Utah Jazz 100 - Memphis Grizzlies 110
Estadísticas | Resumen
Como ya sucediera en la primera semana de curso, los Grizzlies volvieron a asestar un zarpazo a los Jazz en Salt Lake City. Cierto es que Utah (4-4) aún está lejos del nivel y regularidad exhibidos durante la segunda mitad de la pasada temporada, pero que Memphis -viniendo de una campaña tan aciaga como la anterior- luzca un 2-0 en el Vivint Smart Home Arena y presente un 5-2 global habla muy bien de su estreno. Hay que ser extramadamente cautos, más aún después de estar protagonizando un guion similar en la infausta 2017-18, pero lo visto hasta ahora refrenda el buen y silencioso verano completado por los osos desde los despachos. Si a esto le sumamos la recuperación de Mike Conley, quien vuelve a ser el corazón de este equipo junto a su amigo Marc Gasol, podemos esperar un año notable de los de Bickerstaff. Las sensaciones invitan a desabrocharse el cinturón y disfrutar.
Si uno repasa el calendario de los Grizzlies hasta el momento, se da cuenta de que merece la pena no echar las campanas al vuelo. O sí. Volver a ver a Mike Conley al nivel de esta noche es una señal estupenda. Agresivo, certero y líder. Mantuvo a Memphis en el encuentro durante la primera mitad y acabó con 28 puntos (season high), 5 rebotes y 5 asistencias.
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Conley fue el asidero en el que se agarraron los visitantes. La puesta en escena de Utah fue mejor. Un atrevimiento que dio sus frutos poco antes del descanso con una máxima renta de 12 puntos. Mención especial en esta primera mitad para un Ricky Rubio que, después de sufrir en sus propias carnes 48 horas atrás el huracán de nombre Derrick y de apellido Rose, se armó de confianza para irse al intermedio con 17 tantos y 7 asistencias (22 y 11 a la conclusión). Primorosa primera mitad la del base. Cuando se siente mentalmente fuerte, da gusto verle mover a estos Jazz sobre el parqué.
No le sentó bien el descanso ni a él, ni a sus Jazz. Memphis, equipo pegajoso y rocoso donde los haya, apretó en defensa y dejó a los de Snyder en 40 tantos en los dos últimos cuartos. Ricky perdió el tino en unos Jazz sin Donovan Mitchell (baja por una lesión en los isquios) y que trataron de sobrevivir a duras apenas con los triples de Jae Crowder.
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No obstantem, su propuesta ofensiva resultaba muy pobre en comparación con la de unos Grizzlies en los que Shelvin Mack se creció desde el banquillo, Jaren Jackson Jr. dejó pinceladas y que siempre pudieron recurrir tanto a Conley como a Marc. Sin florituras, como es habitual en él, el mediano de los Gasol completó el que probablemente sea su partido más completo del curso. 17 puntos, 10 rebotes, 7 asistencias y 4 robos. Ancla de los Grizzlies en los 37 minutos que estuvo en cancha.
Una vez más, el secreto de estos Grizzlies es su unidad. Un equipo compacto en el que van todos a una. "Jugamos sin egoísmo, explotando el bloqueo directo. A veces continuábamos y otras buscábamos los tiros abiertos", analizó Marc tras uno de esos triunfos que tan bien sientan.
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