Utah Jazz 111 - Toronto Raptors 124
Estadísticas | Resumen
El relato de los Raptors en los últimos meses es fascinante. Un breve resumen. La temporada pasada fueron el mejor equipo del Este después de completar el mejor currículum de su historia (59 triunfos por 23 derrotas). Parecía que esta vez sí era el año. Pero en semifinales de Conferencia, los Cavaliers más flojos de la segunda era LeBron les pegaron un sopapo de dimensiones gigantescas. 4-0 y para casa. Dwane Casey acabó como Mejor Entrenador del año y despedido fulminantemente. Los canadienses buscaban una vuelta de tuerca al proyecto. Y este llegó en julio. Pese a los contrarios deseos del jugador, llegaron a un acuerdo con los Spurs para hacerse con Kawhi Leonard.
Un traspaso doloroso. Mucho. Por lo que significaba desprenderse de DeMar DeRozan, el símbolo de este equipo junto a su amigo Kyle Lowry. Y un brindis al sol. El estado físico de Kawhi era toda una incógnita después de protagonizar la situación más rocambolesca en la franquicia más modélica de la Liga, San Antonio. Con un entrenador sin experiencia como head coach en la NBA, Nick Nurse, no sólo han conseguido que Leonard se comprometa al 100%. Lo que ya es decir. Pero lo mejor de todo es que están practicando un baloncesto tan preciosista como efectivo que les ha llevado a firmar el mejor inicio de siempre en Toronto. 10 triunfos por una sola derrota. Una marca que en estos momentos, les convierte en líderes de la mejor Liga del planeta. Toda una historia que sin duda merece profundizar en ella. Por el momento, un guion digno de los dramas de Hollywood con final feliz.
El jugador de los @Raptors @sergeibaka charló conmigo en español acerca de su actual temporada y la de su equipo donde marchan 10-1 hasta al momento. pic.twitter.com/NkqAxcqb6F
— Francisco Vazquez (@franvamo) 6 de noviembre de 2018
"Como mínimo, tenemos que llegar a la final de Conferencia", decía esta noche Serge Ibaka. El hispanocongoleño estaba radiante en el vestuario del Vivint Smart Home Arena. No es para menos. A pesar de haber sido eliminado por personales a comienzos del último cuarto, acaba de ser clave en otro triunfo de su equipo. 17 puntos y 5 rebotes en 14 minutos. Perfecto en el lanzamiento. Un 8/8 al que si le sumamos el 15/17 en la noche anterior hacen un 23/25 en tiros en un back to back exigente donde los haya. A domicilio, sin Kawhi Leonard (el alero tampoco jugó esta madrugada) y con Lakers y Jazz como rivales. Dos victorias más para unos Raptors que están dejando al mundo NBA sin calificativos.
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Con un baloncesto muy dinámico y sin convencionalismos, los canadienses vuelven a estar en lo más alto. Quién lo diría. "A nadie le gusta jugar en espacios cerrados y congestionados. Con un ataque repleto de tiradores conseguimos abrir el campo. Es divertido estar en el parqué", resume Fred VanVleet. Como Serge, el base aportó otros 17 tantos desde el banquillo. El paradigma de la profundidad de plantilla presente en el Norte. Y como motor de operaciones, un Kyle Lowry que está a un nivel sensacional. 17 tantos, 7 rechaces y 11 asistencias en una victoria cómoda que los Jazz sólo pudieron maquillar en los minutos finales.
Kyle Lowry was a +29 in Toronto's win at Utah, the highest plus-minus he's ever had in a road game in his career. #WeTheNorth
— StatMuse (@statmuse) 6 de noviembre de 2018
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Los Jazz no despegan
De nuevo sin el tocado Donovan Mitchell, los Jazz fueron una sombra del equipo que deslumbró la pasada campaña. "Las pequeñas cosas que nos hicieron tan buenos el año pasado no hemos sido capaces de llevarlas a la práctica hasta el momento", concedía Joe Ingles. Con un nivel defensivo muy distante del que pueden llegar a ofrecer, en ataque no encuentran fluidez. Y eso que anoche lanzaron 24 tiros libres más que su rival.
Termómetro de Utah, Ricky Rubio convirtió un 1/10 en tiros. 9 asistencias repartió el base español, cuya irregularidad le ha alejado también de su fiable versión de hace no tanto. Síntomas que hacen que los Jazz no hayan ganado aún en su feudo (0-4) y que encadenen ya 4 partidos sin conocer la victoria. No es alarmante aún, pero llama la atención que este sea su peor arranque en casa desde la 1974-75. La primera aventura de la franquicia en la NBA. Por entonces jugaban en Nueva Orleans y tenían en sus filas a un tal Pistol Pete Maravich.
Si en Salt Lake City muestran caras largas, en Toronto lucen una sonrisa de oreja a oreja. No es para menos. Todo les está saliendo redondo. Qué relato están construyendo estos Raptors.
