Conferencia Oeste dentro de un clima de cambio continuo. Una victoria importante de los Lakers para seguir creciendo y forjando un equipo ganador.
Los Mavs golpean primero
Dallas nos ha acostumbrado en los últimos días a un juego más bien vistoso con arranques fulgurantes y ante los Lakers no podía ser menos. Con un Matthews en estado de gracia, los Mavs tomaban la primera ventaja en el marcado abriendo un pequeño hueco desde el cual castigar a los Lakers que no habían empezado con buen pie.
Los continuos intentos fallados desde el triple condicionaban el rendimiento de los locales que veían cómo los Mavs se escapaban a mitad de cuarto por 21 a 11. Malas sensaciones para los angelinos en el comienzo del encuentro donde Luka Doncic había comenzado completamente desacertado, sin conseguir anotar pero sin renegar a dejar de intentarlo. No obstante, los Mavericks lideraban el primer asalto por 32 a 22.
Los Lakers carburan y meten una marcha más
El movimiento del banquillo lastraba más a los Mavs en comparación con los locales, haciéndoles sufrir en emparejamientos con Lonzo Ball o Lance Stephenson, propiciando que estos redujesen la ventaja. Dallas reaccionaba rápido y bien y Matthews daba la vuelta a la situación para ampliar la distancia a casi 20 puntos, dando pie más tarde a que con la entrada de James el partido cambiase radicalmente.
El de Akron hizo lo que mejor sabe y contagió a los suyos de su garra y competitividad, permitiendo que los Lakers comenzasen a anotar mientras Dallas se iba viniendo abajo progresivamente. Unos Mavs en los que Doncic estaba teniendo un partido francamente malo y con unos porcentajes bajísimos.
Si al final del segundo tiempo la diferencia había bajado a 58 a 53, algo que no pararía hasta que LeBron pusiese a su equipo por delante. Los Lakers iban en trayectoria ascendente, mientras Dallas se sostenía gracias a los puntos de Barnes y Mattews. La buena defensa sin balón sobre Doncic estaba permitiendo que los Lakers parasen mejor el balón y controlasen mucho más las situaciones defensivas.
El desacierto del esloveno, unido al cerrojo que pusieron en el aro llevó a una situación crítica al ataque de los Mavericks, acabando el tercer cuarto con unos pobres 17 puntos y con la sensación de que estaban muy lejos de su rival. La irrupción de Kyle Kuzma como anotador vino en el momento preciso para desestabilizar el partido y dejar el tercer cuarto con un resultado de 75 a 78, consumando la remontada Laker pese a Barnes.
Un último asalto con Lakers al máximo
Los Lakers continuaban su trayectoria ascendente al mismo tiempo que Dallas veía como imposible conseguir mantenerse al mismo nivel que su rival, cediendo finalmente pese a que la diferencia numérica no era muy grande. LeBron volvía a pista a repetir la misma hoja de ruta del pasado periodo, siendo el líder anotador y posibilitando que sus compañeros se sumasen a él. Este fue el caso de Ingram que realizó un partido soberbio tras varios días a un nivel más o menos discreto.
Finalmente y sin muchas luces, el partido se lo acababa llevando Los Angeles por 103 a 114 sin que nadie en Dallas pusiese solución a ello.