Tal vez no haya un All-Star en la liga que se haya reinventado más en las últimas dos temporadas que DeMar DeRozan.
En su última temporada con los Raptors en 2017-2018 y tras de haber sido apeados de nuevo en la post-temporada, DeRozan expandió su juego a más allá de la línea de tres puntos en un intento por mejorar sus recursos. Para un anotador establecido en su novena temporada, repensar su enfoque en ese aspecto no fue moco de pavo.
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Un año después, en San Antonio, DeRozan cambió de rumbo.
No solo ya no está evitando las zonas lejanas al aro en anotación, sino que parece haber renunciado por completo al tiro de tres.
Con 4:09 por jugar en el último cuarto el pasado 26 de diciembre contra los Nuggets, DeRozan anotó un triple para poner a los Spurs ganando de 15. Desde entonces, cada uno de sus siguientes 302 lanzamientos provienen desde dentro de la línea de 3 puntos.
Aquí está su carta de tiros desde aquel día. Una imagen que ilustra a la perfección su zona de actuación.
Antes de ese partido el 26 de diciembre contra Denver, DeRozan acumulaba un 6-37 desde más allá del arco con un porcentajedel 16%, clasificándose en el puesto 271 de 272 jugadores con más de 30 intentos.
La NBA actual se rige por un amplio volumen y acierto desde la línea de tres, en ese sentido DeRozan forma parte de la contracultura de la liga. El único jugador que promedia peores porcentajes por detrás de DeRozan desde el tramo antes mencionado es el favorito al MVP, Giannis Antetokounmpo, quizás una excepción.
El único jugador cuya narrativa al respecto del lanzamiento de tres ha ido en aumento conforme la temporada se ha desarrollado ha sido Ben Simmons sumamento criticado por su falta de voluntad para el triple y su renuncia a simplemente intentarlo.
Desde el 28 de diciembre, DeRozan ha realizado 302 disparos y solamente 5 de tres. Ninguno ha entrado.
En ese mismo tramo, Simmons ha realizado 301 tiros y lleva 0-6 desde más allá del arco.
Cuando se trata de renunciar a tirar de tres, DeRozan se parece más a Simmons que el propio Ben Simmons.
A diferencia de Simmons, DeRozan al menos tiene una habilidad para mantener una buena racha en el lanzamiento de media distancia y tender puentes en defensa.
Para que un jugador se mantenga entre la élite de la liga, debe haber otras cosas que haga lo suficientemente bien como para compensar esa carencia.
DeRozan podría no ser Antetokounmpo en su manera de dominar la pintura como hace el griego, pero ha encontrado otras formas de compensarlo para los Spurs.
Considerado durante mucho tiempo como uno de los mejores jugadores de la liga en lanzamiento tras bote, DeRozan ha vuelto a sus orígenes en su primera temporada con los Spurs, ya que los 10.7 puntos por partido que promedia en acciones que no son bandejas le ubican en el segundo lugar en la NBA, solo detrás de James Harden.
Además de su destreza en anotar bandejas, DeRozan siempre ha destacado por su juego de media distancia colocándose entre los mejores de la liga. Los dos únicos jugadores en la liga que realizan más tiros desde esta zona recientemente "prohibida" son Nikola Vucevic y Karl-Anthony Towns, jugadores grandes que generan una enorme gravedad sobre sí mismos en la bombilla o en el codo.
Otro que engrosa esa lista es un compañero de equipo de DeRozan, LaMarcus Aldridge.
Desde hace varios años, San Antonio ha buscado encontrar nuevas maneras de anotar yendo a contracorriente del resto de la liga, incluso dejando a un lado el juego de tres puntos. En una época en la que las zonas medias se consideran un cementerio de elefantes donde aquellos que dominaban no se atreven.
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Los Spurs están apostando y centrando sus esfuerzos en realizar más tiros de media distancia que otro equipo en la liga, siendo además uno de los equipos que mejor promedios lleva.
DeRozan ha servido como la encarnación de la nueva època que se ha abierto en los Spurs, desarrollando un estilo más propio de otra época con detalles propios de Popovich.
Por supuesto, es imposible negar la evolución del juego de DeRozan que ha girado en torno a la mejora de sus capacidades de organización y distribución, incluso como base. Un aspecto de su juego que comenzó a brillar en la temporada pasada y que ha dado un salto de calidad en San Antonio asumiendo una gran carga de la responsabilidad del juego debido a la enorme cantidad de lesiones que los Spurs acumulan.
Esto no solo se basa en sus 6.1 asistencias por partido, sino también su anotación y rebotes, DeRozan es uno de los cinco jugadores en la liga con un promedio de al menos 20 puntos, seis asistencias y seis rebotes.
Si bien los promedios en asistencias se han disparado en gran parte debido a las circunstancias, el abandono del triple es una decisión consciente que dice más sobre la capacidad de DeRozan para concentrarse en sus mayores fortalezas y mantenerse fiel a su propio juego.
¿Una mejora en ese sentido ayudaría a San Antonio? Probablemente.
Pero si eludir completamente esa parte de su juego le permite a DeRozan sobresalir sin la presión de ser alguien que no es, quizás desate una mejor versión de sí mismo que, en última instancia, ayuda a los Spurs a llegar a los playoffs.
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