La posesión: el dominio de los Chicago Bulls de "The Last Dance" reflejado en una jugada

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Posesion Bulls

A la hora de elegir jugadas representativas de los Chicago Bulls de la 1997-1998, cubierta por The Last Dance, el abánico de posibilidades es enorme. Sin ir más lejos, podríamos tomar la última posesión de ataque de aquella campaña, con el famoso robo y posterior tiro ganador de Michael Jordan ante el Jazz.

Sin embargo, ese inolvidable lanzamiento marca mucho más a MJ, que al equipo en si mismo. Y si bien Jordan era la pieza que hacía andar toda aquella maquinaria a la perfección, no era la única.

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En cambio, la jugada que vamos a analizar ocurrió en el Game 5 de las Finales de Conferencia ante Indiana Pacers, ganado por Chicago por un contundente 106-87, para inclinar en su favor una serie que llegaba empatada en dos triunfos por bando.

Veamos exactamente qué sucedió, promediando el tercer cuarto.

La posesión

La jugada es perfecta para analizar tres puntales de ese equipo de los Bulls: la defensa, la versatilidad de sus externos y claro está, la presencia de Michael Jordan.

Lo primero que observamos son un par de buenas acciones defensivas de parte de Luc Longley. Respetando el scouting a rajatabla, el australiano se posiciona sobre el hombro izquierdo de Rik Smits, pivote que en esa campaña participó de su único All-Star Game. El objetivo es claro: defenderle la mano derecha al gigante (2,24 metros) holandés, sabiendo que sus recursos con la izquierda eran limitados.

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Tal como se preveía, y a pesar de la presencia de Longley sobre su lado fuerte, Smits gira para el gancho de derecha. El pivote de Chicago no solo está donde debe estar, sino que además hace un gran cierre del tiro, negándole una buena vista al aro a su rival. El resultado es lógico: lanzamiento fallado.

Allí llega el único error de los Bulls en la jugada, permitiendo que Chris Mullin asegure el rebote ofensivo. Sin embargo, el mismo se corrije rapidamente: tapa de Ron Harper, recupero del balón y a correr.

Un detalle: lo de Harper no es casualidad, ni mucho menos. En la historia de la NBA, ningún otro jugador que haya jugado alguna vez de base tiene tantas tapas como el hombre de los Bulls, quien totalizó 729 en su carrera. ¿Su más cercano perseguidor? Dennis Johnson, con 675. Si bien cuando se habla del dominio defensivo de Chicago se hace hincapié en Jordan, Pippen y Rodman, Harper era tan importante como cualquiera de ellos en ese costado, terminando de darle una versatilidad al equipo que sería la envidia de cualquier conjunto en el básquet sin posiciones de hoy en día. 

Pero claro que la versatilidad de esos Bulls no solo saltaba a la vista en defensa. En ataque, a pesar de no tener un base natural clásico, estaban más que cubiertos con jugadores altos (cerca o por encima de los 2 metros), capaces de manejar el balón y encontrar a los compañeros abiertos. Jordan, el propio Harper, Pippen... y Kukoc.

El gran pase del croata tampoco es casualidad: las 4,2 asistencias que promedió en Chicago, son la máxima cifra para cualquier jugador de su altura (2,08 metros o más) durante la década del '90. Solo igualado por Lamar Odom (4,2 pero en una sola campaña) y dejando atrás las 3,9 de Detlef Schrempf.

Para la última clave de la jugada, sobran las definiciones. Simplemente Michael Jordan, haciendo lo que mejor sabía hacer: explotar sobre la defensa y el aro.

Aún a sus 34 años, MJ podía volar como pocos en la liga, como lo reflejan los 103 mates que totalizó en la 1997-1998.

El aplauso de Jordan, el banco de los Bulls y de todo su público, tranquilamente podría representar a todos los que disfrutamos del juego de aquel equipazo.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Juan Estevez Photo

Juan es productor de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.