Los Angeles Lakers 104 - Orlando Magic 108
Estadísticas | Resumen
Los Magic arruinaron la fiesta de los Lakers en la matiné del domingo en el Staples Center de Los Ángeles. A lomos de un Nikola Vucevic que se ha convertido en la pesadilla particular del equipo de LeBron James, Orlando supo resistir cuando los los locales bajaron el culo y apretaron en defensa. Los de Steve Clifford dejaron una magnífica imagen por el #NBASundays y se colocan con un 10-10 de balance. Marca que les iguala en la clasificación del Este con los Celtics. Quién lo hubiese dicho hace seis semanas.
Cuando los Lakers estuvieron intensos, físicos y concentrados atrás hicieron daño a los visitantes. Apenas encajaron 41 tantos entre los cuartos de los extremos. Así se explica la mejor puesta en escena de los californianos. Con un Kyle Kuzma muy inspirado y protagonista (13 puntos y 4 asistencias firmó en el primer cuarto para un total de 21 y 5) y un JaVale McGee intimidador bajo el aro (12+7+7 tapones), llevaron siempre la iniciativa en los primeros compases.
Parecía que habían aprendido la lección de lo que les ocurrió en Orlando justo el pasado fin de semana. Pero su velocidad y energía se transformó en precipitación en el segundo acto. A lo que hay que añadir una apatía atrás que permitió a los Magic meterse de nuevo en el encuentro a base de triples. Mención especial para un Vucevic que en estas dos citas ante los angelinos registra 33,5 puntos, 14 capturas y 3,5 asistencias. De ahí que se haya convertido en la particular pesadilla de estos nuevos Lakers de LeBron.
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El pívot montenegrino de los Magic ha sido el único capaz de amargar el momento dulce de un equipo que ha sacado siete de sus últimos nueve compromisos. Las dos únicas derrotas, como ya imaginaran, llegaron ante los del norte de Florida.
Vucevic castigaba a una blanda defensa tanto por fuera como por dentro. Aunque no estuvo solo. Aaron Gordon, la acertada dirección de DJ Augustin y el acierto de Terrence Ross también pusieron su particular grano de arena.
Castigando las pérdidas de su oponente, Orlando llegó a amasar una ventaja de 16 puntos poco antes del último acto. Fue entonces cuando Walton recurrió a un small ball que reactivó la inexistente defensa local. Primero Ingram y luego LeBron (24+4+7) fueron limando la diferencia hasta empatar el encuentro.
Entramos a los últimos 60 segundos con un 104-104 en el marcador. Momento en el que, tras mucho nadar para alcanzar la orilla, naufragaron los Lakers. Seguramente cansados por el loable esfuerzo realizado en el cuarto periodo, erraron demasiados lanzamientos liberados que pudieron haber cambiado el signo del partido.
Pero Vucevic y los suyos lograron resistir de pie al temporal. Supieron sufrir y aguantar hasta lograr un triunfo que pone en valor la gran campaña que los de Orlando están completando. Un equipo que, sin grandes alardes ni estrellas en su plantilla, sabe a qué quiere jugar. Táctica que les está trayendo magníficos resultados.