Los Jazz ganan con un gran Ricky Rubio: brilla en Minnesota y gesto con Donovan Mitchell

Ricky Rubio

Minnesota Timberwolves 111 - Utah Jazz 125

Estadísticas | Resumen

"Nuestra defensa es la clave de todo lo que hacemos", comentó Ricky Rubio después del nuevo triunfo de sus Jazz. El noveno en los últimos diez partidos. El undécimo en los 13 últimos. Utah sigue de dulce y continúa calcando el guion de la pasada campaña. Después de un flojo inicio, ha dado con la tecla. Y de qué manera. Con un 29-22 de récord siguen afianzándose en la zona de playoffs del Oeste: 2,5 partidos de ventaja sobre los Lakers, novenos. Pero con la sensación de que en vez de estar preocupados por lo que viene detrás, su batalla se ubica en los puestos de arriba. A dos encuentros por detrás de Portland, pueden aspirar al factor cancha de cara a la primera ronda.

Ricky Rubio, en Minnesota

Ricky Rubio

Otra gran victoria que cimentaron subiendo un peldaño su agresividad atrás en los últimos minutos en un partido especial para Ricky Rubio. Ya es la séptima ocasión en la que se mide a su exequipo y la cuarta que juega como visitante en el Target Center. Pero son muchos los años los que pasó en Minneapolis, una ciudad que le guarda un gran cariño al de El Masnou. Aunque una vez que se pisa el parqué no hay amigos ni antiguos compañeros. Sólo rivales.

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De menos a más, Ricky acabó ejerciendo de verdugo de sus Wolves con 18 puntos, 4 rebotes, 8 asistencias, 2 robos y ninguna pérdida en media hora de acción. Su +17 (el mejor de Utah) resume el peso que tuvo en el encuentro. Bien atrás e inspirado en la ofensiva: ejecutor y organizador del ataque.

Pero además jugó un papel relevante a la hora de recuperar a Donovan Mitchell para la causa. No estaba siendo la noche del escolta. Cuando le señalaron una técnica a Towns mediado el tercer cuarto, este llevaba 7 puntos con un 2/13 en tiros de campo. Ricky, quien normalmente lanza los tiros libres de su equipo, le cedió el lanzamiento a Donovan. Erró, pero esta muestra de confianza tuvo resultó clave en el despegar de Mitchell. Acabó con 29 puntos. "Fue una de esas cosas con las que sientes que tus compañeros siguen apoyándote. Justo después ejecutamos otra jugada para mí", admitió.

Entre él y el español, junto con los triples de la segunda unidad en el último periodo, se las ingeniaron para resistir la reacción de Wiggins. Con 35 puntos, el canadiense tiró de unos Wolves que pierden comba con dos derrotas en 48 horas ante Utah. Justo lo contrario que unos Jazz que empiezan a recordar al equipo mayúsculo de la segunda mitad de la pasada temporada.

 

 

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