Si bien las comparaciones suelen ser odiosas, muchas veces permiten encontrar cuestiones claras. Desde su aparición en el básquet colegial y universitario, Ben Simmons levantó similitudes con LeBron James. De hecho, llegó a la NBA como N°1 del Draft, en 2015. Su debut se hizo esperar un año por una lesión, pero vaya si valió la pena esa espera.
Es que la temporada 2017-2018 del australiano fue, simplemente, fantástica. Mostró un nivel superlativo y lideró a unos Philadelphia 76ers que dieron un salto de calidad notable y se convirtieron en una verdadera amenaza de la Conferencia Este (terminaron perdiendo en semifinales de los playoffs, contra Boston Celtics).
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Simmons, de 22 años, tiene esas cualidades que hacen diferente a LeBron. Porque con un físico impresionante y potente (2,08 metros) se carga la conducción del equipo y muestra las habilidades de los mejores bases. Su visión de juego es genial para su corta edad, y su madurez le permitió leer defensas y marcar grandes diferencias.
A lo largo del año, tuvo promedios de 15,8 puntos, 8,1 rebotes y 8,2 asistencias en 33,7 minutos, y en los playoffs subió a 16,3 tantos, 9,4 tableros y 7,7 pases gol en 36,9 minutos. Fue amenaza constante para el triple-doble y dejó jugadas más que destacadas que, en definitiva, le valieron el premio al mejor novato de la temporada.
.@BenSimmons25 needs the NBA season here tomorrow 🔥
— Bleacher Report (@BleacherReport) 24 de agosto de 2018
(via @HomeTeamHoops, @ricohinesbball) pic.twitter.com/EawiTWao9I
Rumbo a la 2018-2019, trabaja para seguir mejorando su juego, sobre todo en un aspecto que aún le falta como el tiro a distancia. Y su evolución será vital para las aspiraciones de los Sixers, quienes irán por todo en el Este. El techo del australiano, sin dudas, es muy elevado. ¿Será el heredero de LeBron? Sólo el tiempo lo dirá. Mientras tanto, dejamos un compacto para repasar las 10 mejores acciones de su primera temporada en la NBA.